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Crónica:FÚTBOL | 27ª jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

El Mallorca suma el cuarto partido sin perder

El partido entre Mallorca y Villarreal nació condicionado desde el segundo 54. Una falta botada por Pisculichi y rematada por Pereyra puso en ventaja a los baleares. El gol fue un premio a la insistencia del entrenador del Mallorca, Gregorio Manzano, en el diseño y la puesta en práctica de las jugadas a balón parado. Desde la llegada del jiennense al banquillo, el Mallorca no conoce la derrota, con dos victorias y dos empates.

Veinte minutos tardó el Villarreal en reponerse del bofetón inicial y acercarse al área balear. Al conjunto castellonense le costó desarrollar un juego fluido y se movió siempre lejos de la línea de fuego. Tocaron y tocaron los de Pellegrini hasta que descubrieron una posible vía en el carril derecho. Josemi estuvo acertado en el desdoblamiento y puso el balón en el primer palo para que Jose Mari, más rápido que su marcador, aprovechara la desafortunada salida de Prats.

Y con el empate se volatilizó la intensidad futbolística que había dominado el partido desde el primer instante. Se inauguró entonces un nuevo duelo, en el que el descaro inicial, pagado con goles, dio paso al miedo. El partido se sumió en la especulación y el contacto físico.

El tostón duró hasta mediada la segunda parte, cuando despertó Arango para comenzar a conducir los contragolpes de su equipo. El Mallorca, metido atrás, había entregado la posesión al Villarreal. Igual que en el primer tiempo, los amarillos movían la pelota de un lado a otro, esperando bien un despiste que les permitiera abrir brecha en la muralla balear, bien un fogonazo de genialidad de un ahogado Riquelme. No llegó ni una cosa ni la otra, y tampoco fructificaron las opciones locales, de nuevo en forma de faltas o a través de réplicas nunca bien coronadas en el último pase.

El Mallorca, en franca mejoría pero acuciado por una clasificación incierta, apretó lo suyo en el tramo final. Quiso ganar, y no pudo, a todo un cuartofinalista de la Liga de Campeones que se dio por satisfecho con un punto en la maleta.

El argentino Juan Roman Riquelme, del Villarreal, lucha por un balón con el jugador del Mallorca Guillermo Pereyra.
El argentino Juan Roman Riquelme, del Villarreal, lucha por un balón con el jugador del Mallorca Guillermo Pereyra.REUTERS

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