Van Gaal vuelve a la cuerda floja tras caer vapuleado el Barça en Balaídos

El Barcelona sigue en caída libre hacia el abismo, y su periplo precipicio abajo depara cada semana nuevos golpes para el entrenador, Louis van Gaal, y para aquel que le trajo de vuelta al club tras su anterior y conflictiva etapa, el presidente Joan Gaspart. En esta ocasión ha sido el Celta de Vigo el que ha aumentado aún más la presión, al infligir otra derrota (2-0), y ya van ocho, al Barça, y colocarle a 20 puntos de la Real Sociedad, en el puesto duodécimo.

Francesc Closa, vicepresidente segundo, ha asegurado después del partido que la directiva del club no tomará ninguna decisión "en caliente" sobre la continuidad del entrenador, y ha aplazado hasta mañana el "análisis" del partido y las consecuencias que de él se deriven.

Louis van Gaal tampoco ha querido pronunciarse sobre su posible despido, y ha eludido cualquier pregunta al respecto. El entrenador ha señalado que esas preguntas deben hacerse a Gaspart, con el que, según ha dicho, no ha hablado después del partido.

"Este partido es un ejemplo de lo que nos está pasando durante toda la temporada. Hemos corrido y trabajado pero sin cabeza, y eso se acaba pagando, más aún cuando te marcan un golazo como el de Sylvinho", ha manifestado Van Gaal. "Alineé a los mejores y salvo Rochemback nadie del banquillo podía

darnos nada sobre el campo" sentenció el técnico.

Así las cosas, el máximo responsable del equipo, el presidente, tampoco ha soltado prenda, de forma que habrá que esperar unas horas antes de conocer si esta derrota es la última de Van Gaal al frente del Barça. Al menos por ahora.

Eso sí, la paciencia de los seguidores del Barcelona se está acabando. El autobús de los jugadores fue despedido del estadio con gritos de "¡dimisión, dimisión!" por un gran número de hinchas azulgranas.