Las armas de los recién ascendidos
En las últimas diez temporadas, el 76% de los equipos que han subido a la máxima categoría lograron permanecer en ella al menos dos años. Estas son las virtudes que han aupado a RCD Espanyol de Barcelona, RCD Mallorca y Rayo Vallecano a la élite: lograr un gol de cada siete disparos, sacar muchos puntos fuera de casa o tener una capacidad por encima de la media de remontar partidos
Hace unos días, el Rayo Vallecano ganó en una agónica remontada el último de los tres premios más valiosos que cada año se reparten en LaLiga SmartBank: un billete a la élite. Los madrileños, vencedores de la final de los play-off frente al Girona FC, completarán el cartel de la próxima edición de LaLiga Santander junto a RCD Espanyol de Barcelona y RCD Mallorca, los otros recién ascendidos. A partir del próximo agosto, su principal misión será lograr la permanencia. Un objetivo que deberían afrontar con optimismo, de acuerdo con las estadísticas de los últimos diez años: un 76% de los 30 equipos que han promocionado en este período han logrado quedarse en la máxima división al menos dos cursos.
Desde 2011, siempre alguno de los tres ascendidos ha conseguido la permanencia en su estreno en la élite. En la mitad de ocasiones, cinco de diez, lo lograron dos de tres clubes, cuatro veces la alcanzaron todos y solo en la temporada 2018/2019 dos ‘novatos’, Rayo Vallecano y SD Huesca, cayeron en descenso. En la otra cara de la moneda están el Villarreal CF o el Granada CF, que se colaron en puestos europeos en la misma campaña de su regreso a la máxima división, la 2013/2014 y la 2019/2020 respectivamente.
Subir de categoría supone un salto deportivo y también económico, ya que los ingresos por derechos audiovisuales pueden llegar a doblarse. Para defender el privilegio de jugar en LaLiga Santander, los tres recién ascendidos disponen de una serie de armas sobre el terreno de juego que los profesionales de Mediacoach, el equipo de análisis de datos y vídeo de LaLiga, han estudiado al detalle: desde lograr un gol de cada siete disparos, hasta sacar muchos puntos fuera de casa o tener una capacidad por encima de la media de remontar partidos.
Tras ser líder durante más de la mitad de la temporada, el Espanyol consiguió el ascenso a cuatro jornadas del final. Los pericos terminaron en primera posición gracias a una segunda vuelta demoledora: en los últimos cuatro meses de competición solo perdieron dos partidos, y ambas derrotas llegaron cuando el equipo ya había sellado el retorno a LaLiga Santander.
El equipo de Vicente Moreno, técnico que cambió Mallorca por Barcelona el pasado verano, destacó en ataque por su efectividad y su juego combinativo. Los blanquiazules son los que más goles lograron (71 tantos, diez más que el segundo más anotador, la UD Almería) y los que menos remates necesitaron para marcar, con un gol cada 7,7 disparos. Asimismo, son los que más elaboraron sus ataques y más rápido circularon el balón y los terceros con un porcentaje menor de pases largos.
En defensa, explica Manuel Núñez, analista de Mediacoach, “al Espanyol no le ha importado conceder tiempo a sus rivales con balón y, de hecho, ha sido el equipo que menos ha interrumpido los avances del rival”. Una estrategia que funcionó: los catalanes fueron los segundos que menos remates recibieron y los menos goleados de la categoría, junto al Mallorca y al Real Sporting de Gijón. El meta Diego López consiguió dejar su portería a cero en 20 encuentros.
La pasada temporada, los rivales sufrieron especialmente la energía de los pericos en los primeros tiempos, donde el Espanyol maximizó su rendimiento con 37 tantos a favor y solo once en contra.
Los bermellones destacaron por encima de todos sus rivales fuera del Visit Mallorca Estadi. Fueron los mejores visitantes de la categoría de plata con 37 puntos ganados en campo rival, casi la mitad de los 82 con los que acabó al término de 42 partidos.
El conjunto mallorquín logró administrar a la perfección las situaciones en las que pudo ponerse por delante en el marcador. De los 25 partidos en los que marcó primero, jamás le terminaron remontando. Ganó 23 y empató dos. A la vez, sin embargo, fue uno de los clubes que menos resultados adversos remontó. “En los encuentros en los que el rival se puso por delante en el marcador, les costó dominar el partido con balón y jugar en campo rival”, apunta Núñez. Prueba de ello fue la última jornada en la que no se pudieron sobreponer al gol inicial de la SD Ponferradina y así arrebatarle el título de campeón al Espanyol, que solo les superó por el golaveraje particular al final del campeonato.
El cuadro entrenado desde el pasado agosto por Luis García Plaza, que ya había pasado por los banquillos de Getafe CF, Levante UD y Villarreal CF, se hizo fuerte en su propia área. Fueron el equipo con mayor porcentaje de remates bloqueados y su portero, Manolo Reina, el tercero con mayor porcentaje de paradas. Sus rivales necesitaron 14,6 remates de media para hacerles gol y dejaron a cero su portería en 14 de las 18 primeras jornadas. Como consecuencia, el Mallorca fue el equipo menos goleado de LaLiga SmartBank junto al Espanyol y Sporting con sólo 28 goles en contra.
En la parcela ofensiva, el Mallorca ha contado con una poderosa arma: la capacidad de llegada de la línea de medios. Más de la mitad de sus tantos los anotaron centrocampistas como Dani Rodríguez (ocho dianas), Salva Sevilla (siete dianas) o Antonio Sánchez (tres dianas), entre otros.
Una vez más, el Rayo Vallecano volvió a demostrar que una de sus especialidades son las remontadas. Después de consagrarse como el equipo de LaLiga SmartBank que más veces consiguió ganar un partido tras empezar por detrás en el marcador (seis), los vallecanos sacaron de nuevo la casta para darle la vuelta al resultado adverso de la ida de la final de los play-off e imponerse al Girona en la vuelta para lograr el ascenso.
El equipo se ha parecido mucho esta temporada a ese Athletic Club en el que militó toda la vida su entrenador, Andoni Iraola. Verticalidad, presión alta e intento de dominar al rival. El cuadro franjirrojo ha sido el que más ha llevado la iniciativa de toda la categoría y el que ha tenido una mayor ratio de posesión. Algo que han sabido traducir en una gran productividad ofensiva, convirtiéndose en el equipo que más ha centrado y el segundo que más ha rematado. “El Rayo no ha sido un equipo que haya elaborado demasiado sus ataques, ha sido más vertical, no ha promediado muchos pases por posesión. Eso sí, su gran capacidad para recuperar la pelota ha hecho que tenga muchas fases de posesión. Ha sido el equipo de LaLiga SmartBank con mayor ritmo en la recuperación”, observa Fabio Nevado, analista de Mediacoach.
Precisamente, las bandas se han convertido en una de sus grandes armas en ataque. Ser el conjunto con más amplitud y más profundidad ha permitido que los inquilinos habituales de su banda izquierda, el lateral Fran García y el extremo Álvaro García, se colocaran entre los diez máximos centradores y en una amenaza constante para las defensas rivales.
En el tramo decisivo del curso, el equipo ha sabido mejorar un aspecto que le había perjudicado el resto del año: la eficacia de cara a puerta. “Antes necesitaban diez remates por partido para marcar. En los play-off, sin embargo, han anotado ocho goles en cuatro partidos con sólo 38 remates. Su eficacia de finalización ha pasado del 5,7% de media al 11,8%”, analiza Nevado, que destaca la puntería de Álvaro García y Bebé, con dos dianas por cuatro y cinco chuts respectivamente.
“Queda claro que el punto positivo del Rayo ha sido la mejora de sus prestaciones, cómo Iraola ha sabido obtener un rendimiento de sus jugadores muy cerca de su 100% en el momento más determinante de la temporada”, zanja Nevado.