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Oltra, entrenador en el palco

Una deuda con el Vecindario, reconocida por la Federación y un tribunal de Primera Instancia, impide al Deportivo presentar la ficha de su técnico

En los últimos cuatro partidos del Deportivo, tres de Liga y uno de Copa, el técnico José Luis Oltra acompaña a sus jugadores en el calentamiento sobre el césped, después imparte las últimas consignas en el vestuario y busca ubicación en el palco o en alguna de las cabinas que dejan vacías la prohibición a las emisoras de radio. Le acompaña su ayudante y preparador físico Chema Sanz. Ninguno de los dos pueden sentarse en el banquillo porque la Federación impide al club que preside Augusto César Lendoiro diligenciar ninguna nueva ficha mientras no abone una deuda reconocida por la propia Federación al Vecindario, equipo canario de Segunda División B con el que firmó en septiembre de 2005 un convenio de tres años por el que debía de abonarle 72.000 euros cada campaña y del que sólo pagó una anualidad. La medida podría haber afectado a los jugadores incorporados o renovados por el club gallego este verano, pero no es así porque en el caso de los futbolistas es la Liga de Fútbol Profesional la que decide si suspende las fichas. Y no se ha negado a hacerlo.

El asesor jurídico de Lendoiro anuncia que seguirán hasta el final "hasta meter en la cárcel a Villar o a quien haga falta"

Oltra comenzó la Liga en el banquillo con una ficha provisional a la espera de que las diferentes instancias judiciales se pronunciasen sobre el aluvión de recursos y peticiones cautelares planteadas por la asesoría jurídica del Deportivo, que tras el acuerdo federativo llevó el conflicto a los tribunales y lo perdió en primera instancia. A la espera de una de esas cautelares Oltra estuvo en su sitio durante los dos primeros partidos de Liga ante Recreativo y Hércules, el último que vio en el banquillo. Entonces el Deportivo reunió los 200.000 euros de fianza en efectivo que fijó el Tribunal Superior de Justicia de Madrid a la espera de que el Juzgado de Primera Instancia de Majadahonda decretara medidas cautelares para que el entrenador pudiera tener ficha mientras se sustanciara el proceso y sus consiguientes recursos. Pero justo tras el partido contra los alicantinos, el Tribunal constató que el dinero había llegado un día después de que acabara el plazo fijado y dejó sin efecto el permiso para que los técnicos dispusieran de ficha. Al fin, la semana pasada llegó desde Majadahonda una decisión: se denegó la cautelar, tal y como poco antes había decidido el Consejo Superior de Deportes, organismo en el que también buscó amparo el Deportivo.

"Desde el palco se ve mejor el fútbol. Llegará el día en el que un entrenador de uno de los grandes empiece a ver el partido desde el palco y los demás acaberemos haciendo lo mismo", explicó Oltra tras su primera experiencia en la grada. El pasado sábado en Alcorcón hubo un momento tras el tercer gol local en el que el centrocampista del Deportivo Álex Bergantiños se dirigió al banquillo para recibir algún tipo de consigna. Encontró varios interlocutores, uno de ellos, el único que se puso en pie, Rodolfo Bodipo, un compañero. La máxima representación técnica en el banquillo la ostenta Ángel Franganillo, preparador físico en la nómina del club desde hace más de veinte años, que se mantiene comunicado con su jefe vía telefónica. Oltra mantiene que nada hubiera cambiado con él allí abajo, "pero me hubiera gustado estar para que me señalaran como el responsable en la derrota".

Y no se atisba una solución inmediata que no pase por un acuerdo entre clubes. Desde el Deportivo se considera que la Federación Española de Fútbol anticipa la resolución para no admitir las fichas sin que el proceso esté cerrado. Pero lejos de tender puentes hacia el entendimiento, el asesor jurídico del Deportivo, Germán Rodríguez Conchado, uno de los hombres más próximos a Lendoiro, lanzó, desde los micrófonos de la Radio Galega, una dura acusación. "Tenemos la sospecha de que los escritos que presenta el Vecindario están redactados de común acuerdo con la Federación, de la mano de [su vicepresidente] Juan Padrón. Es algo tremendamente grave. Se le puede llamar prevaricación".

En una de sus últimas peticiones a la Federación el Vecindario solicitó que en aplicación del Código Disciplinario federativo se le descuenten tres puntos de la clasificación al Deportivo por incumplir el acuerdo federativo que en marzo de 2010 le obligaba a saldar la deuda con el Vecindario. Desde entonces comienzan a ser efectivos intereses a razón de 19.500 euros mensuales. "Si nos quitan puntos pagaremos lo que nos pidan, pero seguiremos adelante hasta meter en la cárcel a Villar y a quién haga falta", anuncia el abogado del Deportivo, club que en septiembre de 2005 firmó con gran pompa un acuerdo de colaboración con el Vecindario. Por él se comprometía a pagar 72.000 euros anuales y a tener una opción preferencial sobre los jugadores de su cantera. Dos de ellos, Aridane y Fabricio, viajaron hacia tierras gallegas y este último, un guardameta ahora en las filas del Betis, llegó a jugar cinco partidos con el Deportivo en Primera por lo que se generó un nuevo pago de 30.000 euros, también reclamado por la entidad canaria. Pero en A Coruña se entendió roto el acuerdo tras un año porque tres futbolistas formados en el Vecindario se fueron a Barcelona, Real Madrid y Villarreal. Con todo, no hubo diálogo de manera que el convenio quedó en un limbo sin que nadie en A Coruña reparara que a su finalización una cláusula indicaba que se ampliaba tres años más de forma automática si nadie lo denunciaba. De ahí se acumula la petición de impago por 360.000 euros, que unido a lo que se pide por Fabricio y los intereses acumulados desde el fallo de la Federación suman ya más de 700.000 euros, un maná para el Vecindario, colista en Segunda B y sepultado por una deuda de casi 2 millones.

José Luis Oltra, en un entrenamiento del Deportivo.
José Luis Oltra, en un entrenamiento del Deportivo.

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