Romain Puértolas, el superventas francés que ha encontrado su refugio en Málaga

Policía, traductor y controlador aéreo antes de vender más de dos millones de ejemplares de su primera novela, ‘El increíble viaje del faquir que se quedó atrapado en un armario de Ikea’, el autor galo ha escrito en la ciudad andaluza su primer libro en español

El escritor francés Romain Puértolas, a la entrada de su casa en Málaga.García-Santos (El Pais)

Entre los 2.000 libros que el francés Romain Puértolas (Montpellier, 46 años) tiene ordenados alfabéticamente en las estanterías de su casa hay volúmenes sorprendentes. Destaca uno de Julio Verne de 1867 y autografiado. Hay también obras de Agatha Christie, Hergé, Umberto Eco o Michel Houellebecq firmadas por sus autores. En su biblioteca solo hay primeras ediciones, a excepción de una rareza: un teléfono móvil que descansa sobre un pequeño pedestal. Es el terminal que Puértolas utilizó durante t...

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Entre los 2.000 libros que el francés Romain Puértolas (Montpellier, 46 años) tiene ordenados alfabéticamente en las estanterías de su casa hay volúmenes sorprendentes. Destaca uno de Julio Verne de 1867 y autografiado. Hay también obras de Agatha Christie, Hergé, Umberto Eco o Michel Houellebecq firmadas por sus autores. En su biblioteca solo hay primeras ediciones, a excepción de una rareza: un teléfono móvil que descansa sobre un pequeño pedestal. Es el terminal que Puértolas utilizó durante tres semanas y media para escribir el libro que le cambió la vida en 2013. El increíble viaje del faquir que se quedó atrapado en un armario de Ikea se tradujo a 38 idiomas en 50 países. Ha vendido más de dos millones de ejemplares y se adaptó al cine, al teatro y al comic. “Dejé de ser policía y me convertí en escritor. Fue un bombazo”, cuenta desde su casa en Málaga, ciudad donde ha establecido su refugio y donde ha escrito ya su primera novela en español, con la que pretende asaltar nuevos mercados. En Francia lanzó el 31 de marzo su último libro, Les Ravissantes.

Con delicadeza, Puértolas sirve un oscuro café solo sobre una impoluta mesa blanca mientras repasa una vida que parecen varias. Abuelo nacido en Huesca, padre militar, infancia en Montpellier, adolescencia en Valence, estudios de filología en Grenoble. Fue pinchadiscos. Dio clases de español en Francia y de francés en España. Limpió tragaperras en Brighton (Reino Unido). Ejerció de traductor e intérprete. Trabajó en navegación aérea en Barcelona y Madrid, hasta que aprobó las oposiciones a policía en París, donde luchó contra las mafias de inmigración ilegal. Nunca dejó de escribir, acumuló siete novelas ―seis de ellas aún inéditas― y 22 cartas de rechazo de editoriales como Alfaguara o Plaza & Janés. La octava la escribió, de pie, en su móvil durante los trayectos entre su casa parisiense y la comisaría. Tenía 37 años cuando la editorial Le Dilettante le dio una oportunidad y lanzó en agosto de 2013 El increíble viaje del faquir que se quedó atrapado en un armario de Ikea. Superó los dos millones de ejemplares vendidos en todo el mundo. “Un día me llegó un correo de Brad Pitt, quería adaptar la película al cine”, recuerda Puértolas, que también tiene un grupo de rap.

Los colores azul y amarillo de la portada de su best seller dominan la pared de su librería en casa. Hay un ejemplar enmarcado por cada uno de los 50 países donde se publicó, España incluida desde marzo de 2014. Junto al móvil y los tesoros firmados por decenas de autores hay dos ordenadores, una escalera roja y enormes ventanales en los que cabe la bahía de Málaga. También una taza con un lema: Keep Calm & Read Puértolas (Mantén la calma y lee a Puértolas). La Costa del Sol es su hogar desde que, tras su gran éxito, pidió una excedencia en el cuerpo policial. Se mudó junto a su mujer, española de Granada, y sus hijos. Antes de que la editorial lo pidiera, ya tenía lista su siguiente novela: La niña que se tragó una nube tan grande como la torre Eiffel. Nuevo título largo y nuevo éxito de ventas. Sobre ella prepara ahora una película de animación, en la que ejerce de coguionista y compositor de la banda sonora. “Estoy en mil proyectos a la vez y a todos le pongo pasión”, afirma con una sonrisa.

El escritor francés Romain Puértolas en la biblioteca de su casa de Málaga. Garcia-Santos (El Pais)

Ojos azules, barba de tres días y elegante americana militar, su conversación viaja a un ritmo más pausado que su cabeza: “Empecé a escribir con siete años, pero nunca contemplé la vida de escritor. Me parecía inalcanzable”. Rodeado de una colección de viejas máquinas de escribir, teclea en el ordenador con tal avidez que cada año publica al menos dos novelas cortas en Francia con fines sociales y, bajo pseudónimo, saca al mercado trabajos con regularidad. “Está mal visto que un escritor saque más de un libro al año, pero yo no quería dejar obras guardadas” afirma. Considerado el rey del giro de guion en Francia, decidió cambiar “radicalmente” su estilo para lanzar en 2019 La Police des fleurs, des arbres et des forêts. El 31 de marzo publicó Les Ravissantes, que le llevará de gira por territorio galo y, espera, por las sedes de la Alianza Francesa en España.

Conquistado su país natal, ahora su sueño es hacerlo en el de adopción. “Aquí nadie me conoce”, dice con cierto resquemor e impaciente por desarrollar una carrera editorial en el mercado español. Ha escrito ya su primera novela en este idioma, ambientada en la Revolución Francesa y con un personaje malagueño, Gustavo Pizarro. Una gran editorial ya lo ha leído y estudia su publicación. Mientras, sin parar ni un minuto, Puértolas ha traducido ya al francés los primeros 18 capítulos de La chica de nieve, de su amigo Javier Castillo ―cuya adaptación rueda Netflix estos días en Málaga―, al que quiere ayudar a triunfar en Francia. “Es increíble que él no haya publicado allí, seguro que tiene éxito”, afirma sorprendido.

El novelista asegura conocer los mimbres que hacen que una novela funcione y cuándo debe dejar en un cajón lo escrito. “Si algo no tiene calidad, no pasa nada, se guarda. Es un entrenamiento para la siguiente obra”, afirma. ¿Y cuál es su receta para obtener éxitos? “Leer, leer y leer. Si lees mucho y no eres capaz de escribir un libro, dedícate a otra cosa”, señala. Él mismo dedica buena parte a la lectura. En un extremo del sofá descansan El héroe discreto, de Mario Vargas Llosa, y La muerte contada por un sapiens a un neandertal, de Juan José Millás. Hace poco leyó Obra maestra, de Juan Tallón, cuyo ejemplar firmado forma ya parte de su extensa librería. Divertido, Puértolas señala una escultura de acero corten que tiene en un pequeño patio. “Es parte de la escultura desaparecida de Richard Serra de la que se habla en el libro de Tallón”, dice entre risas. Esconder en su casa la obra de 38 toneladas sería un ingrediente en la vida de este singular novelista que, tras años intentándolo, espera ahora el giro de guion definitivo que le permita conquistar el mercado español.

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