San Mamés chequea al Barça

El calendario pone a prueba al Barça. El equipo azulgrana se adentra en una vorágine que durará siete semanas si consigue superar las siguientes rondas de la Copa, en las que disputaría 13 partidos en 41 días. “Eso significa que seguiremos adelante”, responde optimista Luis Enrique, que este jueves visita San Mamés (21.15 /Gol TV) en la ida de los octavos de la Copa del Rey contra el Athletic.

Suárez ha disputado el 73,5% de los minutos, por los 87%  del año pasado

Las rotaciones es uno de los remedios favoritos del técnico para sobrevivir a tanta carga. Nada nuevo. Pero la profundidad de la plantilla para afrontarlas, sí lo es. El asturiano ha contado en los cuatro meses y medio de temporada con la mayoría del plantel y ha reducido los minutos de los más habituales. Mascherano (73,9% de los minutos), Luis Suárez (73,7%) y Busquets (73,4%) copan el podio. Los dos últimos han tenido un inicio más relajado que el año pasado. El argentino, en cambio, se mantiene. Messi es el cuarto más utilizado (70,7%), pero estuvo lesionado durante tres semanas. El grueso de la plantilla arranca el año con las piernas más frescas. La alineación ante el Athletic será una buena pista para intuir hasta dónde alcanza la confianza de Luis Enrique en la amplitud del grupo.

Satisfecho con los fichajes

“No creo que a partir de ahora las rotaciones sean menores”, vaticina el asturiano. “Los fichajes han sido satisfactorios, y para seguir adelante necesitas un bloque; no solo 11 jugadores”. Sus palabras, sin embargo, no acaban de reflejarse en el campo: Umtiti, el fichaje con más bagaje, acumula el 52,7% de los minutos. Es el décimo más utilizado. Digne (51,5%) y André Gomes (49,4%) son las otras dos incorporaciones con más carrete. El portugués es uno de los habituales en la rueda de cambios del mediocampo. Con Busquets como eje permanente, los interiores tienen más competencia para ganarse el puesto. Rakitic (60,4%) juega menos que nunca e Iniesta (32,2%) también fue carne de banquillo antes caer lesionado ante el Valencia.

No creo que a partir de ahora las rotaciones sean menores Luis Enrique

El aterrizaje de Luis Enrique en el banquillo del Camp Nou supuso un vaivén constante en las alineaciones. “Me gusta que los jugadores tengan la sensación de tener competencia”, justificaba el técnico. El escenario cambió cuando un Barça plagado de suplentes cayó en Anoeta en el primer partido de 2015 y Messi, un día después, no se presentó en el entrenamiento a puerta abierta en el Miniestadi. Las rotaciones pasaron a mejor vida y el equipo llegó a la final de Berlín con un once que se sabía de memoria.

Pasó lo contrario el año pasado. Sin poder contar con Arda ni Aleix, bloqueados por la sanción FIFA, Luis Enrique exprimió al inicio a sus jugadores: Suárez alcanzó un 87,4% de los minutos y Busquets el 79,7%. Las rotaciones crecieron cuando debutaron Arda y Aleix. Sus problemas de adaptación, sin embargo, limitaron su presencia en el césped.

Luis Enrique acepta los elementos incontrolables que pueden afectar al equipo: “Hay sanciones, lesiones, cosas con las que no cuentas”. La profundidad del banquillo, las rotaciones, parecen el mejor remedio. “Necesito muchos recursos, que los tengo, y saber utilizarlos”. El técnico ya tiene al Barça más fresco.