Nadal apuesta por el control
Pese a ensayar con un nuevo prototipo, Nadal empleará su antigua raqueta
En un deporte tan milimétrico como el tenis, en el que una hebra de más o de menos puede hacer que la pelota bese la superficie en un lado u otro, en el bueno o el malo, cada detalle vale un mundo. Bien lo sabe Rafael Nadal, retratado hasta la saciedad, objetivo de los flashes allá por donde pisa, a cada paso que da. También en Madrid, donde las cámaras captaron la semana pasada, durante su primera sesión de entrenamiento en la Caja Mágica, un matiz significativo en la imagen del número cuatro. Después de ensayar con un nuevo modelo de raqueta en el pasado Masters de Montecarlo, el español desenfundó su vieja Babolat nada más aterrizar sobre la arena de la capital.
¿Por qué esta marcha atrás? “He tenido muy poco tiempo para prepararme con la nueva”, explicó en su primera comparecencia en Madrid el ganador de 14 grandes. “Hemos tenido un problema de falta de adaptación”, agrega Toni, tío y preparador del campeón. Entienden Nadal y su equipo que, con París y el Roland Garros a la vista, a partir del próximo 24 de mayo, lo mejor es recuperar la fórmula original. Esto es, mayor dominio en el golpeo, pero menos velocidad.
Con el nuevo prototipo, con el mismo patrón de cordaje (16x19) pero con más espacio entre las cuerdas, el objetivo no es otro que atenuar los esfuerzos y evitar que su físico sufra. Es decir, introducir una variable en la herramienta para lograr más golpes ganadores y que la pelota se envenene por el camino a base de efectos. Funcionó el experimento en el Principado –cayó las semifinales contra Novak Djokovic y elevó notablemente su nivel de juego–, pero no así en Barcelona –derrota ante Fabio Fognini en los octavos–.
“La nueva es la adecuada para el futuro, pero tuve pocos días para probarla
“Nos convenció totalmente, pero de momento preferimos continuar así”, afirma Toni. “Al final, con los años vas buscando una raqueta que te facilite el golpeo y eso es lo que estamos buscando ahora. Queremos encontrar un pelín más de potencia para reducir los esfuerzos, pero vamos a hacer un pequeño paréntesis. Pensamos que aquí en Madrid sería todavía más difícil controlar los golpes por el tema de la altura y al final hemos optado por volver a la anterior. Cuando termine Wimbledon tendremos tiempo para prepararla mejor porque hay un parón de un mes, así que volveremos a cogerla”, agrega el técnico.
Esa es la apuesta de Nadal, que ayer a primera hora, antes de empuñar su vieja Babolat inteligente –incorpora sensores que calibran cada uno de sus golpes y movimientos– y seguir con su puesta a punto sobre la tierra, devoraba la prensa deportiva. “La nueva es la adecuada para el futuro, pero tuve pocos días para probarla antes de Montecarlo. Aunque allí jugué bien, soy consciente de que tengo un poquito menos de control, así que usaré la otra una temporada, hasta que tenga tiempo para adaptarme”, recalcó el de Manacor, que mañana debutará en el torneo contra el estadounidense Steve Johnson, 54 del mundo.
Esa es la apuesta de Nadal, que en 2013 ya modificó su raqueta al añadir tres gramos más de plomo al marco, con excelente resultado. Ahora, de momento, ante todo control. La receta primigenia.
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