Sergio Scariolo: “Nos queda historia por escribir”

En seis campeonatos como seleccionador Sergio Scariolo (Brescia, 1961) ha logrado cinco medallas: tres oros europeos y una plata y un bronce olímpicos. Su exitosa gestión se enfrenta ahora al reto de sortear las ausencias y cohesionar a veteranos y noveles sin bajar del podio. “En 10 años nadie se acordará de si estaba Llull o no. Hay que ganar una medalla y ya está”, señala antes de partir a Cluj-Napoca (Rumania) para defender sin excusas la corona continental.

Pregunta. ¿Cómo llega España a este Eurobasket?

Respuesta. Nos queda margen de mejora, cosas que afinar y corregir. Pero llegamos concienciados sobre nuestros puntos fuertes y débiles para afrontar la competición a un buen nivel desde el inicio. La idea es ir creciendo según avance el torneo, pero ser serios y competitivos desde el debut el viernes contra Montenegro, que es uno de los rivales más fuertes.

P. ¿El destino de España en este campeonato está en manos de Pau Gasol más que nunca o igual que siempre?

R. Pau está bien, está descansado y nos da una capacidad de liderazgo grandiosa. Es nuestro referente indiscutible. Pero él mismo sabe que cuanto mayor sea la contribución de los compañeros a la causa, mayores serán nuestras opciones de éxito. Pau siempre hace grandes cosas, pero para poder ser imprevisibles y competitivos tienen que aparecer más jugadores en momentos decisivos.

P. Tiene seis bajas relevantes con respecto a los Juegos (Calderón, Llull, Rudy, Claver, Mirotic y Felipe) ¿Le preocupa haber perdido tanta experiencia de golpe?

R. De partida claro que me preocupaba, pero ahora este es el equipo que hay y tenemos que intentar cohesionar estas dos almas de veteranos y jóvenes. Nos tenemos que adaptar a una nueva situación. Si los jugadores son inteligentes y los egos están bien atados será una riqueza añadida poder tener nuevos espacios de protagonismo. La historia reciente de este grupo tenía una definición más rígida de los roles y ahora se abren oportunidades. Se trata de entender que puedes estar 30 minutos en el banquillo y luego salir y hacer algo útil, o estar algún partido sin jugar y al día siguiente entrar y aportar cosas.

P. En esas oposiciones para dar pasos adelante y ganar protagonismo se han visto fogonazos de Juancho, de Abrines… ¿quién va más adelantado?

R. No sé si puedo meter en esa lista a San Emeterio, porque es un jugador que forma parte del núcleo histórico y del grupo de los veteranos, pero lo cierto es que ha tenido un protagonismo diferente dependiendo de los campeonatos y ahora es el jugador más preparado para poder competir con la exigencia que necesitamos. Ha hecho una gran preparación y es una pieza clave. A partir de ahí tenemos jugadores con mucho talento anotador y menos defensa, otros al revés… Espero que logremos la cuadratura del círculo para mantener al mayor número de jugadores involucrados y sintiéndose importantes, al menos hasta el final de la primera fase.

P. ¿Qué papel va a tener Juan Carlos Navarro?

R. Está interpretando su posición de una manera muy profesional teniendo en cuenta quién es y la trayectoria que tiene detrás. Si no asumiera su rol actual podría tener tentaciones de reclamar un protagonismo diferente al que tenemos previsto otorgarle. Sin embargo, lo lleva muy bien. Su esfuerzo por estar físicamente a la altura está siendo fantástico y habrá momentos en los que nos aportará sus chispazos. Que nuestro capitán dé ejemplo sin bajar la cabeza es fundamental. Tanto él como Pau serán clave en los momentos difíciles, que vendrán seguro. Ahí son muy buenos. Tienen que enseñar al resto a mantener las manos en el volante cuando lleguen las curvas peligrosas.

P. ¿Qué supuso la lesión de Sergio Llull en el aspecto anímico y en la estructura del equipo?

R. No hay un día que no nos acordemos de él a nivel afectivo. Es un jugador insustituible, único en Europa por lo que aporta a ambos lados de la cancha. Cuando le perdimos a nadie se le ocurrió pensar en buscar otro jugador que hiciera de él. Existía un equipo con él y ahora existe otro sin él. Su lesión nos obligó a reconstruirnos en muchos sentidos, pero con el paso de los días ya hemos construido una nueva identidad. Somos competitivos de por sí, pero además queremos competir por él. Es una motivación afectiva añadida. La página de la lamentación ya la pasamos.

“Tenemos capacidad para regenerar la ambición. Aquí no se gana con el escudo”

P. ¿Será más complicado esta vez suplir las ausencias?

R. Casi siempre hemos tenido bajas muy importantes. Estamos en el buen camino para lograr esa fusión y ese equilibrio dentro y fuera de la pista. Es un hecho que tenemos muchos debutantes y algunos debutantes en roles importantes, pero hemos logrado una buena cohesión personal y táctica. La química nos hace fuertes.

P. ¿El rival que más respeto da a priori es Serbia?

R. Hay muchos candidatos a medalla, no se puede reducir a uno. Desde Croacia y Montenegro que están en nuestro grupo; a Serbia, Turquía, incluso Letonia, que están en el grupo de nuestro cruce; y después, Francia, Lituania, Italia… La competencia es altísima. Clasificarse para la segunda fase no parece tan duro como en otras ocasiones, pero la primera plaza del grupo sí está cara y, a partir de ahí, veremos.

“Llull es insustituible, pero la página de la lamentación ya la pasamos”

P. Ha ganado tres oros en tres Europeos. ¿Cuál es el secreto?

R. Prepararse al máximo, lograr una progresión de eficacia en los campeonatos, estar al máximo nivel cuando realmente toca, lograr un respeto y una química productiva entre todos… Todo eso unido a la base de talento que tenemos se convierte en una relación causa-efecto. A pesar de ello, tenemos muy claro que la diferencia entre ganar un campeonato y salir en cuartos es mínima.Eso nos da la motivación para ser ambiciosos y humildad para respetar y temer a los rivales. La arrogancia sale cara. Nosotros no nos quedamos solo con el podio y las celebraciones, sabemos lo que nos ha costado conseguir todo esto. Nos acordamos de las terapias de recuperación, de los dolores, de las noches en vela para preparar un marcaje a Parker o Spanoulis… Aquí no se gana con el escudo.

P. ¿A pesar de esa humildad tienen la sensación de estar haciendo historia o eso solo lo da la perspectiva del tiempo?

R. Esas consideraciones casi nunca se hacen cuando estás en activo. Lo que me motiva es el reto de seguir compitiendo, de estar a la altura de la situación para mantener nuestra situación privilegiada en la actualidad y en la historia. Y nos queda historia por escribir. Lo que nos ha hecho grandes es la capacidad de regenerar la ilusión y la ambición para competir y ganar.

P. A dos días del comienzo, ¿en qué quiere incidir?

R. Siempre repito que la consistencia defensiva es la base absoluta, la que corrige los altibajos, la que nos hace fuertes. Si somos serios ahí nos irá bien. Tenemos que activar esa capacidad de concentración, esa dureza física y mental que nos haga tener claro lo que tenemos que hacer y cómo lo vamos a hacer. En la defensa reside el éxito o el fracaso.

P. En su lista de los jugadores capacitados para jugarse los balones decisivos, ¿cuántos le salen?

R. Por talento muchos. Con talento, experiencia y capacidad mental para tomar la decisión correcta, bastantes menos. Para las últimas o penúltimas decisiones siempre es mejor que la pelota esté en manos de gente acostumbrada a tenerla. Tenemos menos referentes indiscutibles e históricos y eso variará los quintetos y el protagonismo, pero siempre con las ideas claras y el espíritu de equipo por delante.