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LaLiga Santander jornada 21
Athletic
Athletic
Aduriz 50'
1 1
Finalizado
Eibar
Eibar
Kike García 73'

El Athletic da un paso adelante y tres atrás

Suma diez partidos sin perder pero acaba silbado por su mal juego ante un Eibar muy superior que hizo méritos para ganar

FOTO: Pugna entre Peña y Aduriz. / VÍDEO: Declaraciones del entrenador del Athletic Club de Bilbao, José Ángel Ziganda, tras el partido.Foto: atlas | Vídeo: LUIS TEJIDO (EFE) / ATLAS

Si hubo algún optimista en San Mamés (pocos debían ser a juzgar por los pitidos dedicados al juego del Athletic), debió pensar que el Athletic alcanzó ante el Eibar otro gran registro: diez partidos seguidos sin perder. Todo un paso adelante cuando al fútbol se le hace descansar en el reino de la estadística como único argumento. Lo más pesimistas, realistas, si se prefiere, pensaron que el Athletic dio ante el Eibar tres pasos atrás. Sacó un empate, que pudo acabar en derrota, pero sobre todo retrocedió a los momentos más oscuros de su fútbol que parecía haber superado a base de oficio y remate. Empatar tanto no es un éxito y jugar así es un fracaso. Para el Eibar sí fue una buena noticia. Jugó más y mejor que el Athletic, lo acorraló, lo asustó, sacó lo peor de su defensa (Saborit sufrió más que un galeote) y casi lo apuntilla en el último tramo del partido. Entre la lluvia torrencial, el Eibar sí distinguía las rayas de las camisetas rojiblancas.

En la tribuna, Aymeric Laporte, que el lunes pasará reconocimiento en Manchester una vez que el equipo de Guardiola abone los 70 millones de la cláusula de rescisión más derechos de formación, pudo observar los huecos que dejaba en la defensa del Athletic. El primero, la salida del balón, una tarea que el equipo rojiblanco parece haber encomendado al portero Herrerín, al amparo de su buen golpeo del balón, pero que inevitablemente colabora a que la construcción del juego en el centro del campo brille por su ausencia, algo que por otra parte al Athletic no le disgusta, pero que convierte las tribunas de San Mamés, por lo previsible de su juego, en catedrales del silencio donde se oye hasta el vuelo de las moscas.

En el banquillo del Eibar, Ander Capa, que en junio de 2018 se incorporará a la plantilla del Athletic, que lo fichó tras el partido disputado en Ipurua sin saber hasta última hora que había ampliado un año su contrato con el Eibar para que sacase rendimiento económico, debió pensar que su técnico temía que mirase a las musarañas en vez de enchufarse al partido. “Si se enchufa es el amo, si no se enchufa mira a las musarañas”, dijo en la jornada previa. Fuera por eso o porque el técnico de Eibar refrescó el equipo (junto a Capa ase alojaron en el banquillo Dani García, Jordán y Charles), Capa vio como el chico para todo, Rubén Peña, cumplía su misión con más acierto que errores. Pero la defensa del Eibar estaba generosa. Orellana asustó a Herrerín a los dos minutos viéndole adelantado y enseguida el equipo azulgrana le consoló con un error de Juncà que equivocó a Dmitrovic. Cuando metía Williams la puntera a puerta vacía, apareció el manotazo del portero serbio ara evitar el gol. La lotería de la solidaridad siguió girando y un despeje hacia atrás de Etxeita lo salvó in extremis Herrerín, más exigido por sus defensas que por los delanteros del Eibar. No era justa esa desigualdad en los errores, así que entre Juncà y Arbilla se inventaron un error que dejó solo a Williams aunque Dmitrovic esta vez con el pie le arrebató el balón.

Más allá de favores y regalos, el partido lo veía mejor el Eibar que el Athletic. De hecho, el Athletic, empeñado en la jugada directa y ciega, no lo veía, y el Eibar, sin demasiados peligros, lo jugaba como le gusta, invadiendo el campo, colonizándolo, con apenas un cabezazo de Kike García que le salió muy centrado. Hasta que lego Williams y en tres carrera cambió el rumbo del partido. Williams es un jugador previsible pero imparable. En una de ellas le puso el balón en la cabeza tan cerca el gol a Aduriz que le bastaban las pestañas para empujar la pelota a la red. Era el gol numero 100 de Aduriz marcado con 30 años o más. Todo un detalle. Pero ahí nació y murió el Athletic. Ya no hizo más por ganar, sí por perder, hasta desatar la rabia, los silbidos y os pitos en la grada. Más aún cuando Kike García ratificó con un gol el dominio el Eibar, ante la apatía y desidia rojiblancas. El Eibar murió en el área del Athetic queriendo ganar, y el Athletic aguantando dos chaparrones: el meteorológico (quizás la lluvia no le dejó ver bien las camisetas del Eibar, quizás), soñando con ni perder. Se tuvo que conformar con el empate, una ficción estadística que le aleja en vez de acercarle a su objetivo, suponiendo que se sepa cual es realmente el objetivo. Resistir, quizás, resistir.

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