“No dijimos que cambiaríamos el tenis”
Kosmos, organizadora del torneo, defiende la agilidad del formato pese a las quejas por la finalización de los partidos de madrugada. La Caja Mágica solo tiene tres estadios y el margen de maniobra es mínimo
A esta construcción revolucionaria que es la nueva Copa Davis le apareció en la jornada inaugural del lunes una grieta, por la que han ido asomándose desde entonces las quejas de aquellas selecciones que han visto cómo sus eliminatorias se extendían hasta bien entrada la madrugada. La última en sumarse a esa lista fue España, que arrancó la serie del martes frente a Rusia a las seis de la tarde y la cerró cuando restaban solo diez minutos para las dos de la madrugada.
“Los horarios no son los mejores. Jugar a las seis de la tarde tres partidos…”, lamentó Feliciano López tras la victoria del dobles junto a Marcel Granollers. “Estos días veníamos hablando de eso, de que si se alargaba uno de los individuales podíamos terminar a las dos de la mañana, y no nos hemos equivocado. Pero es lo que hay. Al final, se juega todo en una semana y está muy comprimido, pero todos los equipos estamos en la misma situación, así que no puede servir de excusa”, amplió el toledano, en una postura compartida por el resto del equipo español.
“Cuando se hace por primera vez algo siempre hay errores… Es evidente que habrá que hacer algo, porque no puede ser que terminen los partidos a las dos de la mañana; a mí, de hecho, me ha condicionado porque no he podido poner a mi jugador número uno [Nadal] en el dobles, así que habrá que ajustarlo para la próxima vez”, se sumó el capitán, Sergi Bruguera, que frenó la voluntad de Nadal de participar en un partido que hubiera supuesto una carga física extra para un jugador capital. “Es un problema pensando en los jugadores, en los equipos y en el público, porque mañana es día laborable”, añadió el balear.
“Es absurdo que sea tan tarde”, aseguró contundente Frank Dancevic, capitán de Canadá, un país que en la jornada inaugural del lunes arrancó su primer partido a las cuatro de la tarde, y terminó con el dobles al borde de la madrugada. “Empezar a las seis o las siete es algo duro...”, le secundó Pospisil, uno de sus pupilos.
Según los datos de asistencia facilitados por la organización, 20.200 espectadores acudieron a las instalaciones de San Fermín durante toda la jornada del martes, superando ampliamente los 12.114 del primer día, a pesar de que si bien durante los encuentros de Bautista y Nadal la pista mostró un lleno absoluto, durante el dobles cerca de la mitad de los asistentes ya habían abandonado la Caja Mágica. El problema de la transformación de la función de tarde en una especie de sesión golfa no presenta ninguna posibilidad de corrección horaria, ya que el diseño del calendario no contempla ninguna alteración posible.
En realidad, los retrasos en el tenis no suponen ninguna novedad. La naturaleza del propio deporte los propicia, dado que a diferencia de otros se desconoce cuándo terminarán los partidos. Ha sucedido en esta nueva Davis, y ocurre también en Melbourne, Madrid, Roma o Nueva York, entre muchos otros. No obstante, choca la dilatación de las jornadas con el mensaje de dinamismo que proyectaba desde un comienzo la organización para definir el evento. “No vamos a cambiar el tenis. Se mantiene la base de un torneo habitual, pero es distinto. Ahora una eliminatoria se resuelve en un día, no en tres. Esa es la agilidad del formato. No dijimos que fuéramos a convertir los partidos en partidos de hora y cuarto”, defienden desde Kosmos.
La empresa organizadora explica que ha tratado de adaptarse a las condiciones de este primer año de lanzamiento. La Caja Mágica cuenta con tres estadios hábiles, por lo que el margen de maniobra es muy reducido. “Lo ideal sería tener cuatro o cinco, y también contar con 10 días de competición en lugar de siete. Ojalá salieran todas las cosas a la primera, pero creemos que pare seguir mejorando y ser mejores es bueno escuchar críticas y buscar soluciones. Estamos en ello”, señala Galo Blanco, director deportivo de Kosmos.
“Es increíble que un martes, a las 1.45, hubiese 8.000 personas viendo un partido de dobles; yo creo que eso nunca se ha visto en un Grand Slam. Hace dos meses, en el US Open, hubo 1.500 personas en la final de esa modalidad, y aquí hemos tenido 8.000…”. prorroga el directivo, a cuyo lado responde Albert Costa, director de las Finales de la Davis. “Nos tenemos que comparar con el formato antiguo”, dice el campeón de Roland Garros 2002. “Antes se jugaba desde la primera ronda, a cinco sets, así que es mucho más dinámico. Lo pueden decir los jugadores. Yo he sido jugador, he participado muchas veces en la Davis y, sí, ayer se acabó tarde, pero esto ya ha ocurrido muchas veces. ¡Ojalá yo hubiera podido jugar con este formato!”.
Insiste Blanco en reforzar la particularidad de la Davis frente a otros torneos, en cuanto al seguimiento de los aficionados. “La idea es que cada aficionado siga a su equipo, no es un torneo habitual. Si vienes en mayo aquí, al Masters de Madrid, compras una entrada para ver a Federer y luego a Murray, por ejemplo. En un día ves a cuatro. Aquí es diferente. Es la Davis y vienes a ver a tu país: a Rafa, a Roberto, a Feli… A ver a España. Es diferente, y nosotros queremos que haya esa sensación, la de que sientas que vienes a ver a tu país”.
Pese a la circunstancia, los organizadores explican que el nuevo proyecto está en una fase experimental e inciden en la buena acogida de los jugadores. Al margen del contratiempo temporal, entre la gran mayoría de los tenistas se extiende una opinión muy favorable al nuevo diseño. “Es un formato muy diferente y hay que adaptarse, porque a veces dependes de solo un set. Yo creo que es mucho más justo y más disputado, lo iguala todo. Equipos no tan favoritos pueden dar la sorpresa, y en mi opinión, es muy positivo y hay que confiar en él”, apuntó Feliciano López. “Es apasionante. El formato hace que todo esté muy ajustado. Si tienes un fallo puede pasar de todo, es bonito. Para los equipos fuertes lo hace más difícil y al resto les da opciones”, valora Nadal.
La renuncia de Canadá al dobles cumplía el reglamento
La renuncia de Canadá a disputar el dobles ante Estados Unidos una vez logrado el pase para los cuartos de final, resultó otra de las anomalías del torneo en sus primeros días de vida. Y es que en las bases de la competición se establecía la necesaria disputa de dos partidos individuales y otro de dobles en cada una de las eliminatorias, ya que en caso de empate resultarían decisivos los resultados de esos tres enfrentamientos.
“Lo que hicieron es totalmente legal”, asegura Costa, desviándose de la idea de que los canadienses decidieron no presentarse a un encuentro que comenzaba a las diez de la noche para ahorrar fuerzas. “Hay un director médico que ha firmado que esos tres jugadores no estaban preparados para jugar [dos con problemas lumbares y uno con un problema en un hombro], y nosotros ahí no podemos hacer nada”, agrega el catalán; “estaba justificado. En todos los torneos hay jugadores que el día anterior no juegan un dobles y al día siguiente sí el individual”.
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