El baile de Cerci

Tras el parón por los partidos internacionales, el partido del Atlético dejó la lectura de que sigue siendo un equipo intratable a balón parado desde su poderío en el juego aéreo, de que trata de mantener esa versión de equipo sólido y de que los reclamos de Cerci no han gustado en al club ni a Simeone. El italiano fue el último de la fila para salir a calentar. Su técnico le mandó parar, regresó al banquillo y volvió a mandarle a ejercitarse tras el segundo cambio. Un carrusel de idas y venidas muy significativo, como también fueron las palabras de Simeone cuando se refirió a la actuación de Raúl Jiménez: “Vengo diciendo que está haciendo todo para jugar, pero sin poder mostrarlo yo en el campo porque no le pongo, pero seguro que va a crecer. Es competitivo, es jugador de equipo y tiene presencia en el área. En media hora tuvo tres situaciones del gol, pero sobre todo trabajó para el equipo”. Por dos veces, para referirse al mexicano, Simeone utilizó la palabra equipo.

En su análisis admitió el técnico del Atlético una bajada de tensión y de trabajo en los primeros compases del segundo tiempo, pero quiso realzar los puntos fuertes que observó: “Jugamos un partido muy serio, ordenado, entendiendo bien como quitarle la posibilidad de su juego al Málaga. Jugamos con Griezmann a la izquierda para tapar su juego por bandas. No le dejamos espacios y nosotros llegamos de contra o con juego asociado. Recuperamos alto y circulamos bien el balón”.

También tuvo palabras de elogio Simeone hacia Tiago, que volvió a mandar en el centro del campo. “De todos los mediocentros que tengo es el que mejor interpreta los movimientos tácticos de los partidos. Mario tiene buen juego entrelíneas, Gabi es intenso y Koke es un complemento para esta posición”, concluyó Simeone, que no pudo concretar si Mandzukic, con una contractura en el cuello podrá jugar el miércoles ante el Olympiacos.