El Eibar no consigue marcar en Ipurua
Los de Mendilibar empatan sin goles ante el Valencia,que pudo llevarse el triunfo en el último suspiro
Al Eibar le han quitado la referencia de su público; las gradas laterales llenas, los fondos entusiastas, o la alegre muchachada de Eskozia La Brava. Y parece como si le hubieran quitado las porterías de Ipurua. Está a sólo ocho minutos de llegar a una cifra redonda: 500 minutos, sin marcar un gol en su campo. El último lo hizo Kike García frente al Athletic y además, no sirvió para nada porque el equipo de Mendilibar perdió, y es el único que han conseguido en casa desde que comenzó LaLiga.
Es un problema muy gordo el del equipo azulgrana después de tantas jornadas, por eso, a lo máximo que puede aspirar de momento es a que el rival tampoco marque. El Valencia no lo hizo, aunque pudo, y cada equipo se fue para casa con la insatisfacción de llevarse un punto insuficiente.
La primera parte fue plana, sin demasiadas alteraciones en su encefalograma; de vez en cuando, Bryan Gil, por la izquierda, provocaba algún pico en la gráfica cuando conseguía superar a Wass, También alguna llegada de un Valencia agazapado, si lograba enlazar un par de pases verticales seguidos para acercarse a Dmitrovic, sobre todo en un centro desde la izquierda de Maxi Gómez al que no llegó Vallejo por poco. Pero ese lance se produjo casi a la media hora, después de mucho tiempo en el que los balones volaban sobre el medio campo. A los dos equipos les sobraban los futbolistas que pisan con asiduidad el círculo central.
Parecía el Eibar tener el control del juego, aunque en realidad era el Valencia el que decidió cederlo, confiado en robar y correr, pero a ninguno de los dos equipos les funcionó su plan, por lo menos de cara a puerta. Al margen de la ocasión de Vallejo, en el área del Valencia, Domenech gozó de una relativa tranquilidad. Sólo una vez, en un remate flojo de Kike García, se estiró para neutralizarlo. Tal vez para sacudirse el frío.
Por el mismo camino transcurrió la segunda parte. El Valencia se estiró algo más, aunque sin demasiados alardes, aunque en una acción en el minuto 52 provocó la parada más vistosa de la noche. Una durísima volea de Racic la neutralizó. Dmitrovic metiendo un brazo de acero para desviar la pelota al poste antes de atraparla.
En la recta final se alargó el Eibar todo lo que pudo, y entonces sí se acercó con peligro, aunque sin acierto, a la portería del Valencia. Domenech estuvo avispado para tapar un disparo de Expósito y otro de Enrich. También la cruceta se interpuso en un cabezazo del 9 azulgrana. No consiguió anotar el Eibar, alargando su racha nefasta en Ipurua, pero pudo ser peor, porque en el último minuto del descuento, Gameiro remató a quemarropa ante Dmitrovic, y el guardameta serbio volvió a salvar a su equipo del desastre.
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