Westbrook pone contra las cuerdas a los Spurs

Russell Westbrook asestó un golpe tremendo a los Spurs, que no pudieron con la hiperactividad del base de los Thunder y sucumbieron en casa. Era el quinto partido y ahora, con 3-2 a su favor, Oklahoma dispone de una magnífica ocasión para resolver en casa y eliminar a un equipo que partía como gran favorito a discutir la hegemonía de los Warriors en la Conferencia Oeste.

Westbrook brilló en casi todas las facetas del juego. Sumó 35 puntos, 11 rebotes y 9 asistencias, recuperó dos balones y acumuló hasta ocho pérdidas. Fue él quien le dio el golpe de gracia a los Spurs.

En un apretado final, con 91-92 en el marcador tras un tiro libre fallado por Parker y otro tiro de dos fallado también por el base francés cuando faltaban nueve segundos, Westbrook se fue como un rayo a por el aro de los Spurs. Leonard trató de frenarle con una falta, pero los árbitros no la señalaron. El base de los Thunder llegó como una exhalación bajo el aro rival, anotó y recibió una falta de Aldridge. Convirtió el tiro libre adicional y puso un 91-95 en el marcador a falta de seis segundos. Los triples a la desesperada de Leonard y Green no entraron.

Los Spurs quedan en una posición muy delicada, al borde de la eliminación. Su veterano ‘big three’ no estuvo acertado de cara al aro rival. Los porcentajes de acierto de Duncan, Parker, Ginóbili y también Diaw fueron muy bajos. La defensa de Ibaka sobre Aldridge también hizo efecto. El pívot de los Spurs acabó con 20 puntos, pero con un 6 de 21 en tiros de campo.

Los seis triples de Danny Green y los 26 puntos, 6 rebotes, 4 asistencias y 5 robos de balón de Leonard no fueron suficientes para su equipo. Los Spurs pagaron su tremenda inferioridad en el rebote (54-36) y pese a las pérdidas de balón de los Thunder -20, 13 más que los Spurs-, los 23 puntos de Durant y las aportaciones de Waiters y Kanter acabaron haciendo buena la exhibición de Westbrook. Popovich y sus jugadores acabaron cogiendo un berrinche con los árbitros, a los que recriminaron por no haber señalado una falta de Adams a Green en los instantes decisivos.