Johan Cruyff, fútbol hasta el final

Johan Cruyff se mantuvo fiel al deporte de su vida hasta el final. El pasado 20 de marzo, el rotativo De Telegraaf publicó la columna semanal del futbolista sin saber que sería la última. Con su estilo rápido de frases cortas, repasó el encuentro entre el PSV y el Atlético de Madrid -que pasó a cuartos de final de la Champions gracias a los penaltis- subrayando “la fuerza del equipo” de Simeone. A continuación, felicitó a los de Eindhoven “por haber luchado hasta el último aliento” para intentar hacerse con la misma plaza que los españoles. A su antiguo club, el Ajax de Ámsterdam, le aplaudió por haber aprovechado, días después, “el hecho de que los jugadores del PSV se recuperaban aún del encuentro contra el Atlético y la pelota no acababa de entrar como querían”.

Cruyff nació en Ámsterdam, frente al estadio del Ajax, en un barrio construido en los años veinte como un experimento arquitectónico. Las casas son módulos de cemento que recuerdan la versión más compacta del art déco y sus vecinos siguen llamando Jopie al héroe local. A pesar de su éxito internacional, siempre mantuvo allí una dirección que se ha llenado enseguida de flores. Este jueves, los homenajes se han sucedido desde todos los rincones y estratos sociales del país. En el estadio de Ámsterdam se ha abierto un libro de pésames, y el primer ministro, Mark Rutte, lo ha llamado “el holandés más famoso del mundo”. El rey, Guillermo Alejandro, ha dicho que “puso su corazón y esfuerzo en hacer el deporte accesible y era parte de todos nosotros”.

La faceta educativa del deporte, a la que dedicó mucho tiempo, cristalizó en la Fundación Johan Cruyff. Su lema era una de sus frases lapidarias: “Si puedes hacer algo por los demás, tienes que hacerlo”. Establecida en 1997, ha crecido hasta convertirse en un centro para favorecer la integración de los niños (los que no tienen problemas, los que padecen una minusvalía o los de barrios deprimidos) a través del deporte. Dentro y fuera de Holanda. Cruyff estaba muy orgulloso de este trabajo porque la fama ganada en el terreno de juego le permitía abrir nuevos campos de fútbol en países en desarrollo. A través de su Instituto, la Fundación, que dispone de una oficina en Barcelona, ofrece también diplomas de estudios relacionados con la gestión deportiva. El próximo viernes, los jugadores de Holanda y Francia guardarán silencio en el minuto 14 (el número de su camiseta) durante el encuentro amistoso que disputarán.