_
_
_
_
_

Del Bosque pide rebeldía

En una final anticipada, a España le toca recobrar la pelota ante la aguerrida Chile

Entrenamiento de la selección en Maracaná.Foto: atlas | Vídeo: Alejandro Ruesga
José Sámano

A España le ha llegado la hora de retomar la pelota que le quitó Holanda durante todo un segundo tiempo y con ella tirar del fútbol para superar a Chile, su aguerrido opositor de hoy en un duelo sin matices, sin término medio: una victoria para la esperanza o un desconcertante traspié definitivo. Al equipo ya no le valen los lamentos, las autocríticas o las barbacoas para el concilio. Llegado al precipicio, y a la espera de análisis con perspectiva, solo cuenta el fútbol, la suerte que mejor dominaba hasta hace unos días. Esa es su gran coartada. Eso sí, esta vez, en una posición tan extrema, si España no se encuentra a sí misma, tendrá que atajar por cualquier hoja de ruta que le conduzca a la victoria. No le queda otro remedio, aunque su estilo será el punto de partida.

En el seno de la Roja tan relevante ha sido el diván para la recuperación anímica como la búsqueda de sus señas en el campo. Nadie es ajeno a que fue el fútbol lo que castigó a la selección y la dejó a la intemperie ante la oranje, no los parajes de su sede de concentración en Curitiba, el clima u otras zarandajas. En la Copa Confederaciones en Brasil de hace solo un año, La Roja se aclimató puntualmente en la ciudad escenario de cada partido y en la final ante Brasil fue un monigote físico. “La preparación ha sido muy buena”, abundó ayer Iniesta, que, como han repetido estos días los internacionales, se mostró satisfecho con el rodaje planificado para la selección.

“Podemos mezclar otra forma de jugar menos habitual en nosotros”, apunta el técnico

Los planes previos poco importan ya ante una final tan anticipada con la que nadie contaba. Para rectificar el camino, Vicente del Bosque apeló ayer a dos atributos poco usuales en su dictado: “Rebeldía y valentía”. La situación límite lo requiere. “Nos vamos a enfrentar a un adversario valiente y muy intenso, y tenemos que estar a su altura en todo sin perder nuestra identidad, aunque también podemos mezclar otra forma de jugar menos habitual en nosotros pero con la que les podemos hacer daño”, subrayó el seleccionador español, que no desdeñó que el desasosiego pueda jugar a favor de los suyos. “Ansiedad es un término muy peligroso, pero creo una ansiedad controlada no es mala, lo malo sería tener demasiado pasotismo y decir que si perdemos no pasa nada; estamos muy dolidos y los días desde el partido de Holanda se nos han hecho larguísimos, pero tenemos una gran responsabilidad y espero que la respuesta a ello sea con rebeldía”, puntualizó el técnico salmantino.

Del Bosque dijo haber leído “muchas” de las críticas vertidas estos días. En su opinión, “la mayoría se han acercado a lo que sucedió en el partido con Holanda”. Tanto el entrenador como los jugadores sostienen de forma machacona que más errores tácticos o una debilidad física, al equipo le pudo verse de forma repentina en una situación adversa: “No supimos leer los momentos del partido, no nos puede ocurrir ante Chile”, advirtió Fernando Torres. Del Bosque dejó claro que tiene la alineación decidida y que habrá cambios, “aunque no muchos”, y recordó que los que no se alistaron frente a Holanda “también son excelentes futbolistas, tienen su prestigio y juegan en grandes equipos”. En ese punto, Fernando Torres acentuó cuál es la situación del vestuario: “Lo de menos es quién juegue; nosotros ganamos como grupo y si tenemos que perder lo haremos como grupo”.

Con la soga en las botas, tanto Iniesta como Torres, portavoces de la caseta en Maracaná antes del último entrenamiento, apelaron a una victoria “como sea”. “Si jugamos al fútbol tendremos más opciones, sabemos que los chilenos marcan mucho y muy encima, pero si superamos esas primeras marcas encontraremos espacios”, deslizó el azulgrana, convencido de que al equipo le quedan “dos finales”. “Si no podemos ganar con nuestro estilo, con el balón, habrá que hacerlo como sea”, abundó Torres, que vislumbró un duelo “muy intenso” ante un rival muy enérgico, intrépido y sin grandes fisuras.

Chile no es un advenedizo. Con Jorge Sampaoli en la pizarra, mantiene muchas de las constantes que ya con Marcelo Bielsa le convirtieron en suplicio para cualquier contrario. España ya lo padeció, aunque salió airosa, en Sudáfrica. En Brasil, no será el primer cruce entre chilenos y españoles. Curiosamente, hace 64 años, el 29 de junio de 1950, ante unos 20.000 espectadores, España ya se midió a Chile en Maracaná y también en el segundo partido de la primera fase. Entonces, victoria por 2-0 y goles de Basora y Zarra. Un guiño del pasado para un presente que pintaba mucho mejor. Pero nadie es más candidato a una remontada que un campeón “rebelde”.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

José Sámano
Licenciado en Periodismo, se incorporó a EL PAÍS en 1990, diario en el que ha trabajado durante 25 años en la sección de Deportes, de la que fue Redactor Jefe entre 2006-2014 y 2018-2022. Ha cubierto seis Eurocopas, cuatro Mundiales y dos Juegos Olímpicos.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_