El Almería se sobrepone a Keita

Jugándote la vida, los errores salen caros. El Almería lo cometió a los ocho segundos del comienzo del encuentro. Sacó de centro, Corona la cedió atrás a Torsiglieri y el central, queriendo retrasar el esférico a Esteban, lo entregó en corto y Keita marcó gracias a su fe en la presión y la torpeza del defensa argentino. Era el segundo gol más rápido de la Liga empatado con el conseguido por Darío Silva en un Málaga-Valladolid en la temporada 2000-2001, y solo superado en un segundo por un tanto de Joseba Llorente en un Valladolid-Espanyol del curso 2007-2008.

Fue el primer gol de Keita en el Valencia, que se retiró lesionado antes de finalizar el primer periodo. Para entonces el conjunto de Pizzi ya había doblado la ventaja, esta vez por mediación de Vargas.El Valencia se creyó con los deberes hechos. El Almería era víctima de sus urgencias y quiso meterse rápido en el partido. En el intercambio de golpes en el que se convirtió el choque, el combate quedó en nulo. Pero al Almería le supo a gloria. Todo lo contrario que al Valencia que necesitaba vencer para no descolgarse de los puestos que dan acceso a la competición continental.

El Almería quedó tocado con el gol de Keita. Y le faltó temple. O no quiso tenerlo. El conjunto de Francisco, sentado en la grada cumpliendo sanción, llevó el encuentro a un ir y venir, un tobogán como el que aconteció tres días atrás ante la Real Sociedad y del cual salió victorioso. El Almería, en vez de asentarse en la cancha y serenar su juego, quiso meterse en el partido a base de arrebatos. Y el Valencia entró encantado en el juego rival. Llegó mucho y bien el conjunto andaluz al marco de Guaita, que tendrá un mes por delante para volver a mostrar su valía con Diego Alves lesionado. Guaita se mostró nervioso, como el Valencia que vio como pudo sentenciar el partido en un primer acto en el que contó con numerosas ocasiones. No lo hizo. Y el Almería nunca dejó de creer.

Consiguió el empate en un arranque intenso en la segunda mitad. Con pasión y orgullo, en dos minutos de éxtasis del 52 al 54 obró la quimera. Primero Óscar Díaz marcó al aprovechar un rechazo defectuoso de Guaita tras un gran disparo de Suso y la igualada llegó en un pase milimétrico a Corona que irrumpió en el área y batió a Guaita de manera sutil y con tranquilidad. El Valencia no entendió como le pudo suceder aquello. Ni su transformación ni la metamorfosis del Almería que se sobrepuso al rápido gol de Keita y que nunca se dio por vencido logrando un valioso empate que no le saca de pobre pero que le mantiene vivo.