“Tenía más estrés en el Zaragoza que en el Madrid”
El central del Granada Jesús Vallejo, propiedad del club blanco, analiza su buen momento tras dos años y medio casi sin jugar
Jesús Vallejo (Zaragoza, 23 años) ha revivido en el Granada. Tras su escasa participación con el Real Madrid, al que todavía pertenece (solo jugó 19 de los 119 partidos posibles en dos temporadas), se marchó cedido al Wolverhampton. En la Premier, sin embargo, aún se le vio menos: apenas disputó el 17% de los minutos. “Algo había que no alcanzaba a comprender”, afirma el defensa. Así que, en un movimiento poco habitual, a mitad de curso se suspendió la cesión y se marchó al Granada, donde ha vuelto a jugar con regularidad. “La mejor decisión de los últimos tiempos”, comenta. Este miércoles se enfrenta a los blancos (19.45, Movistar LaLiga), equipo al que aspira volver en las cuatro temporadas que le restan de contrato.
Pregunta. ¿Se llegó a desesperar por jugar tan poco?
Respuesta. No, desesperar para nada. Disfruto mucho de mi profesión. Nuestro trabajo es entrenar y dar lo mejor para, cuando llegue el momento, ayudar al equipo. Me tomo así el deporte y eso hace que no me desespere.
P. ¿Se puede disfrutar si no se juega mucho?
R. Hay gente a la que le cuesta más. Yo he disfrutado sin jugar. Está claro que lo ideal es jugar y ganar. Pero también hay que sacarle disfrute a los compañeros y las concentraciones porque, si no, hacemos un problema de algo que es un privilegio.
P. ¿Qué le dice Diego Martínez?
R. Prepara muy bien los partidos. Sales al campo y sabes lo que tienes que hacer. Todo lo que analizamos en vídeo y entrenamos en el campo son las situaciones que luego se producen en los encuentros. Los jugadores confiamos mucho en él por eso.
P. ¿Se le pilla rápido a un entrenador que trabaja y a otro que trabaja menos?
R. Todos trabajan. Siempre trato de quedarme con lo bueno de cada uno.
Sobre su accidentado paso por el Wolverhampton: “Algo había por ahí detrás que nunca sabré”
P. ¿Qué elegiría de los que ha tenido?
R. En las inferiores del Zaragoza tuve uno, que también se llamaba Diego Martínez, con el que aprendí a pensar en el juego. Después debuté con Víctor Muñoz y con él eran unos entrenamientos muy físicos. Ahí vi que había llegado al fútbol profesional. Con Popovic y en las inferiores de la selección mejoré la salida de balón. Zidane lleva de maravilla la gestión de grupo con jugadores de nivel top. Y Diego maneja bien la táctica.
P. Falta Nuno Espírito Santo en esa lista [técnico del Wolverhampton].
R. Bueno, son los entrenadores que más me han marcado.
P. ¿Qué le pasó en Inglaterra?
R. Entrenaba como el que más, me cuidaba y estaba preparado. Pero no me dieron muchas explicaciones. Algo había por ahí detrás que no alcanzaba a comprender. Nunca lo supe y nunca lo sabré por mucho que pregunte. Prefiero centrarme en otras cosas porque sería perder el tiempo. Así que cambié de club para estar rodeado de un ambiente más sano. Venir a Granada ha sido la mejor decisión de los últimos tiempos.
P. ¿Qué falló para no jugar más en el Madrid?
R. La competencia es muy alta. Uno intenta prepararse y aprender de los mejores. Esos dos años me fijé mucho de Sergio Ramos, Nacho, Varane… Es la élite mundial.
P. Llegó con 20 años. ¿Le pilló muy joven?
R. Creo que no. Ya había jugado dos temporadas con el Zaragoza, y como capitán. Tenía experiencia en la sub-21. Me sentía preparado.
P. ¿Si volviera sería distinto?
R. Influyen un montón de factores. Ellos siguen siendo cuatro centrales, con Militão ahora, de altísimo nivel. Considero que cada año voy mejorando y aprendiendo, como la gran mayoría.
P. Al margen de Ramos y Varane, nadie ha conseguido jugar con regularidad en el centro de la defensa del Madrid. ¿Por qué?
R. Son muy buenos y tienen la confianza del entrenador. La gente que entra lo que tiene que hacer es darlo todo. Muchas veces, hay factores que no solo dependen de uno. Nacho siempre lo ha hecho fenomenal cuando ha salido, él tiene que estar tranquilo. Uno ya no puede hacer más. La competencia es muy alta.
“Yo he disfrutado del fútbol sin jugar. Si no, hacemos un problema de algo que es un privilegio”
P. ¿Aspira a volver al Madrid?
R. Sí, por supuesto. En Granada estoy muy centrado, pero por supuesto, ojalá que en el día de mañana pueda estar en el Madrid. Pero no es algo que me obsesione mucho. Lo que me voy dando cuenta es de que hay que estar centrado en cada entrenamiento.
P. ¿Qué le decía Zidane?
R. Que me fijase en los centrales, que disfrutase. Transmite mucha confianza.
P. ¿Es más fácil ser defensa en el Granada que en el Madrid?
R. Es distinto. En cada equipo te piden unas cosas. Aquí jugamos bastantes veces con tres centrales y es algo que en el Madrid o en la selección no se da. Quizás me encuentre más cómodo con dos porque es lo que más he entrenado.
P. Ha jugado en Alemania, Inglaterra y España. ¿Cuál es la liga más difícil para un defensa?
R. En la Premier hay atacantes muy fuertes y rápidos. Para ser defensa, en Inglaterra hay que estar bien preparado a nivel físico porque se dan muchos duelos. En España, la calidad técnica y táctica es más completa. Puede que, por ser español, tenga más los conceptos de aquí.
P. ¿Por qué en España se meten ahora menos goles?
R. Ni lo sabía… Igual se corresponde con lo que hablábamos, que se trabaja muy bien la táctica, que los jugadores entendemos la idea de los entrenadores a nivel defensivo.
P. Ahora se lesiona menos.
R. En los entrenamientos estoy sabiendo dosificar más. Recuerdo que, con 17 y 18 años en el Zaragoza, iba a todos los balones con una energía tremenda, y ahora he aprendido a canalizarla, y tener una vida tranquila fuera. Desconectar.
“Aspiro a volver al Madrid, por supuesto”
P. ¿Achaca a estas causas sus lesiones habituales en el Madrid?
R. A lo mejor, como no tenía tantos minutos, quería entrenar fuerte para estar preparado. De todas formas, no sabes los motivos exactos de las lesiones, lo hablamos con los fisios. Un jugador se puede lesionar cuando mejor está porque te ves capaz de todo, y eso te acerca más a la lesión. Te pegas dos carreras de más, tiras más de la cuenta, participas más…
P. ¿El estrés influyó en sus problemas físicos en el Madrid?
R. Me notaba muy tranquilo y disfrutaba mucho. No creo que influyera, no tenía estrés. Creo que lo sufría más en el Zaragoza, que era el capitán y un chaval que había salido de la cantera y tenía 17 años, que luego en Madrid o ahora en Granada. No me suelo comer la cabeza ni le doy muchas vueltas a las cosas.
P. ¿Ha recurrido a alguna terapia para llegar a este punto?
R. Me gusta mucho hacer estiramientos por las tardes en casa. Es un momento de desconexión. No sé si puede servir de meditación, pero esa media hora me hace sentirme bien.
P. ¿La pinta de chico formal se corresponde con la realidad?
R. Sí. Tengo una anécdota en el partido del playoff con el Zaragoza ante el Girona en la Romareda. Ese día hice la selectividad. Dormí en el hotel, desayuné con los compañeros, me vino a buscar un amigo con el permiso del club, hice los exámenes y volví al hotel como si nada. Bueno, luego esa noche nos metieron tres… Como dedico tanto tiempo al fútbol y en su día a los estudios, tampoco me da para pensar en otras cosas. No necesito una vida más alocada.
“Soy austero, no necesito una vida alocada ni cosas caras o extravagantes”
P. ¿Es austero?
R. Sí. Me gusta disfrutar de las cosas, pero con tranquilidad. Prefiero los pequeños detalles más que las cosas caras o extravagantes.
P. ¿Le falta mala leche?
R. Considero que no. Muchas veces la mala leche no lleva a ningún lado. Intento ser positivo y transmitir energía a mis compañeros. Es mi forma de ser. En el campo intento ser contundente. Y fuera, ayudar al compañero y aportar alegría y pasión.
P. ¿Qué defectos se encuentra?
R. Al margen de los vídeos que nos pone el míster, hablo con el analista para que me pase cortes. Me gustaría tener más dominio de la pierna mala, la izquierda, y hacer algún gol de cabeza, ser más peligroso en ataque. Y, en lo personal, desconectar más del fútbol, tener más tiempo para mi vida personal. Disfrutar más de las cosas de la vida.
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