Dorsal 72, Chris Horner

Christopher Horner, norteamericano de Oregon e integrante del Radioshack en este Tour de Francia, cumplirá 40 años en octubre. No es ninguna errata, 40. Pero no es el mayor -iba a decir el más anciano, pero no me gusta como suena- de este pelotón, pues el dorsal 19, Jens Voight, es incluso un mes mayor que él.

Yo conocí a Horner en un reportaje resumen de una carrera de lo más exótica. Año 2000 y Chris Horner, del Mercury, fue el ganador final de la general del Tour de Langkawi. Un americano rubio con una larga coleta y con cara de niño ganando en una carrera por etapas en Malasia gracias a una gran contrarreloj ante su rival mejicano, el escalador Pérez Cuapio.

Quién me iba a decir a mí entonces que tan solo un año más tarde tendría yo la oportunidad de correr esa misma carrera. Y encima trabajando para la victoria final de uno de mis compañeros, Lanfranchi. Bueno... el caso es que más tarde conocí a Horner y me enteré de que su debut como profesional había sido en Francia tres años antes de esa victoria en Langkawi. En el Francaise de Jeux, por el que tuvo un paso poco afortunado. Regresó a su país natal, donde obtuvo victorias en el calendario local, y allí estuvo hasta el 2004.

Y un buen día, su mujer le puso en una difícil dicotomía: o el ciclismo o yo. Y no dudo, vendió su casa y con el dinero emigró de nuevo a Europa en busca de una segunda oportunidad, ya sin coleta. Saunier Duval, Lotto, Astana y Radioshack han sido sus equipos desde esa segunda emigración.

En Saunier se ganó el apodo de Chiquito por su graciosa forma de caminar después de una caída. Chiquito de la Calzada estaba de actualidad en esos años y a Horner le tocó aguantar una temporada las bromas de sus compañeros.

Y en su segunda juventud que comenzó el año pasado en la Vuelta al País Vasco, se adjudicó la victoria en esta carrera así como el Tour de California de este año, ganado en ambas carreras una etapa además de la general. Al País Vasco le tenía ganas gracias a su amistad con el exciclista Imanol Aiestaran, donostiarra con el que compartió equipo en Norteamérica. Y California es la carrera más importante para su equipo, así que allí iban con toda la artillería pesada. Y en este Tour, viendo su estado de forma, nuestro amigo va a dar mucho que hablar, seguro.

¿Qué animal sería Horner? No tengo muchas dudas, es el conejito de Duracell. Ese peluche color rosa chicle que dura, dura, dura, y que cuando parece que ya se le agotan las baterías, aún sigue moviéndose al mismo ritmo que al principio.

Suerte en este Tour, dorsal 72. Veremos cuál es la verdadera jerarquía de tu equipo más adelante. Teóricamente el líder es Brajkovic, o Leipheimer, pero me da a mí que tus pilas están como el primer día.