‘El cover’: el alma de Benidorm

Benidorm casi parece un subgénero cinematográfico, capaz de abrazar historias que van de Manolo Escobar a Julio Iglesias o Javier Bardem. De alguna manera, la ciudad levantina funciona como metáfora pop de un país atrapado en su propia fiesta. En el último año, al menos tres filmes españoles transcurren en este parque temático de la noche, icono de la arquitectura y del turismo desarrollista: Nieva en Benidorm, de Isabel Coixet, ...

Benidorm casi parece un subgénero cinematográfico, capaz de abrazar historias que van de Manolo Escobar a Julio Iglesias o Javier Bardem. De alguna manera, la ciudad levantina funciona como metáfora pop de un país atrapado en su propia fiesta. En el último año, al menos tres filmes españoles transcurren en este parque temático de la noche, icono de la arquitectura y del turismo desarrollista: Nieva en Benidorm, de Isabel Coixet, Ama, de Júlia de Paz y ahora El cover. El debut en el largometraje del actor Secun de la Rosa es un homenaje sin ambages a la ciudad a través de los músicos que recalan allí para ganarse la vida imitando a sus ídolos. Como en Ama, el trabajo precario de cada noche muestra la cara b de la industria del ocio.

Pero El cover no es una película social, aunque la crudeza de la vida de sus músicos esté presente, sino una comedia romántica musical capaz de redimir todas las penas de sus personajes a golpe de karaoke. Amputado su rodaje por el coronavirus, es una película meritoria, que promete más de lo que acaba ofreciendo, pero que a su manera fallida logra hacer creíble y autentico su universo de imitadores, cantantes frustrados y viejas glorias de paseo marítimo.

El reparto lo encabezan Àlex Monner, en la piel de un chico que se viste con camisetas de Antonio Vega y sueña con huir del reino del cartón piedra, y Marina Salas, una cantante que defiende la dignidad de los que se ganan la vida soñando con ser los artistas que no son. Junto a ellos destaca Carolina Yuste, actriz que convierte a su Amy Winehouse en un símbolo del alma del filme. Pese a que la película se encalla en demasiados momentos, De la Rosa demuestra tener pulso y chispa, lo tiene dirigiendo a los jóvenes intérpretes y también con los veteranos (Juan Diego, Susi Sánchez, Carmen Machi), todos entregados a su causa. Se nota esa complicidad y en los momentos que el ritmo funciona, El cover resulta ser una película luminosa, que reivindica con orgullo y amor la verdad que esconde la ciudad de la mentira.