Tres años de carcel para tres hinchas por altercados durante el Espanyol-Barça

La Audiencia de Barcelona ha confirmado la pena de tres años de prisión para tres hinchas del Espanyol que protagonizaron graves altercados durante un partido de Liga entre el conjunto blanquiazul y el Barcelona disputado en la temporada 20004-05 en el Estadio Olímpico Lluís Companys. La sentencia desestima el recurso de los acusados, David García García, Antonio Sánchez Teodoro y Raúl Rubio Sánchez, condenados por el juzgado de lo penal número 1 de Barcelona a tres años y un día de cárcel por un delito de desórdenes públicos.

Los tres seguidores españolistas fueron detenidos por agentes de la policía nacional después de que, junto a un grupo de hinchas, protagonizaran varias avalanchas en el fondo sur, cargaran contra los policías, lanzaran objetos al campo y destrozaran parte del mobiliario del estadio.

Los hechos ocurrieron el 16 de octubre de 2004, cuando los tres seguidores españolistas, junto a otro grupo de hinchas, protagonizaron durante el descanso del partido varias "avalanchas" en el fondo sur, cargaron contra los agentes, "rompieron el cordón policial" y "arrancaron las vallas y las sillas" de ese sector del campo para, a continuación, "lanzarlas contra los policías que estaban en la parte superior de la grada y al terreno de juego".

La sentencia considera probado que García, Sánchez y Rubio se encontraban entre el grupo de aficionados que protagonizó los altercados dentro del estadio y también fuera de él una vez finalizado el derbi, cuando "continuaron con su actitud violenta en la calle, tirando vallas y señales de tráfico en medio de la calzada del Passeig Olímpic, logrando cortar el tráfico".

Los tres acusados fueron identificados y detenidos en las inmediaciones del Olímpico por varios de los agentes de paisano que se encontraban en la grada en la que se produjeron los primeros altercados. Uno de estos policías fue supuestamente golpeado por uno de los acusados cuando intentaba escapar de la detención, por lo que el ministerio fiscal solicitó al juzgado que el presunto agresor también fuera condenado por atentado a agente de la autoridad y una falta de lesiones.

Sin embargo, fueron los propios policías quienes negaron la agresión al testificar durante el juicio que lo único que hizo este seguidor perico fue "revolverse un poco durante la carrera" y que su actitud "no fue la de hacer daño sino resistirse". Los tres acusados deberán indemnizar al RCD Espanyol con 10.782 euros por los desperfectos que causaron al mobiliario del estadio y no podrán acudir durante cinco años a presenciar partidos de fútbol a los estadios.

La entidad españolista ha querido dejar claro que ni David García, ni Antonio Sánchez ni Raúl Rubio eran socios del club cuando ocurrieron los hechos, aunque uno de ellos sí que lo había sido con anterioridad.