El doble plan de Ancelotti

La construcción de un equipo es un asunto mucho más complejo que el fútbol cuando se trata del Madrid. Lo sabe Carlo Ancelotti, que se ha pasado la vida en el mundillo de los principales clubes europeos. Donde otros, como Pellegrini, se ponen nerviosos ante las ramificaciones “políticas”, que diría el chileno, Ancelotti abre los ojos, levanta la ceja izquierda, y ve desfilar ante sí a los enviados del presidente Florentino Pérez con el gesto impasible de quien ya no espera descubrir nada nuevo. Los mensajeros le transmiten impresiones que, aparentemente, son las ideas que el presidente tiene de lo que debe ser el proyecto. Ancelotti asiente, enciende sus cigarrillos, fuma, y reflexiona. Con la calma de quien conoce sus principios y sabe que, a la larga, hará lo que crea conveniente. Hoy, frente al Betis (21.00, Canal+ 1), continuará en la línea de experimentación que ha mantenido en la pretemporada. Cuando lleguen los partidos realmente complicados será otra historia.

Duda de la capacidad de Isco para adaptarse a la banda y le encantan Alonso y Khedira

Dicen que Ancelotti piensa menos en estos partidos de cabotaje que en los duelos decisivos que le aguardan en Champions. Su base ideológica es italiana y la defiende con orgullo cuando hace sus planes a largo plazo. Está convencido de que los grandes equipos, contra lo que hacía el Madrid la temporada pasada, deben cuidar el balón y ser protagonistas; pero también sostiene que la preparación física primordial se realiza sin balón, que el esquema ideal es el 4-4-2, y que la mejor defensa se constituye apretando dos líneas de cuatro hombres. No renuncia a la presión elevada, pero solo de manera puntual. No es un vanguardista. Su manual responde al pressing clásico, el que implantó Sacchi hace 30 años. Los futbolistas sostienen que lo trabaja muy bien. Él cree que los delanteros están hechos para atacar y prefiere no exigirles tácticamente.

Cristiano y Benzema permanecerán más liberados de tareas defensivas que con Mourinho, pero los demás deberán emplearse a fondo cuando el equipo pierda la pelota. Esto incluye a dos jugadores que no están especialmente dotados para estos fines: Isco y Özil, los medias puntas que Ancelotti ha situado en las bandas.

El doble plan de Ancelotti

Ancelotti juzga que Isco es el jugador menos preparado para funcionar en la banda con un 4-4-2. Admira su habilidad con la pelota, pondera emplearle contra el Betis, pero entiende que debe progresar física y tácticamente si quiere ser titular en las grandes ocasiones. Mientras tanto, para sostener un esquema volcado en ataque con gente como Özil, Cristiano, Isco y Benzema, el técnico considera que el Madrid precisará dos medios centros expertos en la contención. Solo así los de arriba podrán relajarse un poco más de la cuenta.

Cristiano y Benzema estarán más liberados de tareas defensivas que con Mourinho

“Creo que es importante aplicar un sistema en el que los jugadores se sientan cómodos”, explicó ayer el italiano, diferenciándose de su predecesor, Mourinho, que promovía una presión primordialmente baja. “Presionar arriba es mejor para el equipo. Una presión con un bloque más bajo te permite hacer más contraataques, pero la idea no es hacer contraataques. Nuestra idea es tener un buen control del balón y de la posesión. Mi experiencia en el Milan, el Chelsea, y el PSG, fue la misma. Quise jugar un fútbol ofensivo porque el club lo pedía. Aquí no cambia mucho. Hay una calidad extraordinaria”.

Al italiano le gusta que las jugadas se gestionen con criterio y pausa, pero su cultura le hace admirar el talento defensivo. Necesita jugadores que sepan defender. Entiende que Modric le sirve como volante central para partidos de bajo voltaje como el de esta noche. Frente a adversarios potentes no descarta trasladarlo a un costado. Entonces, pensando en la Champions, para ocupar el medio centro le encanta el oficio de Khedira, Alonso, Illarra, e incluso Casemiro, si madura en el aspecto personal. No quiere que el club venda a ninguno de ellos. A priori, pensando en la fase decisiva de la campaña, su pareja preferida es Alonso y Khedira. Hoy, sin embargo, toca abrir la mano y probar una fórmula alegre. Algo espectacular que entusiasme a la afición después del sombrío final de ciclo.