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Ciclismo
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Camino del Giro: de chicanes, montoneras y otros infortunios ciclistas

La primavera ciclista ha mostrado (con dolor) muchos de los eventos disruptivos que frecuentemente perturban las planificaciones: ¿Podemos hacer algo desde la ciencia de los equipos?

Jonas Vingegaard
El ciclista danés Jonas Vingegaard (Team Visma | Lease a bike) abandona el hospital de Vitoria en el que fue ingresado tras su caída en la Itzulia.TEAM VISMA/LEASE A BIKE

El trazado de las pruebas ciclistas, el firme por el que transitan, la climatología, la sucesión de etapas, las endiabladas dinámicas de carrera o las acciones de otros equipos crean condiciones para que les perturben eventos disruptivos. Suceden hechos inesperados que alteran la tarea de los equipos, como la caída masiva que perturbó la Itzulia comprometiendo la temporada de tres de los mejores equipos del mundo (Visma, Bora y Soudal) y la participación de sus líderes (Vingegaard, Roglic y Evenepoel) en el próximo Tour. Por ello, no sorprende el plan para evitar caídas de Pogacar en la Lieja hace unas semanas, especialmente si recordamos su fractura de muñeca el año pasado.

El éxito de los equipos ciclistas depende de cómo se adapten a los eventos disruptivos que van a experimentar. Cuando ocurren, los equipos intentan comprender rápidamente su alcance y volver a planificar su estrategia, con distintas alternativas de acción. Esta combinación de procesos de comprensión y coordinación también se ve influenciada por las emociones. La ira o la tristeza inducidas por las caídas alteran tanto la percepción del grado de disrupción del evento, como la capacidad del equipo para coordinarse ante sus nuevas demandas. Los equipos se adaptan comprendiendo, coordinándose y regulándose emocionalmente.

¿Es posible desarrollar esta capacidad adaptativa en los equipos ciclistas? La evidencia empírica dice que sí, y sugiere intervenir a tres niveles: sobre las y los integrantes del equipo, sobre el equipo en su conjunto y sobre la estructura externa que da soporte al equipo en carrera, la dirección técnica.

Intervenir sobre sus integrantes supone cambiar la composición del equipo. Incorporando personas con elevados niveles de flexibilidad y adaptabilidad se facilita las respuestas conjuntas. También, disponer de integrantes con experiencia y conocimiento diverso mejora la comprensión de los eventos y decidir qué hacer, cómo y por qué. Además, componer nuestro equipo con personas que llevan tiempo trabajando juntas (particularmente en distintas circunstancias) les hace más capaces de captar señales tempranas de disrupción y anticiparse al evento. Componer un equipo experto, en lugar de un equipo de expertos, permite compartir más conocimiento sobre cómo operar conjuntamente, cómo ayudarse y cómo reajustar y coordinar acciones para adaptarse.

Podemos intervenir también sobre el conjunto con estrategias de formación basadas en variación, que confrontan al equipo con situaciones cambiantes e inesperadas. El objetivo es desarrollar repertorios de acciones que puedan combinarse ágilmente para responder a eventos disruptivos. Estas estrategias formativas no buscan inculcar protocolos de actuación listos para aplicar (que paradójicamente resultan contraproducentes), sino fomentar aprendizajes flexibles para responder a sucesos que no sabemos ni cómo ni cuándo ocurrirán. Por ello, es fundamental dotar a los equipos de autonomía y capacidad de autogestión para aumentar la flexibilidad. Las investigaciones recientes sobre liderazgo adaptativo muestran cómo estructuras distribuidas de liderazgo otorgan mayor adaptabilidad que las centralizadas.

Finalmente, intervenir sobre el soporte estructural del equipo en carrera implica, por ejemplo, trabajar sobre su interacción con la dirección técnica. De este modo, las sesiones de planificación buscarían empoderar al equipo ante la potencial ocurrencia de eventos disruptivos, en lugar de subordinarlos o hacerlos más dependientes de la dirección. Una vez más, los estudios sobre equipos operando en contextos de riesgo señalan la importancia del liderazgo distribuido y la gestión descentralizada para su efectividad. Adicionalmente, la creación de un clima de seguridad psicológica al reflexionar y revisar críticamente la actuación en un evento reciente desarrollará experiencia y conocimiento compartido, facilitando futuras adaptaciones.

Comienza el Giro y los equipos participantes experimentarán eventos disruptivos, porque forman parte de su día a día. Acciones que prevengan disrupciones tan dramáticas como las vistas en este principio de temporada siempre serán bienvenidas. Pero también podemos ayudar a los equipos incrementando su adaptabilidad, considerando su composición, su entrenamiento como equipo, su estructura de liderazgo y el soporte recibido de la organización en la que se insertan. Crear equipos adaptativos no solo ayuda a gestionar con agilidad la disrupción de los eventos y ser más efectivos, sino que permite anticiparse para minimizar sus peores consecuencias. Ganar en adaptabilidad protege a los equipos y a sus integrantes, maximiza su efectividad y beneficiará al espectáculo deportivo.

Ramón Rico es doctor y catedrático de Organización de Empresas en la Universidad Carlos III de Madrid

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