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Özil deja la selección alemana al haber sentido “racismo” tras su foto con Erdogan

El jugador dice sentirse orgulloso de sus raíces turcas y critica el maltrato de la federación germana

La foto de Özil y Ergogan, tomada el 13 de abril en Londres, que ha generado la polémica y, a la postre, que el jugador deje la selección alemana. En vídeo, reacciones a la decisión de Özil.Vídeo: HANDOUT REUTERS / REUTERS-QUALITY

El centrocampista Mesut Özil ha anunciado este domingo que deja la selección de Alemania, un mes y medio después de desatar la polémica por posar en una foto junto al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y tras criticar al proceder de los medios de comunicación y la federación en esta controversia. El futbolista ha publicado una declaración de dos folios en su cuenta de Twitter, en la que asegura que ha sentido "racismo" y "falta de respeto" hacia sus raíces turcas y acusa a la federación de no aceptarlo como alemán, pese a haber ganado un Mundial para el país donde nació.

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"Con dolor de corazón y después de considerar mucho los recientes acontecimientos, no seguiré jugando con la selección de Alemania debido a que he sentido este racismo y falta de respeto. He vestido la camiseta de Alemania con orgullo y emoción, pero ahora ya no", puede leerse en el comunicado.

"Ha sido una decisión muy difícil porque siempre lo he dado todo con mis compañeros y el cuerpo técnico y la buena gente de Alemania. Pero cuando altos cargos de la DFB [la Federación Alemana de Fútbol, en sus siglas germanas] me han tratado como lo han hecho, con falta de respeto hacia mis raíces turcas y me han acusado injustamente de propaganda política, entones ya basta. (...) el racismo no debería ser nunca, nunca aceptable".

Özil, de 29 años y hasta ahora una pieza clave en el conjunto que entrena Joachim Löw, ha explicado que decidió hacerse la foto con Erdogan porque, de haberse negado, se hubiera interpretado como "una falta de respeto" hacia sus "raíces turcas". Özil ha añadido que "volvería" a hacerse "esa foto" de verse ante esa situación.

"Tengo dos corazones, uno alemán y otro turco. Nací y fui educado en Alemania. ¿Por qué hay gente que sigue sin aceptar que soy alemán?", pregunta el centrocampista, quien jugó en el Schalke y el Werder Bremen, luego en el Real Madrid y actualmente milita en el Arsenal de Londres.

El centrocampista estuvo en el citado acto con Erdogan acompañado de también internacional de origen turco Ilkay Gundogan.  Los dos jugadores fueron muy criticados, especialmente tras la eliminación del combinado alemán en la primera fase del Mundial de Rusia. Incluso fueron acusados de falta de lealtad a Alemania, como hizo el gerente del equipo, Oliver Bierhoff, quien dijo: "Debíamos haber pensando en prescindir de él".

A Özil se le considera una pieza clave en la selección y además la imagen de la integración en Alemania del mayor colectivo de ciudadanos de origen extranjero, los germano-turcos, con tres millones y medio de personas, la mitad de los cuales conserva su derecho a voto en Turquía.

Además de Bierhoff, el presidente de la Federación Alemana de Fútbol (DFB), Reinhard Grindel, llegó a reprochar a ambos jugadores que no hubieran explicado su proceder antes del Mundial, lo que se interpretó como una forma de echarles las culpas por la eliminación.

Erdogan con Ilkay Gundogan, del Manchester City; Mesut Özil, del Arsena, y Cenk Tosun, del Everton, en el acto de la polémica.
Erdogan con Ilkay Gundogan, del Manchester City; Mesut Özil, del Arsena, y Cenk Tosun, del Everton, en el acto de la polémica.HANDOUT (REUTERS)

Özil ha explicado ahora que se habría hecho esa foto con un presidente turco independientemente de quién fuera este y afirma que él es simplemente un futbolista, no un político. Sostiene, además, que con Erdogan hablaron "exclusivamente de fútbol" y recuerda que la única vez que se había encontrado anteriormente con el presidente turco fue precisamente junto con Merkel, con ocasión de un partido entre las selecciones alemana y turca. A esas explicaciones sobre la foto siguió una segunda declaración, en que el jugador, de 29 años, criticaba duramente el proceder de los medios en ese escándalo y la falta de apoyo por parte de la DFB.

"Soy consciente de que la foto provocó grandes reacciones en los medios alemanes, pero a pesar de que algunas personas pueden acusarme de mentir o ser deshonesto, la foto no tenía ninguna intención política", señaló el futbolista de 29 años. La imagen se interpretó como un apoyo a la campaña por la reelección del líder, quien mantiene unas relaciones más que tensas con la canciller Angela Merkel.

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