Vega, el portero-delantero
El guardameta, muy discutido antes de la Copa América, dio la asistencia del último gol de Venezuela ante Paraguay
El portero de Venezuela, Renny Vega (Maracay; 1979), lleva en los genes lo de ponerse bajo los palos. Su padre, Vicente, fue también guardameta de la vinotinto y jugó de titular en un amistoso que enfrentó a su selección con España en 1981. Renny podía haber sido, no obstante, jugador de baloncesto, un deporte que le apasiona y que ha practicado mucho pese a no destacar por su altura -1,80 metros-, o incluso delantero. Dio buena muestra de ello en el partido que Venezuela jugó frente a Paraguay en el último choque de la fase de grupos de la Copa América. La vinotinto perdía 3-2 en el minuto 93 del partido, cuando el árbitro señaló córner a su favor. Arango centró y Vega, que había subido a rematar, peinó el balón con tanta suerte que ese contacto se convirtió en un pase perfecto a Perozo, que remató al fondo de la portería. El guardameta se convirtió, así, en el héroe de un partido que su selección había tenido muy cuesta arriba, pues en el minuto 89 iba perdiendo 3-1.
Esa jugada, sin embargo, resulta no ser una casualidad para Renny Vega. Así lo aclaró el 15 de noviembre de 2005, en un partido que su equipo de entonces, el Aragua, venezolano, jugaba contra el Mineros de Guayana. Vega comenzó el choque en el banquillo, pero su entrenador, Rafael Santana, decidió en el minuto 54 que debía saltar al césped. El guardameta, sin embargo, no se enfundó los guantes, sino la camiseta de uno de sus compañeros y se situó de delantero. Fue el futbolista más incisivo del Aragua, aunque se marchó sin marcar. Unos años antes, cuando pertenecía al Deportivo Italchacao, también jugó un partido como delantero. Ese día sí logró un gol. En el choque frente a Paraguay se estrenó como asistente. "Yo no iba a ir, pero Farías [el seleccionador] me mandó. Es algo que va a quedar en el recuerdo de la Copa América y que va ser parte de mi vida", explicaba sonriente tras el encuentro.
Pero lo suyo es, sobre todo, parar. Lo está demostrando en esta Copa América, en la que ha salvado goles cantados. Frente a Ecuador, por ejemplo, desbarató una ocasión clarísima de Felipe Caicedo, que se quedó solo frente a él. "Pensé que me iba a matar de lo duro que dispararía, porque estaba muy cerca. Pero le salió a un costado y la pude detener", explica. También en el partido contra Brasil, que Venezuela empató a cero con la canarinha, rescató a su selección con varias intervenciones de mérito. Parece que hay truco. "Mi papá es un espejo para mí en lo personal. Me he fijado mucho en su trayectoria como futbolista. Antes de los encuentros siempre me llama para aconsejarme y darme ánimos", explica.
A pesar de sus actuaciones en la Copa América, a Vega no todo le ha salido bien últimamente. Hace unos meses, de hecho, su puesto en la selección llegó a estar en entredicho. El seleccionador decidió no convocarle para un partido amistoso frente a Argentina en marzo y eso desató la ira del portero, que ya había sido suplente anteriormente en otros partidos con su selección. "Él puede decir lo que le dé la gana, es el técnico y yo no voy a caer en discusión con él, pero no tengo que esconderle nada a nadie ni demostrarle nada al fútbol venezolano. Todo el mundo me conoce", soltó. Las críticas arreciaron después, justo en el amistoso que jugaron Venezuela y España en junio y que ganó La Roja 0-3. Vega no consiguió atrapar el balón tras un disparo de falta de Villa que supuso el primer gol de España. Luego, volvió a fallar en el tercer gol, de Xabi Alonso. Hasta él tuvo que reconocer su desacierto. "No tengo problema en reconocer el error en el primer tanto", aseguró. Ese partido le volvió a la mente tras su buen choque frente a Paraguay: "Ante España me liquidaron, me dieron por todos lados, pero la vida te da la oportunidad de la revancha". Puede seguir reivindicándose en cuartos, frente a Chile, una selección a la que Venezuela solo ha vencido una vez en los 21 partidos oficiales que han disputado.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.