Emana alimenta la reacción del Betis

La Segunda División es una categoría que reúne una serie de tópicos, como la vida misma. Unas veces se cumplen, otras no. Uno de ellos dicta que un filial suele comportarse justamente como lo hizo ayer el Villarreal B ante el Betis. Excelente toque, juego alegre, escasas precauciones defensivas y también con frecuencia muy poca eficacia en ataque. Todo eso fue el Villarreal en la noche de ayer. De todo se aprovechó el Betis. Por supuesto, también de la anulación de un gol legal a Montero con el cero a cero en el marcador y de las prestaciones del mejor futbolista que tiene el preparador Antonio Tapia en su plantilla, Emana.

El camerunés anotó el primer gol después de un gran pase de Arzu, colaboró de forma decisiva en el tercero con un balón a Juanma de fábula y todavía cerró la cuenta anotadora tras un regalo de Sergio García. El Betis ganó el partido aplazado por la gripe A y se coloca a tres puntos de la zona de ascenso, por lo que de momento sigue sin cumplir con el único objetivo que tiene esta temporada, el retorno a Primera División. El equipo ha pasado una fase crítica, es competitivo y ya sabe a lo que juega. A partir de ahí sólo queda seguir trabajando con la sana intención de ser mejor. Y margen hay todavía para ello.