La nueva liturgia del gol
¿Qué se siente al anotar un tanto? ¿Se celebra igual en un estadio vacío? Ismael Urzaiz, artillero con 130 dianas en la élite, comparte sus vivencias ante la irrupción de la FanCam, una innovación de LaLiga que ha cambiado cómo los goleadores festejan sus proezas y las comparten con los aficionados
Aunque la Real Academia Española define el gol como la “entrada del balón en la portería”, existen otras formas más poéticas de referirse al momento culminante del deporte rey. Una de ellas la aporta Ismael Urzaiz, leyenda del Athletic Club: “Es un chute de adrenalina inigualable”, asegura el tudelano, que alcanzó ese clímax en 130 ocasiones en LaLiga Santander y que se define como un delantero de otra época. No solo por cómo batía a sus rivales -anotó casi la mitad de sus dianas de cabeza-, sino también por la forma en que lo disfrutaba. Dice que no tenía un baile, ni un gesto característico y solo recuerda una celebración especial en los 428 partidos que disputó en la máxima categoría del fútbol español, con ocasión de la muerte del padre de su compañero Rafa Alkorta. Un puño cerrado y el griterío de la grada le bastaban para sentirse como flotando. Pero, ¿qué pasa cuando los estadios están vacíos? Meses después de que la pandemia rompiera la comunión entre hincha y goleador, LaLiga ha encontrado una forma de volver a recuperar esa magia única a través de la FanCam: una cámara señalizada para que las estrellas puedan dirigirse a quien quieran –familiares, compañeros o aficionados– de forma más directa.
Uno de los primeros que estrenó esta nueva liturgia del gol fue una de las máximas figuras del fútbol español. En la jornada 11, la misma en la que se introdujo la novedad audiovisual, Leo Messi se quitó la camiseta para mostrar una zamarra vintage de Newell’s en homenaje a Diego Armando Maradona, recientemente fallecido. Según explica Roger Brosel, responsable de Contenido y Programación de LaLiga, la acción fue perfecta. “Habíamos informado a todos los jugadores de la existencia y ubicación de la FanCam y Messi lo celebró justo en ese punto y obtuvimos un plano limpio que luego, además, fue noticia en todo el mundo”.
En cada partido de LaLiga Santander se instalan entre 15 y 21 cámaras para seguir al detalle los movimientos de los 22 protagonistas en el terreno de juego. Pero desde noviembre, dos de ellas (una detrás de cada portería, a pie de campo o las primeras filas de la grada) están señalizadas con un cartel para que los jugadores sepan hacia dónde deben dirigir sus festejos para que la gente que está en sus casas no se pierda detalle.
“La celebración que se hace con los compañeros no ha cambiado, pero hay una segunda parte, el gesto hacia la grada, donde los futbolistas solían interactuar con el público. Y esto se había perdido, había desorientación. Por eso quisimos ubicar un punto concreto. En este momento, las cámaras son el único medio directo para llegar a la afición”, explica Brosel, que cuenta que se inspiraron en la NFL, la liga estadounidense de fútbol americano, para convertirse en la primera competición de fútbol del planeta en incorporar este tipo de recurso.
La designación de cámaras específicas para los goleadores supone un paso más en la influencia que tienen las retransmisiones en su forma de actuar sobre el verde. En paralelo a la popularización del balompié en la pequeña pantalla, de la primera jornada que se televisó entera en la temporada 1997/1998 en España a la expansión de una competición que hoy siguen en directo desde los cinco continentes, se puede apreciar un aumento de las estrellas que se inventaron una forma propia de celebrar sus proezas. Desde pioneros como Hugo Sánchez, que hizo de las volteretas su sello, pasando por la avioneta de Ronaldo Nazário o el sombrero cordobés de Finidi Geroge en los noventa y hasta llegar a la colección de celebraciones que exhiben la mayoría de ídolos actuales, como Luis Suárez, Lucas Ocampos o Sergio Ramos, que los aficionados ya conocen de memoria.
Tal importancia ha cobrado ese espacio festivo que LaLiga, además de publicar al término de cada jornada los goles de todos los equipos, comparte semanalmente vídeos con los mejores momentos de las celebraciones.
Las palabras de Urzaiz, que vivió un tiempo diferente y nunca estuvo demasiado pendiente de esa faceta, hacen intuir que para los artilleros no cuenta tanto la factura o el número de goles, sino la emoción que estos generan en la hinchada. Después de conseguir un hattrick con el RCD Espanyol de Barcelona y superar la barrera de los 100 goles con el Athletic Club, emulando al mismo Johan Cruyff con acrobática diana en una tarde de gloria contra el Recreativo de Huelva, asegura que sus dos chicharros más especiales fueron los que le dieron el ascenso a la desaparecida UD Salamanca en 1995. “Esos goles fueron los que dieron impulso a mi carrera”, confiesa el ariete.