D'Alessandro, el mejor revulsivo

El Nàstic de Tarragona llegaba este domingo al partido frente al Sabadell sumido en una crisis total, colista de la Segunda División. No había conseguido ganar ni un partido y, con siete goles a favor, era el equipo menos efectivo de toda la categoría. Para colmo, el club había sufrido un pequeño terremoto esta semana, cuando la directiva despidió al entrenador, Juan Carlos Oliva, y al director deportivo, Josep María Nogués. En su lugar, se contrató a Jorge D'Alessandro (Buenos Aires, Argentina; 1949) para dirigir al equipo. "No podemos bajar del caballo en mitad del río", fue el mensaje que transmitió el técnico en su presentación. Este domingo, lo cumplió al dedillo: el Nàstic consiguió su primera victoria a lo grande, goleando (5-0) al Sabadell, que solo había perdido dos partidos hasta ahora, y ya suma siete puntos, uno más que el Huesca. En Tarragona ya esperan un nuevo milagro de D'Alessandro, que hace dos campañas consiguió salvar al Salamanca de la 2ªB en un final de temporada tan brillante como emocionante.

"El partido contra el Sabadell ha demostrado que la plantilla, a pesar de las críticas que ha recibido, está capacitada, que tiene futbolistas de nivel que pelean por el escudo", explica en una conversación telefónica Josep María Nogués, el director deportivo destituido esta semana, que reconoce la buena labor del técnico argentino en los pocos días que lleva en el banquillo. "Ha dado otro aire al equipo, los futbolistas han jugado con más intensidad porque D'Alessandro es un gran psicólogo, trabaja muy bien todo lo relacionado con la motivación. Tiene una gran experiencia y eso se nota", completa Nogués. Los propios jugadores del Nàstic destacaban esta misma semana el énfasis que el técnico argentino pone en trabajar el aspecto mental. "Lo que quiere es motivar al equipo, transmitir que de esta situación se puede salir, porque quedan muchos partidos por delante. Nunca te deja dormirte en un entrenamiento, siempre quiere que des el máximo, que estés atento a sus ideas. Quiere que esté todo el mundo junto, muy activo", señalaba el medio Julio Rico. D'Alessandro no oculta sus cartas: "El que me conoce sabe que mi patrimonio es mi método de trabajo. Lo que hace que la tarta tenga fresa o nata es la parte emocional. Eso está fuera de cuestión".

El argentino sabe bien cómo tratar a un equipo hundido a mitad de la temporada. Hace dos temporadas, revivió al Salamanca, pero ya había salvado a otros equipos de Primera y de Segunda, como el Atlético de Madrid, al que libró del descenso a la categoría de plata en 1994, y el Elche, con el que consiguió la permanencia en Segunda en 2000. Con el Mérida logró, además, el ascenso a Primera en 1995. "En Tarragona me encontré a un equipo anestesiado y ya ha habido un cambio. La clave está en que los jugadores sepan que valen", explicaba esta semana el propio D'Alessandro, algo cansado de la fama de salvador que se está labrando: "Siempre he pensado: ¿Por qué no me ha tocado que me den un equipo a principio de temporada? Con la tranquilidad con la que trabajas en la previa. Esos 40 días que te permiten ir poco a poco, jugar sin presión. Es fantástico". Si continúa la racha que ha comenzado frente al Sabadell, en Tarragona puede tener su oportunidad.