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Todos los españoles viven a menos de 50 kilómetros de una fosa común del franquismo

El Gobierno y RTVE presentan un mapa interactivo con los cerca de 6.000 enterramientos clandestinos repartidos por todo el país

La secretaría de Estado de Memoria Democrática y RTVE han presentado este miércoles un mapa interactivo con datos sobre las cerca de 6.000 fosas de la Guerra Civil localizadas por todo el territorio nacional. Cristina Bravo, directora de Informativos de RNE, ha explicado que ningún español vive a más de 50 kilómetros de alguno de esos enterramientos clandestinos, algunos individuales, y otros con los restos de más de 3.000 víctimas, como la del cementerio de San Rafael (Málaga). La presentación del mapa ha tenido lugar en la sede del Instituto Cervantes, cuyo director, Luis García Montero, ha ejercido de anfitrión y se ha felicitado por acoger “un acto de memoria y contra la desinformación”.

Fernando Martínez, secretario de Estado de Memoria democrática, recordó que hace 20 años recibió el encargo de coordinar la elaboración del primer mapa de fosas de Andalucía. “Desde entonces”, dijo, “se ha avanzado mucho. En la época del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, el mapa estatal de fosas tenía 2.000 señaladas. Hoy son más de 5.000 las registradas”. El mapa recoge los enterramientos clandestinos de víctimas asesinadas por los dos bandos que se enfrentaron en la Guerra Civil, pero Martínez subrayó que mientras que “las fosas de los vencedores fueron exhumadas en la posguerra, las de los perdedores, los republicanos, no empezaron hasta la llegada de la democracia y con muchas dificultades”.

Las primeras exhumaciones de fusilados de la Guerra Civil se produjeron a la muerte de Franco. “Abrí la fosa de mi padre con las manos”, relataba a este periódico en 2012 Esperanza Pérez Zamora. En los años de la transición democrática investigó pueblo a pueblo el paradero de ocho familiares fusilados. Terminó exhumando, con otras familias, a 150 víctimas del franquismo. En aquellos primeros años tras la muerte del dictador, un grupo de viudas e hijos de fusilados se lanzaron a la búsqueda y apertura de las fosas donde los asesinos arrojado a sus seres queridos. En Navarra y La Rioja, arrodillados en la tierra, sin más herramientas que una pala y las propias manos, les acompañaban algunos sacerdotes que se avergonzaban del papel de la Iglesia durante la Guerra Civil, cuando sus superiores eclesiásticos apoyaron el golpe militar como una “cruzada”. El intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981 detuvo aquel proceso, que se reinició en 2000 gracias al empuje de la sociedad civil.

El secretario de Estado explicó que ya han sido exhumadas cerca de 18.000 víctimas. El forense Francisco Etxeberria calcula que quedan por recuperar unos 11.000 esqueletos de las fosas del franquismo. Martínez insistió en que al abrirlas “no se abren heridas, se cierran”, y recordó un enfrentamiento reciente con “un dirigente destacado del PP” que le preguntó: “¿Por qué no dejan en paz a los muertos?”. “Yo le pregunté, a su vez, qué haría él si supiese que su madre está tirada como un perro en la sierra. Y se calló”.

Rosa León, que en la Transición popularizó como himno contra la pena de muerte el poema Al Alba, de Luis Eduardo Aute, y actual consejera de RTVE, presentó el mapa interactivo como “una herramienta para la memoria de hoy y de mañana para conocer la realidad del pasado”. “Todos perdemos cuando la verdad pierde; todos fracasamos cuando somos cómplices del ocultamiento”, añadió. En ese sentido, Martínez consideró un acierto que, gracias al convenio con RTVE, el mapa de fosas vaya a salir de la página web de la secretaría de Estado de Memoria para aumentar su difusión y así “combatir la ola reaccionaria de escala mundial”. Pilar Bernal, directora de contenidos digitales de RTVE, destacó que el mapa interactivo cuenta con una gran aportación del archivo histórico del ente público,“un legado de todos los españoles”.

La herramienta interactiva dispone de información de unas 67.000 víctimas, como María Domínguez, la primera alcaldesa democrática de España, que fue asesinada en 1936 y cuyos restos fueron exhumados e identificados en 2021. O los de José Sosa, hojalatero fusilado en 1937. A la familia le dijeron que se había fugado con otra mujer. Su hija, Pino, pudo recuperar los restos en 2017. José Sosa no se había fugado; yacía con otros 13 asesinados en el pozo de Tenoya, en Arucas (Gran Canaria) cubiertos de basura y cal viva. Habían arrojado dentro hasta el chasis de un camión.

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