“Necesito el flamenco antes de jugar”
Piti, centrocampista del Rayo, ha vivido en el club madrileño tres ascensos, impagos y la creación de una peña con su nombre
“Vallecas es muy parecido a Sant Boi, a sus barrios de Casablanca o las Cinco Rosas, con gente humilde, de clase trabajadora”, asegura Francisco Medina, Piti (Barcelona, 1981), desde lo alto del Cerro del Tío Pío, el parque popularmente conocido como de Las Siete Tetas, con el barrio-pueblo bajo sus pies y la silueta recortada de todo Madrid de fondo. Piti ha vivido en el Rayo de todo, tres ascensos, impagos y la creación de una peña que lleva su nombre. La única de un jugador rayista en activo. La misma gratitud de la que gozó Cota a mediados de los años 90. “He visto pasar entrenadores, jugadores, he vivido momentos muy difíciles, pero esta es mi casa”, asegura. Negocia al alza con el Rayo la renovación de su contrato, que acaba este verano. Hoy recibe al Atlético convertido, con 10 goles, en el medio más realizador de la Liga. “Lo que es el gol… Antes quizá era más participativo en el juego, pero como no marcaba no se hablaba tanto de mí”.
Pregunta. ¿De dónde viene el nombre de Piti?
Respuesta. De pequeño, de cuando jugaba en alevines. Mi hermana pequeña venía a verme y cuando marcaba un gol en vez de decir Pichichi decía Pititi, y con el tiempo quedó en Piti.
P. Su familia regentaba un restaurante, ¿ayudaba?
R. Sí, claro. Todos los fines de semana se vivía un gran ambiente con los partidos. Yo era un niño, pero estaba atento siempre a todas las conversaciones en las que se hablaba de fútbol. Mi tío fue el que me lo metió en vena, había jugado en Francia, aunque no de manera profesional, pero de mi familia era el único al que le gustaba.
P. Detrás de una barra hay una visión muy particular del ser humano, ¿no?
R. Se aprende, el tipo de comentarios define a la gente, con algunos te quedas y con otros no.
No somos osados, pero hemos juntado unos futbolistas que quieren jugar bien al fútbol"
P. Creció admirando a Laudrup…
R. Sí, yo jugaba en la peña barcelonista Cinco Rosas de Sant Boi y siempre iba a ver al Barça al Camp Nou. Le admiraba tanto que si llega a seguir un año más en el Madrid me hago de ellos. Me gustaba su elegancia con la pelota, esa manera que tenía de jugar, te fijabas en él a la fuerza.
P. ¿Ve mucho fútbol?
R. Muchísimo. Hay veces, cuando puedo, que me pongo el partido de las 12 de la mañana y termino con el de las 10 de la noche. A veces, mi mujer y mi hija se enfadan. Mi mujer debe de quererme muchísimo para aguantarlo, lo entiende porque sabe que es mi pasión. Ahora estoy pendiente de ir a Blackpool a ver jugar a un amigo. La Premier League me llama mucho la atención, hay un respeto tremendo por el futbolista.
P. Ahora tiene menos presencia en el juego, pero hace más goles.
R. Sí, tiene que ver con la posición, con la libertad y la confianza que te puede dar un entrenador. Suelo acabar las temporadas con ocho o nueve goles, pero en esta llevo 10 y estamos a la mitad.
P. ¿Con Sandoval no tenía esa confianza?
R. No del todo, estaba muy limitado en los movimientos porque jugaba muy abierto a la banda, no tenía la libertad que tengo ahora con Paco.
P. ¿Ha tenido que ver la marcha de Diego Costa y Michu para que se implique en el gol?
R. Puede ser un punto que haya influido en ese ‘debo de hacer gol’, pero también ser el capitán me ha responsabilizado más.
P. ¿Cómo capitán qué le aconseja a Baptistao?
R. Leo es un chico con mucha proyección y aprende muy rápido. Tiene una zancada tremenda, es muy listo y sabe definir. Si no se tuerce… Por ahora, chapeau. Tiene que estar muy centrado porque el fútbol es presente y hay muchos jugadores que pueden ocupar su sitio y esperan una oportunidad.
P. ¿Diego Costa forzó la amarilla para no tener que jugar contra el Rayo?
R. No creo, aunque es cierto que aquí se le trató muy bien, aún mantenemos el contacto y estamos felices por que le vayan bien las cosas.
P. El Atlético presiona mucho y el Rayo también. ¿Qué partido espera?
R. De mucha intensidad, el Atlético es un equipo grande que juega como uno pequeño por lo que corren y se sacrifican. Eso se lo ha inculcado Simeone.
La 'Premier' me llama mucho la atención, hay un respeto tremendo por el futbolista"
P. ¿Y el Rayo es un equipo pequeño que quiere jugar como los grandes?
R. No, el Rayo es un club pequeño en el que sus jugadores quieren ser grandes dentro del campo. No somos osados, pero hemos juntado una serie de futbolistas que quieren jugar bien al fútbol. Paco tiene la idea de tener el balón, de jugarlo, el objetivo de ser protagonistas. Lo estamos logrando con mucha intensidad en los entrenamientos, en los que todo se hace con el balón.
P. Felipe Miñambres, el director deportivo del club, dice que un jugador de Segunda B, de donde usted viene, rodeado de buenos jugadores puede triunfar en Primera sin problemas.
R. Sí, yo he visto muchos jugadores de Segunda B a los que no se les ha dado la oportunidad porque entrenadores o secretarios técnicos pensaban en el qué dirán.
P. ¿Qué le transmite el flamenco?
R. Muchísimas cosas, es una música muy personal. Necesito escuchar flamenco antes de salir a los partidos, a Capullo de Jerez, a Camarón. También me gusta El Barrio y la rumba catalana de Peret.
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