Ana Morales y Andrés Marín ganan el Premio Nacional de Danza de 2022
La bailaora ha sido homenajeada con el galardón a la Interpretación por “crear universos diferentes” con sus bailes y el coreógrafo a la Creación por “transitar entre la tradición y la vanguardia”
La bailaora Ana Morales y el coreógrafo Andrés Marín han ganado el Premio Nacional de Danza en las modalidades de Interpretación y Creación, respectivamente. La capacidad de Morales para “crear universos diferentes en cada interpretación” y la de Marín para “transitar entre la tradición y la vanguardia” han sido los motivos que ha dad...
La bailaora Ana Morales y el coreógrafo Andrés Marín han ganado el Premio Nacional de Danza en las modalidades de Interpretación y Creación, respectivamente. La capacidad de Morales para “crear universos diferentes en cada interpretación” y la de Marín para “transitar entre la tradición y la vanguardia” han sido los motivos que ha dado el jurado en una nota para otorgarles el galardón. El Ministerio de Cultura y Deporte premia con 30.000 euros a cada uno.
El Teatro de la Maestranza, en la Bienal de Flamenco del año 2000, fue el escenario donde Morales debutó profesionalmente después de estudiar durante tres años en la Compañía Andaluza de Danza, de la que formó parte un año después. Fue aprendiz de Rafael Campallo, Alejandro Granados, Juana Amaya, Eva Yerbabuena, Isabel Bayón y Andrés Maríde.
Entre los trabajos de la bailaora destaca Sin permiso, Cuerda floja y Peculiar, donde resalta “el carácter orgánico de su movimiento”, según el jurado. Morales también ha sido premiada por siete espectáculos, entre los que se encuentra Canciones para el silencio, se estrenó en el Festival de Jerez en 2018 y se alzó con el Giraldillo al Baile y tres Premios Lorca. También ha participado en el mundo del cine como bailarina en películas como Iberia, de Carlos Saura —al que acaban de otorgar el Goya de Honor 2022—, y ¿Por qué se frotan las patitas?, de Álvaro Bejines.
Marín, hijo del bailaor Andrés Marín y de la cantaora Isabel Vargas, convive con el flamenco desde pequeño. El baile y el cante se convierten en sus pasiones, aunque no se inscribe en ninguna escuela más allá de lo que le enseña su padre. Don Quixote, La vigilia perfecta, Éxtasis Ravel y la reciente Yarin son sus creaciones más conocidas, unos títulos interpretados por su propia compañía que cumple 20 años este 2022. El jurado ha subrayado la “gran proyección internacional” de Marín, así como la experimentación y riesgo de sus obras.
El deseo de aprender del coreógrafo le ha llevado a colaborar con artistas de diversas disciplinas como el compositor experimental Llorenç Barber, o el director del teatro ecuestre y musical zíngaro de París, Bartabas. Marín compagina su trabajo con la dirección de su estudio de baile en Sevilla, Andrés Marín Flamenco Abierto.