El derbi sevillano comienza a paladas en el río
La regata Sevilla-Betis, escaparate del mejor remo español, celebra su 53ª edición coincidiendo el mismo fin de semana que el duelo futbolístico que divide en dos Sevilla
Antes de que mañana domingo a las 21.00 horas ruede el balón en el Benito Villamarín, el Real Betis será ya campeón de un derbi. Se impuso este sábado al Sevilla en la 53ª edición de la regata que en 1960 fundaron Miguel López Torróntegui y Miguel Muñoz, dos pioneros que decidieron llevar la rivalidad futbolística de la ciudad al río Guadalquivir. Es la novena victoria consecutiva de los verdiblancos, que lograron el título también en categoría femenina y cedieron el testigo, en cambio, tanto en veteranos como en la prueba de aspirantes. Entre los participantes se halla lo mejor del remo nacional, internacionales e incluso olímpicos, deportistas que, durante el año, son compañeros y trabajan codo con codo, y que sin embargo abandonan su rutina para defender los colores del Betis o el Sevilla según su afición y tras superar una dura prueba de selección en esta carrera que recorre de norte a sur el río durante 6,2 kilómetros.
Dice el director de la prueba, Jesús Prieto, que no hay metáfora más atinada que esta carrera para describir lo que significa ElGranDerbi para Sevilla y cómo se vive en la ciudad, y lo ejemplifica en los casos de Jaime Canalejo y Javier García. Ambos consiguieron, juntos, el pasaporte para España para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 en la categoría de dos sin timonel. Comparten habitación en las concentraciones, su día a día transcurre en compañía del otro, de su sincronía depende su éxito y, sin embargo, cuando se avecina la fecha de la regata del derbi, el uno se enfrenta al otro. Eso es un Betis-Sevilla.
Esta 53ª edición tuvo un añadido especial. La fortuna ha querido que, en el mismo fin de semana, coincidieran el derbi del césped y del río. Lamentablemente Canalejo y García no pudieron meterse en el agua, pues se hallan en Sierra Nevada con el equipo nacional, preparando los Juegos que disputarán el próximo verano. Quien sí ha estado ha sido el fisioterapeuta de la selección, Tomás Jurado. Quien disputara cinco mundiales de remo, ahora parte del equipo médico de la selección, llevó el timón de la embarcación del Real Betis. "Lo hablaba con Javi [García]: la Sevilla-Betis es otra historia. El que queda segundo es último y es durante 365 días el perdedor. Es emocionante defender en un trance así al equipo del que eres desde chiquitito”, comentaba mientras viajaba a Sevilla para llegar a tiempo al Club Náutico para uno de los últimos entrenamientos antes de la competición.
“Además, son seis kilómetros [también para el femenino absoluto, desde hace tres años], el triple que en una prueba común, y tenemos, gracias a la repercusión del fútbol, la ocasión ideal para captar la atención para que más gente se aficione al remo", cuenta Jurado, que antes de consumar la victoria fantaseaba ya con alzarse de nuevo con el trofeo y lucirlo ante las gradas del Villamarín el próximo partido. Hasta ahora conocido popularmente como el Cocodrilo, este galardón que pesa más de 70 kilos adoptará desde esta edición el nombre de su impulsor en los años 90, José Antonio Muñoz Anchoa, fallecido en 2018.
Prieto concuerda con Jurado a propósito de la importancia que esta regata tiene para el remo en Sevilla. Los participantes, explica, han de haber estado federados durante al menos dos años en un club sevillano o haber competido en las filas de alguno durante las pruebas del campeonato nacional.
Para ser seleccionados para la Sevilla-Betis, a mediados de octubre realizan un test en remoergómetro (máquina de simulación de remo que también sirven para entrenar en los gimnasios). De acuerdo con los resultados, con los tiempos que cada uno obtenga, se elabora un ranking sobre el cual los capitanes y entrenadores de cada equipo elegirán sus tripulaciones, para comenzar a entrenar y prepararse la competición. El que rema para el Sevilla no podrá en ediciones siguientes hacerlo para el Betis y viceversa, no se admiten los cambios de chaqueta.
"Este año había más de 50 aspirantes para formar cada ocho titular. Los que este sábado se han subido al barco tienen hasta oros mundiales. Crean escuela, enseñan por qué, con dedicación, nuestros equipos de remo son siempre los mejores de España". Prieto calcula en unas 10.000 personas las que se dan cita en las márgenes del Guadalquivir y apostadas desde los puentes del Alamillo y la Barqueta hasta los de San Telmo o los Remedios, además de aquellas que han podido verlo en por televisión. Fue el primer año en que se retransmitió en directo, por parte de Canal Sur.
"Es un deporte muy sacrificado donde existe una camaradería excepcional". Lo sabe bien quien habla, Luis Castro, consejero del Sevilla FC. Castro arrastra secuelas de haber padecido la polio y, ya pasada la treintena, comenzó a practicar deporte. Empezó con el ciclismo adaptado pero alguien lo contactó para que ayudara a clasificar al equipo de remo de España para los Juegos Paralímpicos de Pekín 2008 y él aceptó el reto. "Luego no pude acudir por lesión, pero conseguimos que el esquife masculino estuviera en China". Afirma convencido que el Sevilla es "mucho más que los partidos del domingo", como, dice, demuestra que siempre hayan apoyado en todos los sentidos a sus remeros. Esta ha sido su primera regata en su doble condición de aficionado y directivo sevillista. “Ya mantuve conversaciones con el entrenador y, desde luego, hice oír sus sugerencias en el consejo de administración. Creo que muy pronto podremos involucrar todavía más a estos fantásticos equipos con el día a día del club”.
Pablo Vilches, director de Secciones Deportivas del Betis, siguió a los suyos desde el río, en una embarcación tras la senda de los béticos. "Desde el principio quisimos tratar el remo como una más de las secciones del club, como el fútbol femenino, el fútbol sala, los e-Sports o el equipo de LaLiga Genuine Santander, que se sintieran parte de la institución. Todos tienen su uniforme de entrenamiento, hacemos una cena con la plantilla, mantenemos el espíritu de equipo vivo".
Vilches cuenta que algunos de sus remeros, los protagonistas de esta racha victoriosa, habrían deseado enfrentarse en más ocasiones a los de Cambridge y Oxford, a los que han batido solo en 2005 (salieron derrotados en 1992, cuando remaron con motivo de la Expo, y diez años más tarde, cuando conmemoraban ese momento, únicos enfrentamientos además de ese de 2005 por el centenario del Sevilla, regata que ganó el Betis). "¡Su mejor ocho las habría pasado canutas con nuestro mejor ocho! Nos conocemos todos de mundiales y nosotros tenemos la ventaja de estar más habituados a remar juntos, más acompasados", dice el capitán del Betis, Noé Guzmán, que presume del barco que han estrenado en esta regata.
"No hay otro como este en el mundo", explica el entrenador verdiblanco, Gaspar Company, que comenta que se trata del mismo modelo con el que fue campeona la tripulación del ocho con timonel alemán en el último campeonato del mundo, "pero más nuevo". Un barco de 96 kilos de peso y unos 17 de eslora fabricado con fibra de carbono y kevlar (el material con que se hacen los chalecos antibalas), muy semejante, de hecho, a la flamante embarcación que el Sevilla hace un par de años adquirió para los suyos. Una inversión que el técnico bético estima en unos 60.000 euros, más 5.000 de los remos y sufragada, como antes hiciera el Sevilla, por el club verdiblanco.
Company también es durante el año amigo íntimo de su homólogo sevillista Juan Luis Aguirre, pero durante las semanas en que preparan la regata se concentran cada uno en sus objetivos. Aguirre es el remero más laureado de la ya larga historia de la Sevilla-Betis, con 14 victorias. Con 18 ya remaba con el equipo absoluto, su talla es tal que llegó a competir en los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992, uno de sus recuerdos más hermosos. ¿Los otros? Una remontada de su barco in extremis al del Betis tras superar varios infortunios durante la travesía y la última victoria sevillista, la de 2010. "Era enero, estaba casi nevando, cosa muy extraña en Sevilla. Fue simplemente increíble".
Su capitán este año, Patricio Rojas, ya predijo que 2019 serviría para comenzar a voltear las tornas. "Nuestros jóvenes vienen achuchando mucho, en la categoría de aspirantes deberíamos ganar, somos mejores aunque, como decimos aquí, 'siempre hay que remarla". Ganaron de veras, con un Pablo Pino, de solo 12 años, a los mando del timón. Tuvo que competir cargado con una pesa de siete kilos, por no alcanzar el mínimo reglamentario de 55. A pesar de ser diez años menor que algunos de sus compañeros, en una tarde nublada, durante uno de sus entrenamientos, ya lucía temple dándoles órdenes: "Barco fuera, ¡ya!; ¿listos?, manos, ¡ya!”.
El remo y la igualdad
El Guadalquivir es, dicen, la mejor pista natural para quienes practican remo: kilómetros y kilómetros de cauce lleno y aguas calmas. A ella acuden las selecciones europeas cada invierno para entrenar. Pero es también un camino ejemplar hacia la igualdad en el deporte. La regata lleva ya 30 años incluyendo categoría femenina y, de esas competiciones, han salido algunas de las deportistas nacionales más señeras. Como Esperanza Márquez, que en Atlanta 96 se convirtió en la primera española en competir en remo en unos Juegos Olímpicos. “Tras Sídney había dejado de remar, abandoné casi por completo el deporte porque fui madre. Pero poco a poco regresé. Empecé corriendo, llegaron los maratones, y, de vuelta al agua, en competiciones de veteranos —que gané una tras otra—. Y el año pasado mis hijas me insistieron y me picó el gusanillo”. A sus 46 años, lideró el barco del absoluto femenino del Real Betis, equipo del que son todos en su casa. Además, por primera vez este año, tanto la carrera femenina como la masculina la arbitraron dos mujeres: Sonia Ruiz y Odra Quesada.