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Rebeca Andrade planta cara a Biles y le arrebata el oro en salto en el mundial de gimnasia

La estrella estadounidense se cae hacia atrás al realizar el ‘Biles II’, se conforma con la plata y queda fuera del podio de barras asimétricas

La gimnasta brasileña Rebeca Andrade este sábado durante la final de salto en el mundial de gimnasia.
La gimnasta brasileña Rebeca Andrade este sábado durante la final de salto en el mundial de gimnasia.OLIVIER MATTHYS (EFE)
Irene Guevara

Simone Biles ya no tenía que demostrar nada más. Pero por si aún quedaban dudas, ella quería seguir marcando la diferencia. Repetía su Biles II -el Yurchenko con doble mortal carpado, el salto más difícil de la gimnasia femenina-, aunque esta vez caía hacia atrás. Pero a Biles no le importaba, y esta vez se reía. La estadounidense lograba la plata en salto de potro contra Rebeca Andrade (14,750), que tomaba su venganza y se redimía con el oro en el Mundial de Amberes (Bélgica). Biles se quedaba fuera del podio en barras asimétricas, donde se alzaba campeona la joven china de 16 años: Qiu Qiyuan (15,100). Durante el primer día de finales de aparatos, se proclamaron tres campeones y dos campeonas. En suelo, el oro era para el israelí Artem Dolgopyat (14,866), en potro con arcos, para el irlandés Rhys McClenaghan (15,100), y en anillas, para el chino Liu Yang (15,233).

Kazuki Minami iniciaba suelo con mucha dificultad, marcando territorio y poniendo alto el listón con un 14,666. Una nota que finalmente le otorgaría la plata. El filipino Carlos Yulo, siempre elegante, que miraba de reojo el cronómetro durante su rutina, no podía con él. Tampoco el bronce en all around Fred Richard que, a pesar de impresionar al público con sus molinos, se quedaba corto en los ejercicios y terminaba por caer al suelo al final. Pero sí Artem Dolgopyat: clavaba su rutina, y se llevaba el oro con un 14,866. Daiki Hashimoto, vigente campeón olímpico y del mundo era el último en salir, y lo hacía con gran potencia. Tanta que salía levemente de las líneas del tapiz y se despedía del podio con un 14,233. El bronce era para el kazajo Milad Karimi (14,600), que ponía un gran broche a su mundial.

La final se presentía ajustada. Y más con el esperado reparto de medallas de salto femenino. Regresaba la lucha entre Biles, ya oro en equipos y en all around, y Rebeca Andrade. La estadounidense estrenaba el potro con el Biles II. Esta vez, sin embargo, caía hacía atrás. Pero lejos de importarle, clavaba el segundo salto y lograba un 14,549 de media. La francesa Coline Devillard, vigente campeona europea en salto, ponía las manos al aterrizar y no realizaba las dos piruetas planeadas del segundo elemento. Biles, sentada, intranquila, veía el ejercicio perfecto de Andrade y cómo le quitaba la medalla de oro a la estadounidense con un 14,750. La coreana Yeo Seo-Jong, tras lucirse en salto, cerraba el podio y se colgaba el bronce con un 14,416.

En potro con arcos, uno de los aparatos más complicados, los sustos y caídas amenazaban las medallas de los gimnastas. Max Whitlock, tres veces campeón del mundo y dos olímpico en potro, se caía del ejercicio al fallar su desplazamiento. El irlandés Rhys McClenaghan salía último y lograba un 15,100, revalidando el oro. Khoi Young, segundo, no se achantaba después de los ejercicios de los campeones y lograba la plata con un 14,966, mientras el armenio Eahmad Abu Al-Soud agarraba el bronce (14,633).

Otra oportunidad tenía Simone Biles para conseguir un oro más. Pero eran las barras asimétricas, precisamente el único aparato en el que la estadounidense no había liderado la clasificación. Salía la última. Lograba un buen ejercicio, pero abría un poco las piernas y no pasaba del 14,200. Se despedía del podio. Su compatriota Shilese Jones abría la veda y ponía el listón alto, con un 14,766 que le servía para el bronce. Naomi Visser se quedaba corta en ejercicios, y Lorette Charpy se caía de las barras, animada por el público mientras se recomponía. Pero el Sportpaleis se caía con la gran dificultad de la rutina de Kayla Nemour, segunda con un 15,033. El oro se lo colgaba la joven Qiu Qiyuan, que volvía a tirar de talento y recordaba que había sido la mejor de la clasificación en asimétricas al anotar un aplastante 15,100.

En anillas, Harry Hepworth parecía decepcionado con su 14,100. Sin el defensor del título mundial, grandes especialistas, como los chinos You Hao o Liu Yang, se anunciaban como favoritos. El subcampeón olímpico en anillas, Hao, enseñaba sus músculos a la cámara mientras los jueces anunciaban su 14,833 y subía al podio tercero. El griego Eleftherios Petrounias marcaba distancia con un 15,066. La salida, clavada. La nota, suficiente para un segundo puesto. Pero el nivel no dejaba de subir. Y cuando parecía que no podía hacerlo más, el vigente campeón olímpico en anillas, Yang, se llevaba el oro con un impresionante 15,233.

Y tras casi cuatro horas de finales, la jornada terminaba. Quedan cinco medallas aún por repartir, aunque Biles ya no podrá repetir los cinco oros del Mundial de 2019, pero sí aumentar su palmarés con el ejercicio de suelo y barra de equilibrio.

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