Xavi acierta y Gavi enciende al Barcelona

Había que rebobinar prácticamente un año (febrero de 2022) para encontrar el último gol de Gavi (18 años) en el primer equipo. El volante acostumbra a regalar sacrificio, por supuesto fútbol, pero no dianas. Hasta este domingo. El canterano estuvo presente en todos los goles del Barcelona en el clásico (un gol y dos asistencias) y se convirtió en el futbolista más joven en firmar un tanto y un pase de gol en la historia de los clásicos. “Ya sabéis cómo compite. Con esa edad la mayoría de los jugadores están en el juvenil y él está dando un nivel increíble con asistencias y goles en el primer equipo. Tiene un futuro brillante y mucho margen de mejora”, dijo Sergio Busquets, capitán del Barcelona. Xavi se sumó a los piropos: “Gavi nos emociona a todos compitiendo así. Pone alma, corazón y carácter, y lo contagia al equipo. Tiene rabia y liderazgo. Que no frene, no tiene techo este chico”. Fue justamente Gavi la llave de Xavi en el clásico.

Xavi no olvidaba el último duelo ante el Real Madrid. En el Santiago Bernabéu la pizarra de Carlo Ancelotti se había impuesto con autoridad a la del técnico azulgrana. La estrategia, nada extraña en la hoja de ruta del preparador italiano: Fede Valverde como comodín. Entonces, el cuadro blanco se impuso por 3-1 en el primer clásico de la temporada. Pero el cuerpo técnico del Barça tenía un plan para contrarrestar al Madrid. “Estamos preparados para hacer un partido mejor que el de Liga”, anunció Sergio Alegre, colaborador de Xavi Hernández, en la previa de la final de la Supercopa. No le faltaba razón al miembro del staff azulgrana. Como en el duro duelo ante el Atlético de Madrid (0-1), el Barcelona buscó reforzar las bandas. En el Metropolitano, Pedri se colocó como falso extremo. Este domingo, en Arabia, Xavi colocó a Gavi en el ala. Y acertó. Y cómo acertó. “Es muy importante ganar, pero me importa mucho el cómo. Hemos querido crear superioridades y Gavi lo ha entendido muy bien. Ha salido a la perfección lo planteado, hemos perdido pocos balones y estoy contento por los jugadores que han recibido mucha crítica injusta”, analizó Xavi. En la misma línea, Busquets añadió: “Reforzamos el centro para hacer esa superioridad, Ronald para parar las contras y a Vinicius. Ha estado muy bien. Hemos dejado al Madrid por las bandas y hemos empezado esa presión y nos hemos sentido muy cómodos”.

El dibujo de Xavi prácticamente calcaba al de Ancelotti: la intensidad de Gavi emula a la de Fede Valverde. El canterano azulgrana, en cualquier caso, estaba protegido por el ritmo de otra joven perla de la Masia, Alejandro Balde. El fútbol del Barcelona hizo recular a Ancelotti. Después del paso por los vestuarios, el preparador del Madrid mandó al campo a Rodrygo. El Barça, entonces, dominaba el juego y el marcador: 0-2. Pero Xavi no solo tenía un plan para reforzar el ala derecha. Por la izquierda, mezcló a Araujo —”Viene de una baja de tres meses, está jugando muchos minutos. Hay que ir con cuidado con él”, dijo Alegre— con Dembélé. El uruguayo se colocó como lateral en la zaga en lugar de Koundé. Ángel Di María había aturdido a la misma dupla en la final del Mundial de Qatar y Xavi no quería sufrir con Vinicius. Y mientras Araujo secaba al brasileño, el Madrid no encontraba la manera de frenar a Gavi. Ni con Valverde como falso extremo, tampoco con el uruguayo en la medular.

La omnipresencia del visible y joven Gavi estaba apoyaba, en cualquier caso, por la omnipresencia del invisible y veterano Busquets. El pivote de Badia, que en Arabia disputó su partido número 45 frente al Madrid y alcanzó en el techo de la tabla a Lionel Messi y Sergio Ramos como los futbolistas con más presencias en el clásico, fue clave junto a De Jong para equilibrar al Barcelona. También lo fue para pegar el juego azulgrana. Busquets robó el balón que terminó en el primer gol de Gavi y aceleró la acción que finalizó en la asistencia de Gavi para Lewandowski en el 0-2.

Xavi no sorprendió a nadie con Busquets —el técnico insiste e insiste en proteger a su excompañero—, sí, en cambio, lo hizo con la posición de Gavi, protagonista absoluto para que el técnico se lleve su primer título en el banquillo azulgrana. “Un equipo magnífico dirigido por un gran entrenador como Xavi. Es un título especial porque es el primero de esta nueva era. Estoy convencido de que Xavi volverá a dar títulos al club”, expuso el presidente, Joan Laporta. Es el primer trofeo del Barça en el siglo XXI sin participación de Messi. La última vez que se habían abierto las vitrinas sin el rosarino había sido la Liga 1998-1999. “Sabíamos que era una oportunidad que teníamos que coger, hemos vivido una época de cambios en el club y en el vestuario y esto nos va a reforzar para seguir luchando por más títulos”, cerró Busquets.

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