_
_
_
_

Salisu, el muro del Valladolid

El defensa ghanés llegó a España en 2017 y se ha convertido en titular en Pucela

Salisu celebra el gol ante el Eibar el domingo.
Salisu celebra el gol ante el Eibar el domingo. R. García (EFE)

En dos años ha pasado de jugar en campos de tierra a convertirse en titular del Real Valladolid. Mohammed Salisu (Accra, Ghana, 20 años) lo dejó todo por el fútbol y llegó a un nuevo país sin conocer ni el equipo, ni el idioma ni, sobre todo, el juego español. El clima frío de la ciudad de Castilla y León no afectó a su capacidad de adaptarse a este desafío. El defensa ghanés ha crecido tácticamente hasta impresionar a quien esperaba en su éxito. El domingo logró marcar su primer tanto en LaLiga ante el Eibar (2-0) y contribuyó a dejar la portería del Pucela a cero. Solo Atlético (5) y Athletic (7) han encajado menos goles que los vallisoletanos (9) en las primeras 10 jornadas. 

El futbolista fue descubierto por Fran Castaño, su entrenador en Accra, que dejó España para instalarse en África y convertirse en exportador de talentos. Ahí fundó la African Talent Football Academy (ATFA) y ofreció a esos jóvenes jugadores apoyo e infraestructuras para soñar con una carrera en el fútbol europeo. Entre esas promesas, Salisu destacó: “Me pareció muy elegante y además era zurdo, lo que es muy difícil en África. El nivel técnico era muy alto y no jugaba largo como solían hacer ahí sino que intentaba jugar corto”, afirma Castaño.

Más información
Messi recibe su sexta Bota de Oro a los 15 años de su debut con el Barça
La Masia, espejo del mundo y del Barça

El primer obstáculo estaba en el entender el tipo de juego al que Salisu se enfrentaba. Entonces no conocía el Valladolid, que militaba en Segunda División, ni el juego español, muy diferente del ghanés, como el defensa explica: “En Ghana jugamos más como en Inglaterra pero en España juegan el tiki taka, el buen fútbol. En Ghana golpeamos y corremos, golpeamos y seguimos y jugamos agresivos”. 

Sin embargo, adaptarse a los esquemas de juego y a la nueva vida que le esperaba nunca ha sido un verdadero problema para él, como cuenta Víctor Fernández, segundo máximo goleador en la historia del Valladolid en LaLiga, que lo entrenó en el Juvenil A del Pucela: “Fran me dijo que era un central de nivel y que me lo aconsejaba. Me dijo que me lo iba a traer una semana o dos y que si me gustaba me lo quedaba. Le dije a Alberto Marcos [el coordinador de la cantera, otro referente en Pucela] que lo tenía que fichar ya. Se veía que tácticamente le faltaban muchas cosas pero lo entendía fácil y muy rápido, a pesar del idioma. Nada más llegar, con dos entrenamientos míos, vi que marcaba diferencias. El físico que tenía, también el golpeo interior y exterior eran bestiales. Todo lo que está pasando me imaginé que iba a pasar”.

Diez semanas después, Salisu era titular en el Promesas, el equipo filial de la Segunda División b. Jugó 39 partidos y marcó un tanto. Por entonces ya se entrenaba con el primer equipo pero la oportunidad se presentó cuando el Valladolid vendió a Fernando Calero al Espanyol y se quedó con la necesidad de rellenar ese hueco en la defensa. Lo solucionó con el joven talento de la cantera. El ghanés ha aparecido en todos los partidos de esta temporada. Solo faltó unos minutos contra el Espanyol por una contractura muscular de la que se recuperó con prisa para medirse a Morata y Diego Costa en el empate contra el Atlético del 6 de octubre (0-0). Tras ese partido, LaLiga publicó en Twitter: "Ha nacido una estrella". 

Su compañero y mentor en la cancha es Kiko Olivas, que, con 11 años más que él, intenta transmitirle los secretos del oficio. Olivas, como también Fernández y Castaño, coincide sobre los aspectos en los que Salisu debe mejorar: “Podría mejorar tácticamente. Todavía le faltan cosas pero es normal. Tiene que coger experiencia y saber, sobre todo, cuál es el mejor movimiento en cada instante. Aún así, está haciendo unos partidos increíbles y lo tiene bastante controlado”, explica el central del Valladolid. El exceso de ímpetu lo llevó a cometer la falta que causó el penalti contra el Villarreal.

El africano es un muchacho muy tímido e introvertido. Todavía no maneja muy bien el castellano y en sus momentos libres prefiere quedarse en casa porque le gusta "ver películas” y “recuperar energías”, dice en inglés. Cuando se le pregunta sobre su gran inspiración, no tiene dudas: “Mi ídolo es Umtiti porque me gusta cómo juega y en Ghana mis amigos me llamaban así. Es muy bueno con y sin la pelota”. 

Salisu ha sido el éxito más importante del ATFA. Otros talentos siguen llegando desde Ghana con la esperanza de alcanzar su nivel. Aunque le queda un largo recorrido, en caso de que siga así Castaño lo tiene claro: “Creo que va a ser uno de los mejores centrales del fútbol africano y si todo va bien podría jugar en uno de los 10 mejores equipos del mundo”.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_