El Alcorcón, a sellar de nuevo Santo Domingo

Recién ascendido, siendo un absoluto novato en la categoría y con el menor presupuesto de los 22 equipos de la Segunda División, el Alcorcón se atrincheró en su estadio la temporada pasada para lograr la permanencia y sorprender a todos con su coqueteo final con los puestos de ascenso. En Santo Domingo cosechó 14 de sus 17 victorias ligueras, en un desnivelado bagaje con los resultados obtenidos lejos de Alcorcón que se ha invertido en los cuatro primeros partidos de esta temporada. Aún no conoce la victoria como local -un empate y una derrota-, mientras que ha ganado sus dos partidos como visitante, uno menos de los que consiguió en toda la anterior campaña.

Pese al vuelco estadístico, jugadores y cuerpo técnico se muestra más que satisfechos con este inicio. "Las sensaciones son muy buenas. Se nos han escapado cinco puntos en casa, pero al menos nos podíamos haber quedado con tres de ellos", asegura Quini, el artillero del equipo (22 tantos el año pasado, dos el actual). Diagnóstico que comparte el entrenador, Juan Antonio Anquela: "En los dos partidos en casa hemos estado más cerca de ganarlos que de perderlos. Son cosas del fútbol". Y no le falta razón. En el primero, con un jugador más, el portero Manu Herrera se entretuvo regateando a José Mari, que le arrebató el balón para dar la victoria al Xerez en el minuto 86, y en el segundo, ante el Villarreal B, los alfareros concedieron el empate en el tiempo de descuento.

A la hora de encontrar una causa a los atípicos resultados aparece el proceso de madurez del equipo en la categoría. Mientras que ha aprendido a manejar mejor los partidos fuera -no ha recibido ningún gol y ningún equipo ha recibido menos tantos en el global (dos)-, su fama como anfitrión ha hecho que los rivales acudan con la lección aprendida. "La gente, a base de nuestro trabajo, nos respeta y viene con otra mentalidad. En casa somos un equipo alegre, que va arriba e intenta hacer ocasiones, lo que conlleva que también te las hagan a ti", explica Quini. Un carácter festivo que el equipo ha tratado de reducir en las salidas, según explica su entrenador, Juan Antonio Anquela: "Es algo que el año pasado nos costó coger hasta entrada la segunda vuelta. El equipo era demasiado alegre y seguíamos apretando cuando en el fútbol, fuera de casa, a veces conviene estar más armadito".

Dos cosas no han cambiado, sin embargo, respecto a la última temporada: la desahogada posición en la tabla -séptimo, a un puesto de los playoffs de ascenso- y, pese a ello, la permanencia como objetivo. "Nosotros no podemos pensar en otra cosa. Esto es cuestión de rachas, te viene una buena y crees que vas a estar arriba... o una mala y te ves abajo. Nos hemos preparado para ello. Sabemos que van a venir malos momentos y queremos tener una línea para que esos resultados no nos afecten, saber el porqué de esos resultados y nada más. Eso lo tenemos clarito", sentencia Anquela, a lo que se une el centrocampista Sergio Mora, que ya ha firmado dos goles: "No se puede engañar a la gente y que crean que por ganar un par de partidos vamos a estar arriba. Este club aún no puede plantearse otra cosa".

Para enmendar el rumbo en casa y poder acabar el año soñando con retos mayores, el Alcorcón recibe este sábado a uno de los ogros de la competición, el Deportivo (18.00; La Otra y TVG2). "Es un partido especial porque es un rival de Primera División. Cualquier partido es ideal para comenzar a ganar en casa, pero este más", analiza Quini. "Es, junto al Hércules, uno de los dos favoritos a subir", sostiene Mora. "Pfff... Lo veo muy difícil. Todos los son, pero este más", resopla Anquela, "Cuando venga aquí y vea a los futbolistas del Dépor me tendré que quitar las gafas y lavarme los ojos para decir que es verdad. Que el Dépor esté en Segunda es un accidente, mientras que nosotros lo hemos tenido que lograr a base de mucho trabajo y esfuerzo. Un equipazo que hasta hace poco veíamos por la televisión... y que estuvo a punto de meterse en una final de la Liga de Campeones. Ver a Valerón en Santo Domingo... Ese hombre es un icono del fútbol y al verle aquí diré: 'Madre mía'. Tenemos que disfrutar de estos momentos, independientemente del resultado, aunque no hay mejor forma de hacerlo que intentando ganar". De lograrlo, sería la primera piedra en la reconstrucción del fortín del curso pasado, algo vital para el Alcorcón según reconoce Quini: "Sin duda, la salvación pasa por Santo Domingo".