Aquel verano de... Pablo Berger: Tim Burton vio mi corto

A sus 25 años, el director de ‘Robot Dreams’ y Álex de la Iglesia consiguieron que su mito viera el cortometraje ‘Mama’ tras la presentación de ‘Batman’ en el festival de San Sebastián de 1989

Distintos reporteros gráficos acreditados en el festival de San Sebastián, junto con el director Tim Burton y el actor Michael Keaton, en 1989, en la presentación de 'Batman'.Archivo Festival de San Sebastián

Para casi todo el mundo el verano acaba hoy, el 31 de agosto. No para mí. Lo mejor está por llegar… en septiembre, que aún es veranillo.

En los ochenta, a mediados del noveno mes, iba siempre al Festival Internacional de Cine de San Sebastián. La primera vez fue en el año 1982, con 18 años. Cubrí el certamen para una diminuta revista de viajes. No me pagaban, pero conseguí el salvoconducto, el pase de prensa que te permitía ver gratis todas las pelíc...

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Para casi todo el mundo el verano acaba hoy, el 31 de agosto. No para mí. Lo mejor está por llegar… en septiembre, que aún es veranillo.

En los ochenta, a mediados del noveno mes, iba siempre al Festival Internacional de Cine de San Sebastián. La primera vez fue en el año 1982, con 18 años. Cubrí el certamen para una diminuta revista de viajes. No me pagaban, pero conseguí el salvoconducto, el pase de prensa que te permitía ver gratis todas las películas del festival. Barra libre, el sueño de todo cinéfago. Vi más de cincuenta: Querelle, de Fassbinder; Demonios en el jardín, de Gutiérrez Aragón; Fitzcarraldo, de Herzog, E. T., el extraterrestre, de Spielberg; Laberinto de pasiones, de Almodóvar… Buena cosecha la del 82.

Voy a hacer un flashback al festival de 1989. Un viaje en el tiempo. Estoy saliendo del teatro Victoria Eugenia de la proyección de Batman con una sonrisa más grande que la del Joker. Nos ha gustado muchísimo el hombre murciélago. Y digo “nos” porque la he visto con mi “pandilla basura”, formada por Álex de la Iglesia, Santiago Tabernero, Paz Sufrategui y varios mostrencos más como Arri y Biaffra.

En la rueda de prensa, Tim Burton, con su aspecto de “me acabo de despertar”, vende la película al mismo tiempo que garabatea en un papel. A su lado Michael Keaton hace bromas sin parar. Mientras hablan yo tengo un solo pensamiento, una misión imposible, enseñar a nuestro venerado Tim Burton un cortometraje que un año antes había escrito y dirigido, y en el que Álex había hecho la dirección artística. Un corto muy punk donde una familia disparatada tiene que bajar a su refugio nuclear debido a una invasión marciana. Esperpento, comedia negra, Torrebruno y mucha sangre.

Tres de los carnets de prensa de Pablo Berger del festival de San Sebastián correspondientes a los años 1985, 1986 y 1987.

Acaba la rueda de prensa. La pandilla basura, conmigo a la cabeza, nos acercamos a Tim. Le enseño una cinta de VHS con nuestra obra maestra. Tim observa la carátula, un niño gordo vestido de Batman y ensangrentado le mira amenazante. Sobreimpreso, en blandas y setenteras letras rojas en mayúsculas, el título: Mama. Los ojos de Tim se abren como platos y dice: “I WANT TO SEE IT!”. La misión imposible había sido pan comido, hasta que la publicista de la distribuidora española aparece y nos dice: “Imposible, el señor Burton tiene que hacer entrevistas todo el día. No tiene tiempo. Muchas gracias, pero no”. Como un resorte, todos miramos a Tim con carita de pena. Yo le suplico con un hilo de voz “Tim… would you… please… watch our short?”. Y el coro griego al unísono dice “PLEEEEASE!”. Tim nos sonríe, y dice “I would love to see Mama after I finish the interviews”. La publicista nos fulmina con la mirada.

En procesión seguimos a la comitiva de Batman hasta llegar a un lujoso salón en el hotel María Cristina. En la salita de espera con nosotros hay montones de periodistas que entrarán y saldrán cada quince minutos del salón contiguo. Pasan tres horas. La publicista sale y con pesadumbre fingida nos suelta: “Lo siento, pero no vais a poder enseñar vuestro cortito al señor Burton. Desgraciadamente, en el salón no hay televisión. Así que os podéis ir”. Al instante, le pedimos al recepcionista del hotel, muy cortésmente, si puede llevar una televisión y un reproductor de video al salón donde están haciendo el junket. Muy cortésmente nos responde que no.

El director Tim Burton (a la derecha) y el actor Michael Keaton, en San Sebastián en la presentación de 'Batman' en 1989.Archivo Festival de San Sebastián

La pandilla basura está hundida, hasta que… Álex llama a un amigo suyo que vive en San Sebastián. Corte a Álex y yo acarreando un enorme y pesado televisor de tropecientas mil pulgadas por el Paseo de la Concha. Parecemos los protagonistas del corto de Polanski Dos hombres y un armario. Está anocheciendo. Llegamos al hotel María Cristina. La puerta del salón se abre. La publicista se despide del último periodista. Le grito “¡Tenemos una Telefunken!”. Nos mira. El rostro de “nuestra amiga” se queda en pausa y cambia de color, a morado. Cierra la puerta. Me acerco. Toc, toc. La abro. Veo a Tim Burton y compañía saliendo por la puerta del fondo. Grito hipohuracanado “¡¡¡TIIIIIIIM!!!!”. Este se gira. Agito la cinta de video como si fuese un abanico de Locomía. “Oh, yes! Let’s see it!”, dice. Sonrientes y triunfantes entramos. La puerta se cierra tras nosotros.

De noche, la pandilla basura, con “el armario” a cuestas, emprende el camino de vuelta al hogar del televisor. Comentamos la jugada. Acabamos de vivir una aventura inolvidable, digna de los payasos de la tele. Las grandes carcajadas y chillidos de Tim Burton, Michael Keaton y de la publicista resuenan en nuestras cabezas. No se puede ser más feliz. Para mis adentros canto September, la hipnótica melodía de Earth, Wind & Fire: “Do you remember de 21st night of September…”.

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