Lièvremont contra el mundo

Si hay partidos con historia en un Mundial son los enfrentamientos entre Nueva Zelanda y Francia. Ambas selecciones se miden mañana (10.00, C+ Deportes) en Eden Park y, además de todos los antecedentes, Marc Lievremont se ha encargado de calentar el ambiente con la elección de su XV inicial. Para muchos se trata de un equipo B, pese a que los 15 elegidos han jugado ya en el Mundial y acumulan un total de 634 internacionalidades, el segundo equipo más experimentado de los últimos cuatro años, y solo ha hecho cinco cambios con respecto al último partido.

En el centro de las críticas está la elección de la primera línea, en la que faltan los tres titulares del Seis Naciones, y, sobre todo, en la elección de Morgan Parra como apertura, siendo su posición natural la de medio de melé. "Trinh-Duc [el apertura titular] no lo está haciendo bien", explica Liévremont. Su homólogo español, el francés Regis Soannes, que se enfrentó a él en el campo y ha compartido varios cursos de entrenadores, le defiende: "Trinh-Duc no está a su nivel, y la lesión de Skrela [se dañó un hombro contra Japón, tras solo 10 minutos en el campo], su suplente, le ha obligado a llamar a Jean-Marc Doussain, un jugador muy joven y que no está metido en la dinámica del equipo. Parra, por su parte, ha jugado 20 minutos en esa posición en los otros dos partidos y ha cambiado el ritmo del juego y revolucionado los encuentros".

Lièvremont (Dakar, Senegal; 42 años) fue nombrado seleccionador francés en 2008 y desde entonces no ha dejado de generar polémica. "Entiendo que mucha gente está decepcionada, con razón o no, pero me considero una persona de fuertes convicciones tanto a nivel deportivo como a nivel humano", se defendió el 25 veces internacional con Francia. Las acusaciones de los medios se basaban, sobre todo, en que su elección era una cacicada del entonces presidente de la Federación Francesa de Rugby, Bernard Lapasset. "No he pedido nada a nadie"; contestó Lièvremont; "respeto a los otros aspirantes, pero yo no tengo que justificar nada".

Las críticas amainaron tras la consecución del Seis Naciones de 2010 ganando todos los partidos, pero no desaparecieron, y se centraban en el juego del equipo. Para los especialistas, Francia se había alejado del vistoso rugby champagne y optando por un planteamiento más práctico. Los opositores a Liévremont volvieron a coger fuerza este año tras la primera derrota en la historia frente a Italia en el Seis Naciones (22-21). "Los jugadores me han traicionado a mí y a la camiseta francesa", espetó el entrenador tras el partido. Soannes tiene explicación para estas salidas de tono: "Es como era cuando jugaba. Duro pero sincero y un gran competidor. Esa sinceridad le lleva a ser impulsivo en muchas ocasiones. Quizá debería analizar más lo que dice, pero nunca lo ha hecho".

En este Mundial, Lièvremont ya ha cargado contra sus jugadores. "Pese a la victoria, no estamos contentos", afirmó tras el primer partido contra Japón visiblemente enfadado; "tras los dos primeros ensayos pensamos que era fácil. Que éramos muy buenos. Este tipo de actitud no puede costar caro". Lièvremont ya ha dicho lo que tenía que decir. Ahora es el turno de los jugadores.