El Getafe de Bordalás somete al Leganés

El intratable Getafe sigue empeñado no bajarse de Europa y ni el halo de un derbi, que tiende a igualar a los rivales, supuso un obstáculo en ese camino. José Bordalás, técnico azulón, sacó a relucir su cuaderno en el duelo del sur Madrid en un partido en el que su equipo avasalló a un Leganés estéril. Cabrera, Nyom y Mata desarmaron en apenas media hora a los pepineros, que echaron de menos a En-Nesyri, flamante fichaje del Sevilla. Desesperado e impotente, el Leganés mantiene la penúltima plaza con 14 puntos, mientras que el Getafe se reengancha a la lucha por la Champions.

El Leganés se desangró por la banda derecha, incapaz Bustinza de frenar las galopadas de Cucurella, siempre escoltado por Olivera y Mata. El ariete madrileño forzó la estirada de Cuéllar en una de esas primeras internadas. Tras el córner, Cabrera abrió el marcador con un potente testarazo. Por alto y por bajo controlaba el Getafe al Leganés, que bregaba y sufría para llegar a la portería de Soria. El portero, que se fue prácticamente inédito, se lució ante Rodrigues en la única ocasión de peligro de los pepineros en la primera parte. El balón parado y los destellos de Óscar Rodríguez fueron las inofensivas armas de un Leganés absolutamente anulado.

La insistencia del Getafe por la izquierda no tardó en romper de nuevo al Leganés. Nyom, exjugador pepinero, se ganó la pitada de Butarque tras batir de cabeza a Cuéllar con ayuda del travesaño tras un centro de Cucurella. Molina fabricó la sentencia diez minutos después a partir de un robo en el centro del campo, fruto de la asfixiante —y habitual— presión que aplicaron los hombres de Bordalás en la salida de balón de los locales. El veterano ariete se plantó en el área, sentó a Bustinza con un recorte y, cuando tenía el gol en sus botas, cedió el balón a Mata para que lo empujara.

El Getafe, acomodado en el marcador y en el campo, le ortorgó el balón al Leganés, que ni pudo ni supo hacer nada con él. El partido se fue embarrando en una segunda parte plagada de interrupciones y tarjetas amarillas, pero escasa en ocasiones. Mata pudo hacer el cuarto en un contraataque tras una salida terrible de Cuéllar, que rectificó y se jugó el tipo para despejar el balón junto al palo en la última ocasión memorable del encuentro.