España mide a sus volantes
El equipo de Luis Enrique pone a prueba la nueva línea que lidera Busquets contra Modric y Rakitic, responsables de conducir a Croacia a la final del Mundial de Rusia
El Mundial de Rusia cuestionó la vigencia del juego de posesión hasta que aparecieron en escena los croatas. Tres croatas, exactamente. Modric, Rakitic y el guardián Brozovic cubriéndoles las espaldas, demostraron a los revisionistas del tiki-taka que la apuesta por cuidar el balón del primer al último pase era la más competitiva si se sabía aplicar. La pequeña Croacia alcanzó la final de Moscú y dominó a Francia practicando el fútbol que había caracterizado a España en la última década. Esta martes en Elche (20.45, TVE1), el fabuloso mediocampo croata se medirá a su contraparte española en el que será el mayor duelo de especialistas que se puede ver en estos días.
Sergio Busquets ejerce de anfitrión. El mediocentro del Barça, un referente de los volantes croatas, es el punto de apoyo de la maquinaria que construye Luis Enrique. Han desaparecido de su órbita Xavi, Alonso, Iniesta, Silva y Koke y se han sumado Thiago, Saúl y Rodri, en un carrusel en el que él es lo único que parece invariable. Le preguntaron por los que se fueron y los que llegaron y sonrió mostrando los dientes: “¡Lo importante es que esté yo!”.
Discípulo de Busi en el Barcelona, el rubio Iván Rakitic se presentó al entrenamiento en el Martínez Valero con la soltura de un cicerone. “Estamos hablando del mejor pivote del mundo”, dijo, cuando le pidieron que comparase a Busquets con Modric; “lleva años jugando al máximo nivel. Es un placer jugar con Busquets porque siempre sabes que tiene un apoyo a tu lado. Hace mejores a los demás. Luka es muy diferente. Da otras cosas al equipo. Si pudieran juntarse los dos estarían muy contentos”.
“El papel de Busi”, observó Luis Enrique, “es el mismo que ha venido desarrollando en estos años en su club y en la selección. Prácticamente es el timón. Es muy importante para nosotros”.
El técnico destacó a Rodri como sucesor aventajado. “Tiene las mismas condiciones de Busi”, dijo. Pero sabe que, por ahora, la selección no puede funcionar bien si Busquets no está cómodo. Consciente de la importancia del mediocentro catalán para dictar los tiempos del juego, Luis Enrique comenzó su obra por acompañarle con dos volantes capaces de interpretar sus decisiones al instante. El sábado pasado en Wembley (1-2), el seleccionador armó su primera alineación colocando a Thiago a su derecha y a Saúl a su izquierda. Durante la concentración en Krasnodar, Busquets comentó a sus colegas que prefería maniobrar escoltado por Thiago e Iniesta. No lo entendió así Fernando Hierro, que le acompañó de Koke e Isco para enfrentarse a Rusia, el día que España quedó eliminada.
Thiago y Saúl no solo saben tocar la pelota. Tienen cualidades biológicas sobresalientes para adaptarse a los grandes recorridos del mediocampo. Son dos interiores de visión panorámica, pies sensibles y una capacidad aeróbica singular que les permite conservar la técnica después de correr más de 10 kilómetros sin apenas tiempo para recuperarse entre un esfuerzo y el siguiente. Se giran con agilidad, se ofrecen sin interrupción con desmarques que casi siempre orientan hacia la portería contraria, y cuando reciben la pelota la saben jugar rápido incluso bajo presión. Solo Sergi Roberto se aproxima a estas cualidades en la plantilla actual.
El caso de Saúl
Busquets subrayó que Saúl posee la clase suficiente para administrar el juego en el mediocampo a base de toque y desestimó que el interior del Atlético sea simplemente un gran atleta que corre y mete goles desde media distancia. “Saúl”, dijo, “es un jugador muy completo. Es muy potente, con mucha llegada, muy vertical, con buen disparo desde fuera del área; pero también puede jugar en una posición de toque, tácticamente equilibrada, y eso es lo que queremos. Intentamos ser completos para ser impredecibles”.
Ante quienes sostienen que Luis Enrique pretende transformar a la selección en un equipo que renuncia a la posesión para ganar verticalidad, Busquets se posicionó en sentido contrario. “La verdad”, opinó, “es que tampoco hay muchas diferencias entre Luis Enrique y Lopetegui. Hay más similitudes que diferencias. Todavía es muy pronto para sacar conclusiones profundas pero el sistema es más o menos el mismo. Bastantes de los jugadores también son los mismos. En general, es bastante parecido”.
Luis Enrique también desmintió que Saúl responda exclusivamente al patrón del juego que propugna Simeone en el Atlético. “Es un futbolista con unas condiciones únicas”, indicó. “Tiene perfil asociativo, puede jugar en un equipo defensivo, puede llegar al área y hacer goles... Tiene todo para ser un jugador muy importante en la selección Pero también tiene mucha competencia. Debe rendir al máximo nivel [para ser titular]”.
Los centrocampistas que enfrenten a Croacia tendrán que redoblar su atención. Para superar la presión de sus oponentes lo mismo que para robarles la pelota. El esfuerzo será enorme porque Modric y Rakitic, a diferencia de los interiores ingleses, saben cómo mover a su equipo de forma que a España no le queden apenas zonas libres para jugar con soltura.
“Nos gusta tener la posesión y nos gusta ser valientes”, dijo Zlatko Dalic, el seleccionadior.
Dalic completó una de las hazañas de la Copa del Mundo cuando llevó a Croacia a la final con solo nueve meses de trabajo. El hombre previno sobre el modo de desmantelar a un rival en el que destacó la labor de los nuevos atacantes. “Tenemos que ser más agresivos, apretarlos más de lo que los apretó Inglaterra”, dijo. “Esta España tiene mucha posesión pero tiene un juego más vertical. Entra a los espacios con Rodrigo y Aspas, que son más rápidos y más agresivos”.
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