Oliveira se lleva la segunda en Assen y Rabat no puede con Zarco

Nadie quería ser primero. Lo probó Oliveira primero, pero vio que no le serviría de nada cargar con el peso de ir abriendo paso al resto de rivales. Y acertó. Lo intentó Fenati después. Y se turnaron ambos con Bastianini y hasta con Navarro, que asumió la responsabilidad de liderar al grupo –formado por siete pilotos prácticamente desde el inicio– en los últimos giros. Ni siquiera lo intentó Kent, el líder de la categoría, que sabía que no era lo suficientemente rápido, que no le merecía la pena desgastarse en un circuito y un fin de semana en el que no podría escaparse, como había hecho en esas victorias iniciales de este campeonato que apenas tiene otro protagonista que el británico, con casi 60 puntos de ventaja al frente de la clasificación. Porque cuando no gana, sube al podio: sólo se quedó fuera de él en Le Mans, donde fue cuarto).

Como este sábado, en el que tras aguardar en la retaguardia asomó por las posiciones delanteras en el último giro. Y se fue abriendo paso, y encontró huecos por los que colarse y terminar tercero. Y eso que no estaba fácil la pelea por el podio. Oliveira, Quartararo y Navarro se las tuvieron en la primera curva, en los cambios de dirección, en la parte final del trazado, la más rápida. Hasta que se impuso la experiencia del portugués, que suma la segunda victoria de la temporada. Y el joven francés le ganó la partida a su compañero de equipo, como también lo haría Kent, así que el valenciano tuvo que contentarse con ser cuarto.

La imagen de la carrera, sin embargo, no tuvo a ninguno de ellos como protagonistas. Quien más aplausos se llevó en Assen fue Niklas Ajo, 17º clasificado después de salvar un coletazo de su moto en plena chicane: se salió de la pista, se aferró al manillar, siguió dando dando gas y salió por la última curva, de rodillas, para cruzar la meta en tan extraña posición unos metros después. La maniobra no le valió de mucho. Dos posiciones más y hubiera sumado algún punto. Tampoco pudo sumar María Herrera, que se había convertido en Montmeló en la quinta mujer que puntuaba en una carrera del Mundial y que rodaba en octava posición (vuelta 11) cuando Antonelli se la llevó por delante.

Rabat no puede con Zarco en Moto2

No hay piloto más convencido de sus posibilidades este año que Johann Zarco, tan dulce fuera de la pista como lanzado dentro. Tan cómodo con su Kalex, que ni siquiera el tozudo Rabat, ese tipo que hace de la constancia su mejor virtud, que se harta de dar vueltas y más vueltas sin apenas pasar por el garaje del equipo, puede con él, con su ritmo, con su velocidad. Tan seguro de sí mismo el francés, tan atrevido, que no se vino abajo con el adelantamiento que le hizo el catalán en la quinta curva: no le importó darle un toque, ni desestabilizarle y que perdiera, además, otra posición en favor de Simeon. Zarco se cobraría su revancha unas vueltas más tarde.

Por otro lado, no le vino nada mal que Rabat espabilara a ese grupo delantero, pues estaba ralentizando el ritmo y permitiendo a Folger que se escapara. El español se acercó rápidamente a él (vuelta seis de 16, pues la carrera fue suspendida tras el accidente de Salom en la salida) tras aquel adelantamiento al límite. Y en apenas dos vueltas más le cazó: adelantó al alemán esta vez limpiamente y a la entrada de la chicane con la que el trazado holandés da paso a la meta. Pero cuando menos lo esperaba, volvió Zarco para decir la suya. Se le acercó mucho. Y forzó el error del español, que se abrió demasiado al tomar la cuarta curva cuando apenas quedaban tres giros. Ya no pudo alcanzarle Rabat. Y son ya 45 los puntos de ventaja que suma en la general. No en vano, además de sumar tres victorias, no se ha bajado del podio desde la segunda carrera en Argentina.