"¡Estamos fuera!"

Como de costumbre, Valero Rivera, el seleccionador español, no se anduvo por las ramas. España acababa de ganar a Eslovenia por 40-32 y se estaban disputando los primeros minutos del partido entre Francia y Polonia que iba a decidir si su equipo entraba o no en las semifinales del Europeo. Y el técnico lo dijo así de claro: "¡Estamos fuera!". Fue una afirmación contundente, categórica. No tenía ninguna duda de que Francia iba a ganar a Polonia, tal como al final ocurrió por 29-24. "Los polacos se juegan demasiado. Con Francia en las semifinales, ellos están clasificados para el Mundial de Suecia. Con nosotros, podrían perderla". España disputará, pues, la quinta posición ante Dinamarca, que ayer perdió contra Croacia. En semifinales, Francia jugará ante Islandia y Polonia contra Croacia.

El argumento de Rivera era definitivo, una explicación que, para él, no permitía albergar ninguna duda sobre lo que iba a ocurrir: Francia está ya clasificada como campeón mundial y su presencia en las semifinales aseguraba la clasificación de los otros tres equipos para Suecia. "Me sabe mal, pero no hay nada que hacer. Creo que hemos jugado un Europeo excelente y que merecíamos estar en las semifinales tras haber alcanzado los siete puntos. Una sola derrota nos ha condenado", esgrimió el seleccionador español.

La única posibilidad de que España entrara en semifinales era que Polonia se impusiera a los franceses. Entonces el empate que se había producido entre España y Francia obligaba a aplicar la diferencia de goles global y ahí la ventaja española era determinante. Sin embargo, el partido se decantó del lado francés desde los primeros minutos.

"Llegamos con mucha ilusión y con un año de mucho trabajo. Sólo tengo palabras de elogio para este equipo. Los jugadores lo han dado todo, han estado siempre muy unidos y creo que hemos demostrado que seguimos estando en la élite mundial", agregó Rivera. "Pero desde hace un año no sabemos lo que es la suerte: todavía nos estamos resarciendo de lo ocurrido en Croacia el año pasado [13º en el Mundial], y en el primer minuto del Europeo se lesiona Sterbik [el portero serbio nacionalizado español que debutaba con la selección]. Además, los árbitros no nos respetan y eso quedó claro muchas veces, especialmente en el último minuto contra Francia [24-24], donde debimos sumar los dos puntos".

España concluyó la primera fase invicta y sufrió su único traspié del campeonato en el primer encuentro de la segunda, ante Polonia. Jugó un pésimo partido. Pero aquello fue sólo un espejismo. Después recuperó el tono inicial, ganó con solvencia a Alemania y ayer le endosó 40 goles a Eslovenia y le ganó por ocho de ventaja. "Jugamos muy concentrados, sabiendo que las cuentas sólo podían salir si ganábamos. Nos vamos con un buen sabor de boca", indicó Julen Aguinagalde, que junto a Alberto Entrerríos y Cristian Malmagro fueron claves en la victoria de ayer. No bastó.