Massimo Busacca, un árbitro peculiar

Massimo Busacca volvió a dejar huella. Esta vez, en el Camp Nou, testigo directo anoche del polémico arbitraje del suizo, que no señaló un claro penalti sobre Messi, zancadilleado por Diaby en el minuto 32, y que expulsó de forma rigurosa a Van Persie después de que el holandés chutase a portería cuando el colegido ya había indicado fuera de juego. Dos controvertidas decisiones que engrosan el historial de Busacca, que intentó ser futbolista pero no destacaba, según cuenta él mismo. Por eso lo dejó y decidió hacerse árbitro.

Acertó. Con 41 años el árbitro suizo (Bellinzona, 1969) de origen italiano ya ha arbitrado una final de Champions, otra de Liga Europa y ha participado en los dos últimos Mundiales. Su celebridad, sin embargo, no se debe solo a sus buenos arbitrajes, sino también a algunos episodios controvertidos, como la peineta que dedicó a los espectadores durante un encuentro del campeonato suizo o aquel partido en Qatar en el que, supuestamente, orinó en el medio de la cancha.

Al momento más álgido de su carrera hasta ahora, la final de Liga de Campeones en Roma de 2009 en la que el Barcelona de Guardiola alzó el trofeo frente al Manchester United de Fergusson y Cristiano, siguió el peor momento. En septiembre del mismo año dirigió un encuentro de Copa entre FC Baden y BSC Young Boys y dedicó una peineta a los hinchas que le habían provocado con sus cánticos. Pocos días después fue acusado por la televisión de Qatar de orinar sobre el césped en un partido entre el Al Gharrafa y Al-Khor, donde había sido invitado a arbitrar gracias al renombre que había cobrado. Mientras del primer gesto se disculpó en más de una ocasión, -"Fue un gesto humano y espero que la gente comprenda mi reacción", declaró a una televisión suiza-, desmintió el episodio en Qatar.

El vídeo de aquel partido fue censurado y lejos de aclarar el episodio acrecentó el mito; el canal que la retransmitía pixeló las partes íntimas del árbitro en el momento en el que presuntamente estaba orinando. "Es un disparate, una locura. No tengo ni idea de dónde salen las imágenes, pero la realidad es que en el vídeo no se ve nada. La secuencia está bien cubierta", declaró pocos días después el árbitro de Bellinzona. Según él, se trataba de una campaña orquestada para denigrarle después del mal gesto en la Copa Suiza.

Tras aquel septiembre negro, Busacca volvió a arbitrar sin ulteriores extravagancias, hasta conseguir ser convocado para el Mundial de Sudáfrica. En la anterior cita, en Alemania 2006, se le recuerda por haber sido pillado por las cámaras, durante un México-Argentina, insultando a un futbolista. En Sudáfrica no tuvo tiempo de lucirse. Solo arbitró un partido, el entre el equipo anfitrión y Uruguay (0-3) tras el que Carlos Alberto Parreira, seleccionador de Sudáfrica, declaró que Busacca, que expulsó al guardameta de los locales, era el peor árbitro del Mundial.