Carlota Ciganda da el salto

Ella escribe su apellido con c, Ciganda, pese a que su tío José Ángel, El Cuco, lo hiciera famoso escrito con z en sus tiempos de delantero de Osasuna y Ahtletic. Tiene identidad propia Carlota, que tonteó de pequeña con el fútbol sala pero que se enamoró del golf. A los cinco años acompañaba a su padre al campo de Ulzama, a cuatro kilómetros de Larrainzar, donde vivían; a los ocho ya golpeaba la bola más fuerte y lejos que cualquier niño de su edad; desde adolescente comenzó a romper barreras y se convirtió en la mejor promesa de la cantera española; y ahora, a punto de cumplir (el 1 de junio) los 21 años, Carlota Ciganda ha pasado a profesional después de una brillantísima trayectoria como amateur. Debutará con su nueva tarjeta en el Tenerife Ladies Match Play, torneo del circuito europeo femenino, del 9 al 12 de junio.

Era cuestión de tiempo ver a Carlota entre las mejores del mundo. Ha sido campeona de España en todas las categorías, campeona de Europa individual en 2004 y 2008, medalla de oro en los Europeos por equipos sub 16, junio y absoluto, ha ganado el British amateur en 2007... Una carrera meteórica que hace tres años le llevó a afiliarse en la Universidad de Arizona, en Estados Unidos, país cuya Liga Universitaria ha sido la cuna de algunos de los mejores golfistas españoles: allí, al contrario que en España, pueden compaginar a la perfección los estudios con el golf al más alto nivel. En Arizona, Carlota se forjó como una golfista profesional. Ganó cuatro torneos amateurs, en especial la final de la Liga Universitaria de 2009. Y continuó, como toda su vida, rompiendo moldes. Ya participó en 2005, con solo 14 años, en un torneo profesional como aficionada: curiosamente en el Tenerife Ladies al que ahora regresa con galones. Y ya fue, hace dos temporadas, la primera española (en categoría masculina y femenina) en enrolarse como amateur en un torneo del circuito profesional estadounidense, en Phoenix.

Todo le llega a Carlota de una vena muy deportiva y competitiva herencia de su familia. La pequeña Ciganda odiaba perder contra su padre y su tío al frontenis, y se mostraba impaciente al mes y medio de llegar a Estados Unidos porque todavía no había ganado nada. Ahora ya gana también con la raqueta, su palmarés va engordando y ha dado el gran salto a profesional. Así la ve Marta Figueras-Dotti, entrenadora de los equipos nacionales y primera española en ganar en el circuito estadounidense, en 1994: "Siempre ha tenido una facilidad innata, una creatividad y una imaginación que se han perdido en este deporte. Desarrolla golpes que un profesor no le enseña, y siempre me ha sorprendido su pegada y su actitud en el campo, siempre se divierte".