Kike Sola calienta a Osasuna

Un gol basta para romper el frío, solo 2 grados en Navarra, y calentar a un equipo hasta el momento sin temperatura estable. Fue Kike Sola quien se adueñó del termómetro y heló al Rayo con una vaselina que arranca a Osasuna de los puestos de descenso.

El Rayo, con la defensa adelantada, pecó de aglomeración en el centro del campo. No por abundancia de jugadores, sino por el número de posibilidades de pase que se le ofrecía. Adiestrado por Jémez en la necesidad de salir con el balón jugado, la multitud de vías de escape le nubló la vista, algo complicado si delante está Osasuna. Aun así, el abanico de los madrileños recoge diversos bordados. Bastan un par de conexiones entre Baptistao y el Chori Domínguez para que la zancada del uno y la picardía del otro generen por sí mismas una sola jugada. Algo que mareó a los navarros, más acostumbrados a la brega espacial que la interpretación de movimientos.

Sin embargo, le valió al conjunto de Mendilibar su fortaleza física, la mental está empezando a equipararse, para resquebrajar la idea futbolística del Rayo con eso que tan bien se le da hacer: aprovechar lo evidente. Así una carrera de Cejudo culminó con un pase a Kike Sola, que, embragada la quinta marcha, superó con suavidad a Cobeño con un remate picado de esos que se deciden en un microsegundo y se saborean durante todo el partido.