“Entrar más en la pista y... forzar”
Nadal ganó a Djokovic con una posición táctica más agresiva e intentando cerrar las jugadas antes
“Al tocar fondo a nivel de presión, estás dispuesto a hacer cambios”. Al otro lado del teléfono, la voz de Toni Nadal describe un viaje vital, de Londres a Montecarlo pasando por Melbourne, que culmina en la final del Principado con la primera victoria en ocho partidos de Rafael Nadal, su pupilo y sobrino, sobre el serbio Novak Djokovic. Sus palabras resumen un cambio con tres aristas: la cabeza, que se recupera tras la desconexión de la final perdida ante Nole en Wimbledon 2011; el corazón, que apuesta por ser valiente, reforzado por el tremendo pulso de la final del Abierto de Australia, igualmente cedida, y las piernas, que impulsan su saque y ocupan la pista mejor que nunca a partir de unos recuerdos. Nadal repasa los duelos previos y asume que tirando desde detrás de la línea de fondo no desplaza a Nole.
“En Wimbledon, Rafael no estuvo a la altura mentalmente”, explica Toni. “Al tocar fondo a nivel de presión, estás dispuesto a hacer cambios. A poner más plomo en la raqueta, por ejemplo”, continúa sobre los tres gramos de peso que ha añadido su sobrino para ganar en contundencia. “Rafael golpeaba con los dos pies en el suelo, demasiado parado, sacando toda la fuerza del brazo”, añade. “De esa manera [sin usar el giro de todo el cuerpo] todo se vuelve mucho más difícil. Le falta tiro. Tiene que entrar más en la pista. En Australia empezó a hacerlo y por eso dio más golpes ganadores. Tiene que forzar más la jugada”, sigue tras ver que disparó 16 por 11 de su contrario en Montecarlo, todo un cambio de tendencia. “Procuro no engañar a Rafael más de la cuenta. Antes del partido, lo veía difícil por las derrotas previas. “Aunque creas que no puedes’, le dije, ‘haz una más. Aunque creas que no puedes, aguanta un poco más. Nunca sabes cómo está el otro”.
En Wimbledon, Rafael no estuvo a la altura mentalmente. Al tocar fondo a nivel de presión, estás dispuesto a hacer cambios. A poner más plomo en la raqueta, por ejemplo”, explica Toni Nadal
El otro, Djokovic, a decir de quienes le vieron durante la semana, no era el mismo de 2011, cuando dominó con puño de hierro. El otro había perdido a su abuelo y competía con aires melancólicos. Y el otro, por encima de cualquier otra cosa, se encontró a un Nadal distinto del que había visto en el último año. Solo hay que repasar el vídeo de la final de Montecarlo.
Nole sale en tromba y gana el primer juego en blanco. De tiro en tiro, se pone 0-1 y 15-30 sobre el saque del español, quien necesita de una hombrada para sumar ese mínimo punto (1-6 es la cuenta entonces a favor del serbio). ¿Qué hacer? Nadal pega un ace y dos saques ganadores. Resuelve con su peor golpe (1-1). Inmediatamente, rompe el saque a su rival. Sorprende ganando pista, subiendo a la red hasta en cinco ocasiones y construyendo el punto con su derecha gracias a la contundencia de su servicio.
“Lo hablamos antes”, detalla Toni. “Era cuestión de ser valiente, de que cerrara las jugadas antes, de que fuera activo y no diera sus golpes ganadores desde detrás de la línea de fondo”, analiza el técnico, que vio cómo su sobrino golpeaba el 94% de las bolas por detrás de la cal en las dos finales que enfrentaron a ambos tenistas sobre tierra en 2011. “Hablamos de que esos tiros había que darlos desde dentro porque, si no, a Djokovic no se le desplaza, ya que es un gran defensor. Comentamos la necesidad de tener un alto ritmo… Desde el principio, Rafael metió presión. Le hizo ver que estaba dispuesto a ir a la red, a atacar. Luego, en el segundo set, él se descentró. Rafael estuvo mucho mejor que él de cabeza. En 2011 iba aumentando la presión con los torneos y Djokovic subía con ella. Ahora la nota algo más”.
Ahora Nadal defiende su título en el Trofeo Godó, en Barcelona. ¿Cómo está su cuerpo tras el esfuerzo? “Bien”, contesta Toni; “cuando ganas, siempre llegas bien”.
Los últimos ocho enfrentamientos
Final Masters 1.000 de Montecarlo 2012: 6-3 y 6-1 Nadal
Final del Open de Australia 2012: 5-7, 6-4, 6-2, 6-7 (5) y 7-5 Djokovic
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