Un cañón en la mira de las bromas
El macedonio Kiril Lazarov, máximo goleador del Europeo, se mide a sus compañeros del Barça y del Atlético en la selección


Durante el desayuno; en la recepción del hotel después de un paseo por la desapacible Herning; mientras atiende a los medios españoles. Con un golpecito, una miradita. Cualquier momento es bueno para picar al máximo goleador del Europeo si encima te vas a topar con él en un partido tan trascendental como el que tiene España este miércoles. Siempre de broma. Con la confianza que da compartir o haber compartido vestuario con él.
“Es normal, han sido mis compañeros en el Atlético y lo son ahora en el Barcelona”, admite Kiril Lazarov. El cañonero macedonio llegó en 2010 a Ciudad Real, vistió la camiseta del Atlético hasta el curso pasado y desde esta temporada defiende los colores azulgrana. Sus números en el Europeo asustan si se evalúa el plano individual al tiempo que tranquilizan si se analiza dentro del conjunto de Macedonia. Lazarov es el máximo realizador del campeonato con 38 goles de 74 lanzamientos (51% de acierto). También es el jugador del que más depende su selección: un 32% de los goles y disparos sale de su brazo.

Como ocurrió con Austria, Macedonia, con dos puntos en la segunda fase, no se juega absolutamente nada ante España. “No estamos obligados a ganar, vamos a jugar sin presión e intentar hacer un buen partido. Tenemos mucho respeto a España como campeona del mundo, es ahora mismo la favorita”, asegura Lazarov. “Está casi en semifinales y seguro que va a conseguir medalla”, añade el macedonio, como dando por hecho el triunfo español.
El lateral azulgrana admite que le sorprendió el encuentro de la campeona del mundo ante Austria: “No esperaba que sufrieran esos problemas, igual los tuvieron porque pensaban que iban a ganar fácil. Pero cada partido es diferente. Si eres consciente no lo puedes repetir, España tiene muchos jugadores de calidad, con mucha experiencia. Dudo que vuela a suceder”.
Pese a sus números, extraordinarios, Lazarov no cree tener motivos para celebrar: “No puedes estar contento a nivel individual porque esto es un deporte colectivo, no es tenis; nosotros teníamos esperanzas por lograr una mejor posición, aunque haber superado la primera fase es para estar ya contentos”.
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