El Ministerio de Cultura ofrece a la Comunidad de Madrid una compra conjunta de Velintonia, la casa de Vicente Aleixandre

El departamento de Urtasun da el paso tras la resolución judicial que impidió a la Comunidad hacerse con el inmueble por 3,2 millones

El número 3 de la antigua calle Velintonia de Madrid, antigua vivienda de Vicente Aleixandre.Julián rojas

El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, ha enviado una carta al consejero de Cultura de la Comunidad de Madrid, Mariano de Paco Serrano, en la que señala “la disponibilidad del Ministerio de Cultura para retomar un diálogo que permita la adquisición conjunta” de la casa del poeta Vicente Aleixandre, premio Nobel de Literatura en 1977. La casa, punto de encuentro entre escritores de varias generaciones, se encuentra en muy mal estado y ha sido objeto de disputa entre las diferentes administraciones por su posible adquisición durante los últimos años.

Urtasun, en la carta, señala que “el valor simbólico y la significación para la memoria cultural de nuestro país de un espacio como Velintonia es un hecho y ha guiado, hasta hoy mismo, todos los pasos de este Ministerio, tanto en las conversaciones mantenidas con la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Madrid, como con los familiares del poeta. Con rigor y discreción, como entendemos se debe actuar en estas circunstancias”. “Siempre ha sido voluntad de este Ministerio de Cultura colaborar en la protección de Velintonia, respetando escrupulosamente las atribuciones y competencias de la administración autonómica en el ámbito de la gestión patrimonial, la voluntad expresa de los herederos y los plazos y resoluciones judiciales a los que se debe subordinar cualquier actuación por parte de esta cartera ministerial”, continúa. El año pasado, el Ministerio renunció a participar en las dos subastas judiciales que en enero y junio se abrieron por el inmueble. En la puja de junio, el Gobierno de Madrid ofreció 3,2 millones de euros, pero esa oferta fue tumbada por un juzgado tras oponerse a ella Amaya Aleixandre, sobrina segunda del literato y heredera principal. En la carta, el Ministerio señala que el paso dado responde a “la reciente resolución judicial que despeja el proceso de compraventa de la casa de Vicente Aleixandre y permite la incorporación del Ministerio de Cultura a esta nueva fase”. Fuentes del Ministerio señalan a EL PAÍS que su posición siempre ha sido la misma: “Colaborar para que se pueda comprar la casa y que sea de dominio público”.

La respuesta de la Comunidad de Madrid no se ha hecho esperar. “Hemos recibido la carta esta tarde y la analizaremos, pero al Ministerio le ha costado casi un año responder y hemos perdido un tiempo precioso, porque la casa necesita una rehabilitación urgente. De hecho, el planteamiento del ministro nos retrotrae a 2023″, ha señalado un portavoz de la consejería de Cultura. Una fuente del máximo rango de la Comunidad de Madrid viene transmitiendo desde que estalló la polémica que el Gobierno regional estaría “encantado” y “feliz” de acometer la compra junto al Ministerio de Cultura. Tras recibir la comunicación de Urtasun, desde la consejería de Cultura se lamenta “el tiempo perdido” para salvar un edificio que amenaza ruina, y se pide “tiempo” para estudiar la oferta.

“En febrero de 2024, el consejero de Cultura, Turismo y Deporte ya planteó al Ministerio la necesidad de que comprara Velintonia, dada la talla nacional e internacional de la obra y trayectoria de Aleixandre, con el fin de que el resto de administraciones la llenaran de actividad cultural, pero el Ministerio nunca respondió a esa propuesta”, explicó un portavoz de la consejería de Cultura antes de que se conociera la posibilidad de la compra conjunta. “La intención es salvar Velintonia, que tiene la cubierta muy dañada y hay que rehabilitarla urgentemente, para poder reabrirla en 2027 como un centro de homenaje tanto a la Generación del 27 como a la Edad de Plata, coincidiendo con la conmemoración del 50 aniversario de la concesión del Nobel y el centenario de la Generación del 27″, recordó este interlocutor.

La Comunidad, en cualquier caso, mantiene su oferta y va a esperar a que haya una nueva subasta judicial para pujar y comprar la casa. Su límite sigue siendo el mismo de siempre, según traslada una fuente de la consejería de Cultura: los 3,2 millones que se establecieron como límite mínimo para pujar, puesto que los ejecutivos regionales consideran que legalmente no pueden subir más la oferta.

“Me da exactamente igual quién compre Velintonia”, ha dicho por teléfono a EL PAÍS Amaya Aleixandre, sobrina nieta del poeta y propietaria mayoritaria del inmueble (de unos 600 metros cuadrados más una parcela). “Las dos administraciones me parecen adecuadas, pero, eso sí, espero que de una vez se pongan las pilas y se llegue a un acuerdo razonable”.

Aleixandre ha recordado que sus últimas conversaciones sobre la venta de la casa las ha tenido con el departamento de Urtasun y que está pendiente una reunión próximamente para retomar las negociaciones. En cualquier caso, el camino parece más despejado tras la decisión la semana pasada de un juez de descartar la venta al gobierno regional por 3,2 millones, como había ofrecido esta administración. El motivo de la decisión judicial, como ha recordado la sobrina del poeta, es que ella no estaba de acuerdo con ese precio, mientras que los otros propietarios sí lo estaban. “El juez tumbó las intenciones de la comunidad porque para vender una propiedad en una subasta tiene que haber acuerdo entre los propietarios por el precio, y no era este el caso”, ha añadido. “La Comunidad había decidido comprarla unilateralmente con los otros propietarios sin tener mi consentimiento”.

Alejandro Sanz, presidente de la Asociación de Amigos de Vicente Aleixandre, asegura que este tipo de situaciones, de cartas cruzadas entre administraciones, “ya se ha vivido”. En la misiva, dice Sanz, “el Ministerio habla del valor simbólico de Velintonia, pero también hay un valor material. Es una declaración de intenciones y veremos qué piensa Mariano de Paco [Consejero de Cultura, Turismo y Deportes de la Comunidad de Madrid]”. Sanz apunta también a la tercera Administración en liza, el Ayuntamiento de Madrid. “No sabemos nunca lo que opina de este asunto ni sus intenciones, cuando además tendría que haber ordenado hace tiempo la ejecución de las obras que son necesarias en Velintonia”.

Hace una semana, el Ministerio anunció la compra de la mítica Casa Gomis de La Ricarda, en Barcelona, por 7,2 millones de euros. El objetivo de esa compra es convertir el edificio en un centro cultural y del medio ambiente. La casa, uno de los mejores ejemplos de la arquitectura racionalista en España y Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN), está en el foco de la polémica por la ampliación del cercano aeropuerto del Prat.

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