Martín Caparrós desbarata el imaginario extranjero de América Latina
El autor argentino presenta en Madrid ‘Ñamérica’, un libro que se enfrenta a los lugares comunes para relatar la realidad del continente
La América de Gabriel García Márquez es un lugar mágico de hombres alucinados y mujeres legendarias. La de Eduardo Galeano es un sitio de campesinos que sirven las necesidades ajenas. La de Martín Caparrós (Buenos Aires, 64 años), mirada sobre una afinada visión periodística, ya no es la misma que hace 50 años. A través de su nuevo libro ...
La América de Gabriel García Márquez es un lugar mágico de hombres alucinados y mujeres legendarias. La de Eduardo Galeano es un sitio de campesinos que sirven las necesidades ajenas. La de Martín Caparrós (Buenos Aires, 64 años), mirada sobre una afinada visión periodística, ya no es la misma que hace 50 años. A través de su nuevo libro Ñamérica (Literatura Random House), el escritor teje relatos que derrumban el censo común y desvelan la situación actual del continente.
El autor argentino, que suma más de una treintena de libros publicados, ha escrito en los últimos años una serie de crónicas sobre Latinoamérica para El País Semanal, que fueron el embrión de su nueva obra, presentada este martes en Casa de América.
Con un cuaderno de notas sobre las piernas, el exdirector de EL PAÍS Javier Moreno habla como un periodista a otro periodista. Moreno recuerda el origen del libro y apunta que la argamasa que une todas estas historias es “intelectualmente fascinante” y que devuelve un nuevo sentido que “lo enriquece y que lo convierte en otro”. Ñamérica, palabra inventada a través de la yuxtaposición de la letra más característica del idioma español con América, da nombre a esta colección de relatos de viajes y ensayos muy bien documentados.
Después de viajar casi 30 años por el continente y de caminar por las grandes ciudades y los pueblos más pequeños, el escritor retrata en Ñamerica un ambiente distinto de lo que supone el imaginario extranjero. Un continente normalmente visto como natural y campestre se desvela como un lugar urbano, que tiene más de 80% de la población asentada en urbes. La obra derrumba la artificialidad de las fronteras entre los veinte países y sus más de 400 millones de habitantes, para enseñar la región tal como es ahora. El argentino contaba que siempre miró el continente como si no fuera de allí. “Todos habían visto el Chavo cuando pequeño, menos yo”, reía Caparrós. “Después, poco a poco, sentí que me fui latinoamericanizando. Vi que había una red de gente que hablaba el mismo idioma, compartía una cultura similar y que se comprendía mutuamente”. Las ciudades inmensas y grises son las protagonistas de su obra, que destapan las desigualdades sociales de sus habitantes. En opinión de Moreno, “Ñamerica es un mapa preciso del continente” y señala como Caparrós, a golpe de cifras, deconstruye las falacias.
Bien humorado, el argentino contó un chiste de unos muchachos que encuentran a un anciano sentado, le preguntan cómo ellos podrían llegar a Londres y el señor contesta que no sabe, pero que no empezaría desde allí: “Lo que pasa que no sabemos qué queremos, al menos los muchachos sabían donde querían ir. Están los que tienen proyecto de futuro y están los que no. Los latinoamericanos tienen muchas desesperanzas acumuladas y ya no piensan a donde dirigirse”.