‘Emily’: revelador retrato de la más salvaje y enigmática de las hermanas Brontë
El debut como directora de la actriz Frances O’Connor indaga en la introvertida y conflictiva autora de ‘Cumbres borrascosas”, a la que da vida una estupenda Emma Mackey
Del mismo modo que Flaubert es Emma Bovary, Emily Brontë siempre tuvo mucho de Heathcliff, el asilvestrado y oscuro protagonista de Cumbres borrascosas, la novela romántica inglesa por antonomasia y la primera y única de su célebre autora. Emily Brontë fue una joven muy alejada de la coqueta postal de campestres mujercitas que su hermana Charlotte se encargó de divulgar tras la precoz m...
Del mismo modo que Flaubert es Emma Bovary, Emily Brontë siempre tuvo mucho de Heathcliff, el asilvestrado y oscuro protagonista de Cumbres borrascosas, la novela romántica inglesa por antonomasia y la primera y única de su célebre autora. Emily Brontë fue una joven muy alejada de la coqueta postal de campestres mujercitas que su hermana Charlotte se encargó de divulgar tras la precoz muerte por tuberculosis de Emily en 1848, a los 30 años. El debut en la dirección de la actriz australiano-británica Frances O’Connor —conocida por dar vida a Fanny Price en la versión de 1999 de la novela de Jane Austen Mansfield Park— indaga en el enigma de una escritora cuyas rarezas la convierten en una adelantada a su tiempo.
En su recreación del mito de las Brontë, O’Connor no cae en el presentismo. Tampoco en los guiños fáciles al público actual. Pero sí introduce aspectos biográficos que han ido tomando protagonismo en los últimos tiempos. Emily no es un biopic al uso, sino una ficción que indaga en la verdadera naturaleza indómita de la escritora y en sus lazos familiares, especialmente en la figura de su hermano Brandwell, el mimado de los Brontë, que acabó arrastrado por su adicción al alcohol y al opio. Con él, Emily siempre mantuvo una relación especialmente cómplice.
Con todas sus torpezas (innecesarios subrayados musicales, brochazos a cámara lenta…), Emily atrapa al espectador porque logra recrear un entorno familiar nada idílico y por el retrato que logra la actriz Emma Mackey de la escritora, una mujer cuya introversión rozaba lo patológico. Eso, según las últimas investigaciones, podría deberse a que incluso padecía síndrome de Asperger.
La elección de Mackey es arriesgada y un acierto. En principio, parece demasiado alejada del estereotipo que asociamos a la época victoriana, algo que sí cumple el resto del reparto. Pero según avanza la película, su belleza representa muy bien el ensimismado e iracundo carácter de la escritora, su desajuste con la realidad. Una mujer que se educó en un ambiente puritano y severo del que huía gracias a su fértil imaginación y a su simbiosis con los verdes valles de Yorkshire, esa conexión con la naturaleza que, según el poeta Ted Hughes, escondía el secreto de la intensidad erótica de su obra.
La pregunta a la que intenta responder el filme la pronuncia su hermana Charlotte cuando Cumbres borrascosas ya se ha publicado: “¿De dónde salen tus historias?”. El libro, que firmó un año antes de su muerte bajo el seudónimo de Ellis Bell, fue tachado de depravado e inmoral para resucitar años después convertido en el clásico que aún es hoy. La tímida hija de un clérigo había transgredido los códigos victorianos para adelantarse a su tiempo con una historia de amor loco y fantasmagórico. Una novela que atraviesa Emily y sus pasiones secretas, de la sombra del incesto al insondable paisaje que vio nacer al cruel y atormentado Heathcliff.
Emily
Dirección: Frances O'Connor.
Intérpretes: Emma Mackey, Adrian Dunbar, Oliver Jackson-Cohen, Gemma Jones, Fionn Whitehead.
Género: drama. Reino Unido, 2002.
Duración: 130 minutos.
Fecha de estreno: 13 de enero.