Ray Zapata, ante el reflejo de Deferr
Moldeado por Gervasio, triple medallista olímpico, el español de origen dominicano compite a partir del lunes en los Mundiales de Glasgow, donde la selección buscará una plaza en Río
Antes de competir, Ray Zapata (Santo Domingo, República Dominicana, 22 años) visualiza los ejercicios que va a realizar. Los cascos le sumergen en esa realidad paralela con la que viaja al futuro inmediato mientras escucha bachata, reguetón y salsa. “Intento calmarme porque la competición es un terreno hostil. Pero no tanto, porque si no, no hay tensión”, explica antes de entrenarse en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid, junto al resto de la selección española. El grupo que dirige Fernando Siscar está en la recta final de la preparación del Mundial que empieza este viernes en Glasgow, aunque ellos no compiten hasta el lunes. Es la primera oportunidad para obtener la clasificación a los Juegos Olímpicos de Río 2016, para lo que deberán quedar entre las mejores ocho selecciones. Si no, tendrán un nuevo intento en el preolímpico de abril.
Cuando Zapata tenía 10 años su madre decidió hacer las maletas y dejar su vida en República Dominicana para probar suerte en Lanzarote. “Fue mi vía de escape, porque allí era bastante travieso”. Ya en Canarias, una exhibición de gimnasia artística captó su atención. “Me decían que era un deporte de niñas. Me daba igual, yo solo quería saltar y ya está”. Poco después le fichó el Club Isla de Lanzarote, con el que compitió en campeonatos regionales y de España. Fue entonces cuando Gervasio Deferr, el único medallista olímpico español de artística, le echó el ojo. “La primera vez me dijo que le gustaba mucho cómo saltaba y que tenía las piernas muy fuertes. Pero que tenía que aprender a clavar”. Zapata era entonces un diamante en bruto del que podría salir el relevo tan esperado para un deporte sin referentes desde el catalán. Deferr le preguntó si quería irse con él al CAR de San Cugat, y no lo dudó. “Es como un amigo y un hermano. Me sacó de Lanzarote y me impulsó para estar aquí hoy”. Tras tres años en Barcelona, Zapata llegó al CAR de Madrid. En su primera participación en un Mundial, fue el único español en colarse en una final por aparatos, en suelo. Acabó octavo. Este verano se llevó el oro en los primeros Juegos Europeos, celebrados en Bakú.
Intento calmarme porque la competición es un terreno hostil
Desde esos primeros pasos en Lanzarote su gimnasia ha cambiado mucho. “De pequeño saltaba mucho pero no controlaba. Caía de pie, pero salía rebotado. Era bastante guarrete en cuanto a gimnasia". Gervasio Deferr le dio las coordenadas definitivas para ayudarle a clavar y controlar su cuerpo. “Me enseñó a saltar con los ojos abiertos. Antes lo hacía por intuición y percepción”, relata. “Me dijo que en el aire buscara algunos puntos, como por ejemplo, que girara la cabeza cuando hacía un doble mortal”.
A las 10.10 Siscar hace la fila. Se sitúa frente a su equipo y detalla el trabajo que va a realizar esa jornada. Hay entrenamiento todos los días menos el domingo, dos sesiones de tres horas. Los jueves y sábado, solo por la mañana . Antes de una competición el trabajo se vuelve más individualizado. En el Mundial hará suelo, su especialidad, salto, anillas y paralelas. Siscar lamenta que por el formato de competición pueda haber un gimnasta que contribuya a la clasificación y no pueda ir al Mundial. A Glasgow han viajado seis gimnastas más junto a Ray (Néstor Abad, Rubén López, Alberto Tallón, Adriá Vera y Andrés Martín), con una reserva. En cada aparato compiten cinco. Las cuatro mejores notas hacen la suma total del país.
La preparación física de Zapata se moldea más en la sala que en el gimnasio. “Cuanto menos peso tenga tu cuerpo, mejor. Hay estereotipos, como los japoneses, que les gusta estar sin músculo. Pero nosotros, que no somos los japoneses, tenermos que tener algo más de fuerza para usarla en anillas y paralelas”. Para ello la selección lleva un control diario de su peso y la alimentación. Para su 1,69 de altura, dada su morfología —"de pierna fuerte y gran desarrollo muscular", según Siscar —en periodo de competición no puede bajar de los 68 kg, y el resto del tiempo no puede superar los 72 kg. A las puertas del Mundial, está en 69.
Ray dedica buena parte del entrenamiento a las anillas. Siscar le guía y ayuda a realizar un Cristo que hincha sus venas de sangre y le hace temblar como si estuviera poseído. En las posiciones de fuerza, los brazos siempre tienen que estar estirados un mínimo de dos segundos para que el juez dé por válido el elemento. Son la parte del cuerpo que más trabaja en el gimnasio, una vez cada semana o cada dos semanas. Barra olímpica, elementos de polea para los Cristos y pesas específicas para pulir los San Pedros (Cristo invertido).
El Mundial será la oportunidad para que Zapata demuestre definitivamente que ya no es un diamante en bruto y que está preparado para recoger el testigo que le dejó Deferr.
Formato y fechas
Selecciones masculinas
Selecciones femeninas
Formato
La competición masculina comenzará el domingo 25. El lunes le tocará el turno a la selección española, formada por Néstor Abad, Rubén López, Alberto Tallón, Rayderley Zapata, Adriá Vera y Andrés Martín. El seleccionador es Fernando Siscar.
El equipo femenino comienza a competir el viernes por la mañana. Está formado por: Roxana Popa, María Paula Vargas, Ana Pérez, Claudia Colom, Nora Fernández, Natalia Ros y Paula Raya. La seleccionadora es Lucía Guisado.
Cada selección participante puede competir con seis gimnastas, de estos seis, cinco realizarán sus ejercicios en cada aparato y tras las notas de los jueces se sumarán al equipo las cuatro mejores puntuaciones. Además, los ocho mejores clasificados en cada aparato disputará la final del mismo y los 24 gimnastas que mejores notas sumen en sus ejercicios de manera individual obtendrán plaza para la final general.
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